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Adry Torres 8y

El eterno mal momento de los Philadelphia 76ers

Durante su presentación como el nuevo entrenador en jefe de los Philadelphia 76ers en una rueda de prensa que celebraban la tarde del 14 de agosto de 2013, Brett Brown comentaba que si iba dejar su puesto como asistente técnico de los San Antonio Spurs, lo haría por una posición adecuada.

En aquel entonces, Brown elogiosamente afirmaba lo emocionado que estaba por su nuevo cargo tras haber sido parte de cuatro campeonatos bajo la tutela de su mentor, Gregg Popovich. Pero al mismo tiempo advertía la necesidad de la tolerancia y paciencia mientras la organización embarcaba hacia un periodo de reconstrucción.

En tres temporadas, Brown ha experimentado algo que no desconocía en sus nueve campañas como asistente en los Spurs - 141 derrotas en 178 partidos.

Luego de una par de derrotas consecutivas que Filadelfia había sufrido la semana pasada en la cual su conjunto cometió 58 errores y perdió uno de esos partidos por 25 puntos, Brown afirmaba lo normal que era tomar una pausa en su día a día para concebir lo diferente que esta experiencia fuera si los resultados estuvieran volteados.

Dos semanas atrás luego una vergonzosa paliza que les habían propinado los Chicago Bulls en el Wachovia Center, el muy optimista entrenador, paralizado por la falta de talento en su plantel, admitía que su equipo "tenía mucha práctica" como perdedores.

"Yo creo que cuando uno anticipa las posibilidades como por las que estamos pasando, tenemos algo que les llamamos 'antes de la muerte'. ¿Si vamos a morir, como va a ser? Y hablamos de eso abiertamente", señaló Brown.

"Lo que siempre sucede en tiempos como lo es ahora es que tenemos que mantenernos unidos, tenemos que ser claros en respeto a nuestro objetivo y cual es el punto del equipo de esta temporada", continuó. "Y siempre se repite lo mismo. Queremos que nuestros chicos mejoren, queremos elevarlos al próximo nivel. Así que regresamos al plato, nos mantenemos unidos, nos aseguramos que no nos distraigamos y reconocemos lo que es importante".

Por más que Brown y sus asistentes empleen sus enseñanzas sobre uno de los equipos más jóvenes de la liga, existe poco que pueda frenar lo que los próximos cinco meses del calendario les promete.

Los Sixers, quienes inician la jornada del lunes con una cadena de 14 derrotas la hilo para iniciar esta temporada, estuvieron tan cerca de esa evasiva victoria el sábado, gozando de una ventaja de 11 puntos restando 7:10 en el partido en Miami antes se sufrir una recaída a la ofensiva para entonces caer por cinco puntos ante el Heat.

Filadelfia, que se encuentra en Minnesota la noche del lunes, intentará detener una racha de 24 derrotas al hilo, que abarca desde la temporada de 2014-15.

Los 76ers no han celebrado una victoria en la cancha desde el pasado 25 de marzo cuando derrotaron a los Denver Nuggets en la ruta. El 27 de marzo regresaron a casa donde iniciaron su coqueteo con la historia, cayendo ante Los Ángeles Clippers.

Según el ESPN Basketball Power Index, Filadelfia tiene una posibilidad de 56 por ciento de perder sus próximos cuatro partidos y empatar la racha de 18 derrotas para iniciar una campaña, que fue establecida por los New Jersey Nets en el torneo 2009-10.

Independientemente de si ganen o pierdan ante los Timberwolves, la realidad es que el panorama del estado de la organización no muestra destellos que las cosas mejorarán en la ciudad del amor fraternal, particularmente en un roster en el cual el núcleo de Jahlil Okafor y Nerlens Noel está rodeado de 10 neófitos que visten la casaca de los 76ers para cumplir con los reglamentos de la liga mientras el gerente general y vicepresidente de operaciones de baloncesto, Sam Hinkie, sigue coleccionando selecciones de la lotería.

Lo triste de todo es que cuando llegue el momento de que los 76ers empiecen a repuntar, es posible que Brown, que dos años atrás enfatizó la paciencia, no estará presente para ver los frutos de un auge tan esperado.

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