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Gonzalo Aguirregomezcorta, ESPN Digital 8y

Byron Scott: ''Parecía que hubo una tapa en el aro'' ante el Jazz

LOS ÁNGELES -- De Los Angeles Lakers que le complicaron las cosas a Oklahoma City Thunder el viernes al equipo que cayó ante Utah Jazz este domingo hubo una cirugía estética desastrosa. Del encuentro en el que llegaron al tramo final (restaban 13 segundos) con un punto de desventaja ante el tercer mejor equipo de la Conferencia Oeste a la imagen de desatino ofensivo que evidenciaron ante el plantel de Salt Lake (32.6 por ciento de efectividad con 29-de-89 en tiros de campo) ha habido una mutación desalentadora.

Lo del Thunder no fue más que un espejismo. La realidad volvió a abrir las puertas del ridículo de par en par para mostrar la verdadera imagen de un equipo que deambula por la liga como el segundo peor plantel de la competición (8-31) sólo por detrás de Philadelphia 76ers. Sin Kobe Bryant, quien echó el resto ante el Thunder, ni D´Angelo Russell, que con 19 años de edad y tras haber mostrado menos virtudes de las esperadas --y una prepotencia indigna de un jugador con demasiado por demostrar-- los laguneros cayeron en el despropósito al que tienen acostumbrados a un respetable que todavía encuentra un ápice de motivación para llenar el Staples Center.

Los Lakers fueron incapaces de lograr consistencia anotadora, ni siquiera ante un Jazz que defendió e hilvanó jugadas a medio gas. Lou Williams volvió a ser el máximo anotador de los suyos con 18 puntos, ocho rebotes y seis asistencias. Le salvaron los tiros libres (7-de-9), ya que desde el perímetro (1-de-8) y en lanzamientos de campo (5-de-17) la cosa no estuvo como para tirar cohetes.

Byron Scott ha tenido que salir a dar explicaciones en las 31 ocasiones en las que su equipo ha perdido. En las dos últimas temporadas, el coach ha sufrido 92 varapalos en 121 partidos. Un 76 por ciento de los encuentros que ha dirigido a los Lakers han finalizado con resultado adverso. A pesar de ello, Scott siempre sabe dar una lectura positiva al fracaso de otra temporada insípida.

"Como les dije a ellos después del partido, creo que nuestro esfuerzo fue muy bueno, jugamos muy duro. Tuvimos un par de momentos en los que los lanzamientos entraban pero acaban saliendo de la canasta. Lanzaríamos de nuevo y pasaba lo mismo. Pareció uno de esos partidos en los que había una tapa en el aro", declaró.

El pívot, Julius Randle, dio el susto cuando se tuvo que marchar al vestuario durante el segundo cuarto por dolores en el pie. Regresó a la duela y finalizó el encuentro con 11 puntos y siete rebotes. Jordan Clarkson lidió con un Raúl Neto incisivo y alcanzó 14 puntos (6-de-19) para erigirse como el segundo máximo anotador de los Lakers y el jugador en quien más confió Scott al brindarle casi 38 minutos de juego.

"Tuvimos las oportunidades que quisimos pero no entraron. Es como si hubieran cubierto la canasta. Fue una de esas noches en las que competimos en los dos lados de la duela. Siento que podríamos haber sido más agresivos aunque tendríamos que haber ganado el partido", agregó.

Los Lakers volverán a su feudo el martes para medirse a los New Orleans Pelicans. La cita contará con los dos planteles con peor balance de la Conferencia Oeste.

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