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Al Horford: un Todo Estrella para los Hawks y su hijo

NUEVA YORK - El 2015 será un año que Al Horford jamás olvidará.

El dominicano de 29 años se recuperó al cien por ciento de un desgarre total del músculo pectoral derecho, fue una pieza clave en la temporada histórica que experimentaron los Atlanta Hawks, pero aún más importante, ocho días después de su tercera aparición en un Juego de Estrellas, Horford celebró el nacimiento de su primogénito, Ean Horford Vega, un evento único que ha girado el resto de su vida.

"Bueno, ha cambiado mucho. De verdad que es una bendición ser papá", afirmó el basquetbolista puertoplateño en un aparte con ESPNDeportes.com durante su visita a la Gran Manzana el pasado fin de semana.

"Es una responsabilidad grande, pero es algo que a mí me ha llenado mucho y algo que motiva a uno a ser una buena persona".

Mientras su esposa y ex Miss Universo, Amelia Vega Horford, lleva la responsabilidad de la crianza del niñito de 10 meses en Atlanta, Horford hace malabarismos para compatibilizar sus obligaciones de paternidad con el extremo requisito de ser un jugador en la mejor liga del mundo.

"Ya cuando uno es padre yo siento que uno, claro, hace su trabajo pero el enfoque siempre está en los hijos. Es importante cuando yo estoy trabajando, yo hago mi trabajo pero después de eso siempre enfocado en lo que necesita", indicó Horford. "Si tengo que estar en la casa; si lo tengo que cuidar; si tengo que hacer lo que sea. Eso a mí me trae mucha felicidad porque en esta etapa, especialmente que está empezando a crecer, está empezando a ser más activo, yo siento que es importante estar ahí con él siempre".

A diferencia de una temporada de Grandes Ligas, el calendario de la NBA al igual que el de la NFL y la NHL ofrece más tiempo para que sus atletas experimenten y vivan el día a día de lo que es estar presente en las vidas de sus seres queridos. En vez de una gira de 15 días por diferente zonas horarias, podría pasar varios días entre juegos en Atlanta antes de partir a otro compromiso en la ruta. Por ejemplo, los Hawks regresarán a sus hogares la madrugada del venidero viernes luego de un partido en Philadelphia el jueves por la noche. Jugarán el sábado como locales contra Chicago y viajarán a Charlotte el próximo martes para un partido programado la siguiente noche.

"Imagínate nosotros jugamos la mitad del juego de béisbol. Eso también nos favorece. No tengo que estar fuera tanto tiempo", exclamó Horford, cuya lealtad en la pelota dominicana pertenece a las Águilas Cibaeñas.

"Pero yo trato de aprovechar el tiempo cuando estoy en la casa porque yo sé que me toca viajar y no puedo compartir igual con él", agregó el quisqueyano.

Ean, que cumplirá su primer año este próximo 23 de febrero, impresiona a su padre. Se da cuenta cuando su padre, el Todo Estrella, está a punto de despedirse antes dirigirse a la instalación de prácticas a otro viaje o al Phillips Arena para el partido de la noche.

Aunque no está tan lejos de correr por el camerino o la cancha, Ean ha gozado de cada visita al pabellón de los Hawks a pesar de que está muy pequeño para comprender todo lo que sucede a lo largo de 48 minutos.

"Lo hemos llevado varias veces y él muy emocionado. No sabe lo que está pasando, obvio, pero le gusta la gente, le gusta la pantalla gigante, ver la pantalla, y más que nada, estar fuera de la casa porque él, tan chiquito, no es que sale mucho".