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Los Nets vencen a los Knicks y se apoderan de Nueva York

NUEVA YORK -- No son todas las noches que un conjunto local sale airoso de su propio pabellón cuando es evidente que la mayoría del apoyo de 17,732 aficionados es dirigido hacia el equipo visitante, especialmente si ambas escuadras son de la misma ciudad.

Separados por unas cuantas paradas del metro que funciona las 24 horas del día, la bulla de los fanáticos de los New York Knicks superó el animo proporcionado por los aficionados de los Brooklyn Nets, pero al final de la noche no fue bastante para impulsar a los visitantes, quienes estuvieron sin los servicios de su Todo Estrella, Carmelo Anthony, cayendo con marcador de 110-104 ante el tercer peor equipo de la NBA el miércoles.

Los Nets, que el domingo habían despedido al entrenador en jefe Lionel Hollins y básicamente a su gerente general Billy King, a pesar de que fue una decisión denominada como una reasignación, pudieron remontar tras ceder una ventaja de 11 puntos iniciando la segunda mitad y se aferraron a una muy necesitada victoria que por fin le puso el freno a una cadena de seis derrotas.

Con una ventaja de 95-94 restando 2:59 en el juego tras una canasta por es escolta de los Knicks, Arron Afflalo, la defensa de los Nets, conocida esta temporada por rendir ventajas en el cuarto periodo, entonces intensificó su esfuerzo para doblegar a su archirrivales, forzando que fallaran siete disparos consecutivos en un tramo de dos minutos y treinta dos segundos.

Cuando Afflalo entonces marcó la próxima canasta faltando 27.2 segundos en el reloj de juego, Brooklyn cómodamente estaba por delante 104-98.

En sus primeras tres temporadas desde su traslado de Nueva Jersey a Brooklyn, los Nets han producido tres apariciones consecutivas en la postemporada. Pero ese éxito no se ha traducido hacia las gradas dentro de un pabellón donde el respaldo mayor cae sobre los equipos rivales.

Pregúntenle a los Golden State Warriors, Chicago Bulls, Cleveland Cavaliers, Los Angeles Lakers y San Antonio Spurs lo cómodo que es jugar en el Barclays Center.

“Bueno, seamos honestos, ahora mismo hay mucha fiebre de los Knicks en Nueva York. Yo lo entiendo”, afirmó el entrenador interino Tony Brown, cuya voz estaba ronca luego del primer triunfo de los Nets a domicilio desde el año pasado, el 10 de diciembre para ser exacto.

“Están jugando muy bien. Ellos tienen un buen grupo de chicos. Pero estamos tratando de conseguir la misma fiebre en nuestro edificio. Sabemos que tenemos una gran cantidad de gente cuando vienen otros equipos y juegan contra nosotros y llenan las gradas”, prosiguió el coach, cuyos Nets mejoraron su foja a 11-28. “Pero en partidos como este, va a ayudar a convertir nuestra base de aficionados. Si seguimos jugando por este estilo, ya sabes, vamos a llenar los asientos. Pero tenemos que mostrarles primero. Tomará tiempo. Pero esta noche fue un buen comienzo”.

Los Knicks (20-21) por tercera vez esta temporada jugaron sin la estrella del quinteto titular, su marca cayendo a 1-2 en esos encuentros.

Aunque el reserva Derrick Williams lideró a los Knicks con 31 puntos y lo hizo a su voluntad, a veces aprovechándose de las fallas defensiva de los Nets, la ausencia de Anthony, que no jugó por un esguince en el tobillo derecho, fue notable desde el principio del partido y además por la manera en que Brooklyn logró neutralizar al internacional letón Kristaps Porzingis, quien anotó 12 puntos a base de 5 de 17 disparos desde el campo.

Los 21.6 puntos que Anthony ha promediado en 38 partidos y la atención que genera con las dobles marcas que le presentan los esquemas defensivos quizás fue el factor determinante en la segunda derrota en siete partidos que experimentaron los Knicks desde la paliza de 27 puntos que les habían propinado los Bulls el pasado 1 de enero.

“(Anthony) siempre hace el partido más fácil para nosotros. Hoy lo hemos (extrañado)”, indicó Porzingis en una aparte con ESPN Digital. “He fallado muchos tiros. Pero en noches como esta, cuando no lo tenemos, yo tengo que meter más puntos y ayudar al equipo”.

Para el fenómeno letón, el partido en Brooklyn coincidió siendo su primero en la misma arena donde los aficionados de los Knicks lo abuchearon con fue elegido la noche del sorteo de novatos en junio de 2015.

Ahora se ha convertido en el príncipe de la ciudad, una figura prominente al lado de Anthony, el jugador franquicia.

“Yo creo que ya me conocen más. Han visto cómo juego y me están apoyando más que en el draft”, afirmó Porzingis entre risas. “Es buena la sensación, que incluso aquí en el Barclays, están apoyándonos a tope. Creo que fue más que la mitad que eran fans de los Knicks”.

No obstante, ese apoyo le padecía algo adicional para despistar a los Nets, que la mañana del miércoles anunciaron que el base titular Jarrett Jack había sido sometido a una exitosa operación para reparar el ligamento cruzado anterior que se le desgarró el 2 de enero en un partido contra los Celtics. Brooklyn no había ganado desde aquella tarde.

Brook López, que encabezó a los Nets con 20 puntos y agregó 8 rebotes, anheló lo especial que fuera si pudieran tener en el Barclays la “energía” completa de su propia fanaticada de ahora en adelante.

“Tenía vida y si podemos recibir algo así cada noche, podemos ganarnos el respeto y conseguir que la gente venga”, dijo. “Es grande alimentarse de, y como dije, si tenemos eso cada noche, sería una ventaja grande para nosotros”.