MMA
Rigo Cervantez 8y

Brian Ortega enfrenta a Diego Brandao y aspira a lo máximo en UFC

El mexicano estadonidense Brian Ortega, expone su calidad de invicto dentro de las Artes Marciales Mixtas, cuando se enfrente al experimentado gladiador brasileño, Diego Brandao, en una cartelera denominada UFC 195, que se presenta el 2 de enero de 2016, en el Grand Garden Arena de Las Vegas.

“Siento que estoy en mi momento, tengo más hambre que él”, dijo el clasificado número 20 en la categoría de peso pluma, de 24 años de edad, entrevistado por ESPN Digital.

El oriundo de Carson, California, por cuyas venas corre sangre sonorense, aspira a adjudicarse un título, tan pronto como en el año que se aproxima.

“Quiero ser campeón del mundo y ganar mucho dinero. Estoy entrenando, realizando mucho sacrificio, para llegar a ser el mejor”, agregó el gladiador, quien condujo la entrevista totalmente en español.

Brian acumula una experiencia de 21 peleas, 10 de ellas como profesional, y se encuentra invicto, luego de sostener su primer combate a los 15 años de edad, mientras que su padre les decía a todos que contaba con 18.

“A mi padre le gustaba y le sigue gustando el boxeo”, reveló Ortega, sin embargo, fue su progenitor quien lo indujo a la práctica de las artes marciales mixtas.

“Yo nací para pelear. Lo hago desde que tenía cinco años. Mi padre, me consideraba como un muchacho muy corajudo y me enseñó a pelear, para que no tuviera problemas, y por eso entrené kick boxing hasta los 13 años de edad,” relata, para agregar:

“Pero un día, en una pelea callejera, a pesar de todo mi entrenamiento, perdí, porque me tiraron al piso y me aplicaron una llave y no supe qué hacer. Fue cuando descubrí las artes marciales mixtas. Y mi padre me dijo que eso era lo que yo necesitaba aprender”.

Fue por ello que Brian se inscribió en la academia de jiu-jitsu Gracie Academy, en Torrance, California, fundada por brasileños.

“Me gustó, me enamoré de este arte. El secreto del jiu-jitsu es lograr que tu oponente se rinda. El arte suave, le llaman los brasileños. Es algo suave, pero puede resultar muy peligroso, si lo usas para hacer daño a un rival”.

Sobre las artes marciales mixtas, nuestro entrevistado reconoce que aún tiene mucho camino por recorrer.

“Este deporte ha crecido mucho, pero es muy jóven todavía, tiene apenas como 30 años y es lo que a mí me gusta, a pesar de que estoy consciente de que hay más dinero en el boxeo, que además, es un deporte muy bonito. Pero aquí, recibes patadas y cuando caes al piso, también te golpean. En este deporte, puedes utilizar más armas, las de tu cuerpo, para doblegar al rival”.

Ortega, por otra parte, considera que cuenta con aptitudes físicas para brillar en esta especialidad.

“Yo tengo la quijada dura, como los mexicanos. Estoy invicto, he sostenido muchas peleas que han sido verdaderas guerras. La última, contra el brasileño Tiago Tavares, un veterano, que era el gran favorito. Fue declarada como le mejor batalla de la noche y está como candidata a la pelea del año. Es mucha arena para tu troca, me advirtieron, sin embargo, le gané y demostré que estoy listo para pelear con los mejores del mundo”.

Para ello, apunta el surcaliforniano, mantiene una buena disciplina de trabajo.

“Yo me considero un boxeador. Entreno mucho boxeo con mi preparador, realizando todas las rutinas que realiza un boxedor en su preparación. Además, tengo que entrenar como un luchador, saber qué hacer cuando estoy en el piso, entrenar mis codazos, las patadas,” explica.

“Yo estoy listo todo el año y cuando tego una pelea, simplemente, hago un trabajo más duro en mi campamento”.

Renier Gracie, es su entrenador, junto con James Luhrsem.

Y siguiendo en el tema del boxeo, marca ciertas comparaciones entre esa disciplina deportiva y la que él practica:

“A los boxeadores, les conectan como mil golpes en una pelea. A nosotros, nos pueden pegar un promedio de entre cincuenta y cien golpes. Porque las peleas son de tres asaltos, de 5 minutos cada uno”.

Además, Ortega destaca los atractivos de una confrontación en el octágono:

“Cuando ves a dos buenos combatientes, se trata de dos peleadores que exponen su arte, para decidir cual es el mejor, el que sabe moverse, el que cuenta con una buena técnica, que va al piso, pero se levanta, para seguir frente a un luchador. Porque todos entrenan en forma diferente y muchas veces, una batalla en un octágono, se convierte en una partida de ajedrez”.

FILANTROPIA

Fuera de la dura especialidad deportiva que practica y de la que planea retirarse no más allá de los 30 años, Brian Ortega se mantiene muy ocupado, apoyando varias causas benéficas.

“Mucha gente solo piensa en sí mismo. No les importa pisar a otros para alcanzar sus metas y para mí, esa no es una buena forma de vivir. Lo que te distingue a tí, como persona, es poder darle la mano a otros seres que parece que todos se han olvidado de ellos. Esos son los peleadores verdaderos, porque mientras nosotros luchamos en un octágono, para ellos, el escenario es mucho más grande, más difícil, porque luchan, cada día, todos los días, por sobrevivir en el octágono o en el cuadrilátero de la vida”, filosfó Brian Ortega.

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