La campeona peso gallo del UFC, Ronda Rousey, encendió su pelea frente a la retadora Holly Holm durante la ceremonia de pesaje en Melbourne, Australia.
Luego de detener la báscula en 134 libras, ambas combatientes se acercaron para realizar el tradicional frente a frente previo a su pelea, sin embargo, Holm se acercó demasiado a Rousey y puso su puño en la cara, simulando golpearla.
Rousey respondió tomando la mano de Holm para quitarla de su rostro y la encaró gritándole en repetidas ocasiones, obligando al presidente del UFC, Dana White, a intervenir y evitar que el incidente fuera más grave.
"Ella puso el puño en mi cara", declaró Rousey tras el pesaje, generando una ovación del público. "Veo que su dulzura es falsa.
"Voy a demostrarles el domingo (día de la pelea en Australia, sábado para el continente americano) por qué soy la campeona".
Rousey y Holm habían sido respetuosas durante las conferencias de prensa previas al combate, así que el incidente fue sorpresivo para los presentes.
Luego que Rousey bajó del estrado del pesaje, Holm tomó el micrófono y prometió sorprender aún más dentro del octágono.
"Estoy aquí para sorprender al mundo", indicó. "Ella es la favorita pero yo soy una peleadora distinta".
En su pelea anterior, su entonces retadora Bethe Correia hizo señaló que tras vencerla, Rousey iba a querer suicidarse. Rousey, cuyo padre se suicidó, se molestó por el comentario y tuvo un encuentro encendido con Correia en el pesaje. Rousey ganó la pelea por nocaut a los 34 segundos del primer round.