Después de perder los últimos tres partidos de las Finales de la NBA contra los Warriors en junio, la estrella de los Cleveland Cavaliers, LeBron James, admitió que, meses después, su equipo continúa rezagado de Golden State Warriors.
“No hemos logrado nada aún”, dijo un exasperado James luego de que los Cavs perdieron su segundo partido consecutivo, 104-99, contra Detroit Pistons el martes. “No ganamos nada. Perdimos. Perdimos en las finales. Así que esa es motivación suficiente para mi. Creo que debemos entender eso. Como que perdimos en las finales. No ganamos. Y el equipo que nos venció se ve más hambriento que nosotros. No debería ser así”.
La derrota del martes dejó la marca de Cleveland en 8-3, bastante bien para el primer lugar en el Este pero no al mismo nivel que los Warriors, quienes llegaron a 12-0 con una victoria de 115-110 por encima de Toronto para empatar con los Bulls de 1996-97 por el segundo mejor inicio de temporada por un defensor campeón.
El entrenador de Cavs, David Blatt, criticó el enfoque de su equipo luego de no conseguir una segunda mitad con 13 puntos, liderada por Pistons, y que fracasó en la primera recta. Los Cavs obtuvieron un puntaje por disparos de 7-por-19 (36.8 por ciento) en el cuarto cuarto, con cinco perdidas de balón.
James, quien rasgó a Cavs después de una derrota en doble tiempo extra contra Milwaukee Bucks el sábado, respondió a la declaración de Blatt. “Estamos demasiado relajados y agradables” dijo James. “Somos demasiado agradables”.
Detroit, liderado por los 25 puntos y 18 rebotes, de Andre Drummond, superó en rebotes a Cleveland 48-40, con 11 esas carambolas que vienen en el tablero.
“Estamos jugando suave”, dijo Tristan Thompson. “Los muchachos están llegando – ya sea en la carretera o en nuestro edificio— y los equipos creen que pueden vencernos, y eso no es aceptable. Debemos ser duros y malos durante el juego, y eso es en las grandes, primero y ante todo. Debemos hacer el trabajo sucio y hacer las cosas pequeñas. Definitivamente yo y el resto de los grandes, debemos retarnos a nosotros mismos, especialmente el jueves contra Milwaukee, debemos salir con un poco más de actitud y un poco más desagradables”.
James dijo que la dureza que le falta a los Cavs no es necesariamente física.
“No se trata de ser Iron Man”, dijo James. “Es una dureza mental, saliendo y haciendo su trabajo, haciéndolo a un alto nivel y preparando el camino antes de que llegue la punta. Tenemos algunos chicos quienes lo harán y algunos que no lo harán de manera consistente”.
James no dio nombres específicos de los compañeros de equipo que no están dando la concentración requerida. La derrota dejó a Cleveland con una marca en 1-3 en esta temporada en la División Central.
"No puedes restar importancia a la competencia a este punto porque no somos mejores a nadie en la liga”, dijo James. “Tenemos mucho trabajo que hacer a estas alturas. No debemos sentirnos con derecho. Es lo que continúo diciendo. No estamos autorizados a una victoria. No estamos autorizados para ser los campeones de la Conferencia del Este. Eso fue el año pasado. Este es un año totalmente diferente, y hasta que sepamos eso, continuaremos poniéndonos en posiciones para perder los juegos de básquetbol”.
Luego de que James anotara 30 puntos o más cinco veces en los pasados seis juegos – sólo para ver cómo se desperdicia en la derrota-- le preguntaron qué requieren los Cavs para darle la vuelta.
“Tiene que venir de dentro a veces”, dijo James. “Las palabras pueden ir muy lejos. En algún punto necesitan convertirse en acciones. Como dije anteriormente, toda la semana, no somos un muy buen equipo. Así de simple… Tenemos la habilidad para ser un gran equipo, pero ahora mismo, no somos un muy buen equipo. No prestamos mucha atención a los detalles. No salimos a luchar cuando se supone que debemos hacerlo. Va a llegar un punto donde en cada partido vas a estar en una situación al final en el que debiste ganar 10 en lugar de uno o dos juegos en la recta final".
Se le preguntó a Thompson qué se puede esperar de los Cavs en su próximo juego el jueves en casa contra Milwaukee, el equipo que comenzó el declive de Cleveland en dos juegos.
“Mejor salimos a dar pelea”, dijo Thompson. “Cualquier cosa menos que eso, estamos perdiendo tiempo”.