NBA Selecciones
AP 8y

Ángel Rodríguez busca ser otro destacado armador boricua en la NBA

SAN JUAN, Puerto Rico -- Ángel Rodríguez dejó su natal Puerto Rico a los 15 años, a fin de jugar basquetbol en una secundaria estadounidense y de buscar una beca universitaria.

Ahora es el armador de la Universidad de Miami, un equipo que luce sólido en la Conferencia de la Costa del Atlántico tras derrotar 85-75 a Butler en la final del torneo Tipoff en Puerto Rico.

Rodríguez es también el armador más reciente que surge de una isla más conocida por el talento de sus beisbolistas, pero que ha aportado a la NBA un par de jugadores destacados en esa posición --José Juan Barea, veterano de los Dallas Mavericks, y Carlos Arroyo, quien milita ahora en el Barcelona.

Tan sólo la idea de emular a Barea y Arroyo entusiasma a Rodríguez.

"Todo se deriva sólo de haber nacido acá", afirmó Rodríguez, originario de San Juan y quien creció en el barrio de Cupey. "La gente que nace acá tiene mucho orgullo, entusiasmo y confianza. Es un honor y me motiva mucho que me comparen con los grandes bases que ha habido en Puerto Rico, porque ustedes conocen sólo a esos dos, pero no a otros que son una leyenda acá".

El torneo Tipoff marcó el regreso de Rodríguez a casa. El joven se marchó de Puerto Rico para jugar en la secundaria en Miami. Originalmente, formó parte de la universidad Kansas State, antes de mudarse a los Hurricanes (5-0) para estar más cerca de sus amigos y familiares.

Muchos de ellos asistieron en la última semana al graderío del Coliseo Roberto Clemente, la misma sede donde Rodríguez vio jugar hace años a Arroyo y Barea para los Cangrejeros de Santurce.

Los tres son los ejemplos más recientes de jugadores exitosos originarios de este estado libre asociado.

Arroyo, originario de Fajardo, en la cota oriental de Puerto Rico, jugó en la universidad Florida International de 1997 a 2001. Pasó nueve temporadas en la NBA, con escalas en Toronto Raptors, Denver Nuggets, Utah Jazz, Detroit Pistons, Orlando Magic, Miami Heat y finalmente Boston Celtics en 2011.

Barea nació en Mayagüez, en la costa del oeste. Pasó cuatro campañas colegiales en Northeastern y acumula 10 temporadas en la NBA con Dallas Mavericks y Minnesota Timberwolves. Conquistó un anillo de campeón con los Mavericks en 2011.

"Es fácil hablar de Steph Curry, Kyrie (Irving) y esos jugadores, pero la realidad es que no juego igual que ellos", comentó Rodríguez. "Arroyo es de aquí. Yo podría hacer lo mismo que él ha hecho si sigo trabajando duro. Así que Arroyo ha sido siempre alguien a quien he admirado en este deporte, y Barea también, por lo que ha hecho recientemente en la NBA. Esto me motiva porque creo que él ha abierto las puertas para nosotros".

Barea recuerda que deseaba ser como Arroyo. Ahora, está consciente de que puede ser la inspiración para Rodríguez y otros boricuas.

"Sin duda", dijo Barea. "Trato de dar lo mejor que tengo cada noche. Haré lo mejor que pueda para seguir en la NBA durante el mayor tiempo y para dar un gran ejemplo y ganar reputación, para que Ángel y otros chicos que juegan basquetbol en Puerto Rico y en otras ligas tengan una oportunidad en el futuro".

El entrenador de Miami, Jim Larranaga, considera que hay muchas similitudes entre Rodríguez, de 1,80 metros (cinco pies y 11 pulgadas), y Barea, de 1,82 (seis pies). Cuando dirigía a George Mason, Larranaga tuvo muchas veces como rival a Barea, de quien destaca su capacidad de disparo y su precisión en los pases.

Por ello, el entrenador considera que Puerto Rico es una mina de talento que no se ha explotado debidamente.

"En septiembre, durante una reunión, les dije a los entrenadores, tenemos que pensar más hacia fuera", comentó Larranaga. "Tenemos que ir a los países que hablan español. Tenemos que ir a Puerto Rico y a Sudamérica, porque hay muy buenos jugadores ahí. Y Miami es un gran destino para ellos".

Rodríguez destacó que hay un muro en el exterior del Roberto Clemente, donde están inscritos los nombres de los mejores basquetbolistas de la isla, incluidos Arroyo y Barea. Durante una visita anterior a la isla, asistió a un partido y tomó una foto del muro, con la meta de que su nombre figure ahí algún día.

"Sé que se necesitará mucho trabajo duro y muchos años", reconoció. "Pero todo comienza con un sueño".

^ Al Inicio ^