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81 puntos, la obra maestra de Kobe Bryant, 10 años después

El 22 de enero de 2006, Kobe Bryant compartió con el mundo su Mona Lisa, al realizar uno de los mayores logros individuales en la historia del básquetbol. He aquí el emocionante relato detrás de la virtuosa actuación de 81 puntos de Bryant.

81

El número se convirtió en sinónimo de la trayectoria de Kobe Bryant, al igual que el 8 o 24.

Las dos décadas de Bryant en la NBA están salpicadas de proezas: cinco campeonatos, siete Finales, quince viajes en la postemporada y demasiados galardones y distinciones individuales para mencionarlos aquí. Pero, para muchos, el juego de temporada regular contra los Toronto Raptors, hace diez años, continúa siendo la cúspide de uno de los basquetbolistas más importantes de todos los tiempos.

El 22 de enero de 2006, Bryant anotó 81 puntos en la victoria 122-104 de Los Angeles Lakers sobre los Raptors. Wilt Chamberlain, quien anotó 100 puntos con los Philadelphia Warriors en 1962, es el único jugador que supera a Bryant en puntos anotados en un solo juego de la NBA.

Este logro es de suma importancia para Bryant, quien está por completar su vigésima y última temporada de la NBA. Cuando les escribió una carta a los fans en noviembre del año pasado, anunciando su retiro, la fotografía detrás del texto era una de él saliendo de la cancha después de anotar 81 puntos, con el brazo derecho estirado con el dedo índice apuntando hacia el cielo. Cuando introdujo el lema "Conduce al villano, libera al héroe" para su última temporada con un video en línea, en la primera escena aparece anotando el punto 81 desde la línea de tiro libre.

"Honestamente, es testimonio del enorme poder de la imaginación", le dijo Bryant a ESPN.com a principios de este mes. "Hay muchos jugadores hoy en día que no creen que sea posible anotar 80 puntos. Piensas en 50, y si eres realmente bueno, 60. Nunca me puse ese límite. Nunca. Yo nunca, pero nunca, pensé de esa forma. Siempre creí que 80 eran posibles. Creí que 90 eran posibles. Creí que 100 eran posibles. Siempre. Considero que el juego es prueba de lo que sucede cuando no fijas ningún límite a lo que eres capaz de hacer".

Y gracias a esa mentalidad ambiciosa, Bryant fue capaz de ofrecer una de las actuaciones individuales más impresionantes en la historia de la NBA. Esta es la historia del juego en el que Bryant hizo que 81 fueran posibles, visto a través de los ojos de aquellos que formaron parte de esta hazaña.

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PARTE I: ‘UNA OPORTUNDIAD PARA FLORECER'

Los Lakers llegaron a los playoffs en cada una de las primeras ocho temporadas de Bryant. Después de que perdieron las Finales de la NBA en 2004, el entrenador Phil Jackson se marchó de forma poco amigable y el pívot estrella Shaquille O'Neal fue enviado al Miami Heat. La siguiente temporada, Rudy Tomjanovich renunció como entrenador después de 43 juegos, por motivos de salud, y los Lakers se perdieron la postemporada por segunda vez desde 1976. Tras marcharse de Los Ángeles, Jackson escribió un libro en el que describió a Bryant como "imposible de entrenar". Aun así regresó después de un año a petición de la ejecutiva de los Lakers, Jeanie Buss, con quien Jackson había estado saliendo desde 1999.

Kobe Bryant, escolta de los Lakers, 1996-presente: [Jackson] es un genio para el básquetbol, en términos de detalles del deporte, las dimensiones y el ritmo del juego. El básquetbol con él se juega a un nivel mucho más alto de lo que la gente comprende. Los jugadores no lo entienden hasta que lo viven y juegan bajo su tutela y la del [entrenador auxiliar] Tex Winter. Traté de jugar al más alto nivel con él.

Brian Shaw, entrenador auxiliar de los Lakers, 2005-11: Phil escribió en su libro cómo se sentía, y algunas cosas sobre la forma de ser de Kobe. Creo que Kobe sintió que había sido un abuso de confianza y, cuando se sentaron a platicar, Phil básicamente le dijo: "¿Puedes dejarlo atrás?" Y Kobe respondió: "Sí". A partir de ese momento, ya no hubo ningún problema.

Jeanie Buss, vicepresidenta ejecutiva de operaciones comerciales de los Lakers, 1999-2013; presidenta actual de los Lakers: Hay que recordar que, lo más importante para mí esa temporada era el regreso de Phil. Dado lo sucedido con el libro que Phil escribió, simplemente quería asegurarme de que Kobe y Phil estuvieran de acuerdo y que las cosas estuvieran bien entre ellos. Aparentemente coincidían y seguían el mismo camino.

Mitch Kupchak, gerente general de los Lakers, 1994-presente: Kobe estaba de acuerdo con que Phil regresara al equipo, y trabajó increíblemente duro para prepararse para esa temporada. Habíamos traspasado a Shaquille el año anterior, y Kobe tenía la oportunidad de desplegar sus alas y simplemente descubrir en su mente, y también en las nuestras, hasta dónde llegaría históricamente. Pudo haberse conformado con promediar 22 puntos por juego, sin embargo, se le presentaba la oportunidad de florecer. Quería demostrarle al mundo cuán grande era.

Laron Profit, escolta de los Lakers, 2005-06; actual entrenador auxiliar de Orlando Magic: Con el regreso de Phil esa temporada, creo que Kobe sintió que tenía algo que demostrar. Cuando me traspasaron de Washington a los Lakers ese verano, estaba en el horario de la Costa Este, y llegué a las instalaciones a las 7:00 de la mañana. No había nadie más que Kobe, quien había llegado a las 6:00 a. m. después de correr en la pista a las 5:00 a. m. Kobe no era solo un gran jugador ofensivo, esa temporada también fue un gran jugador defensivo. Estaba anotando 40 y defendiendo a tipos como Tracy McGrady, Vince Carter, Gilbert Arenas y Paul Pierce cada noche. Solía decirme, "Voy a demostrarte por qué hay una clara diferencia entre los demás y yo, porque voy a hacerlo bien en ambos extremos".

Rasheed Hazzard, scout de los Lakers, 2006-11; actual entrenador auxiliar de los New York Knicks: Recibí una llamada de un número bloqueado el día después del Día del Trabajo. Eran las 11:00 p. m. y era Kobe. Quería saber si le ayudaría en la cancha a las 5:30 a. m. Le dije que ahí estaría y llegué a las 5:20 a. m., pensando que había llegado temprano, pero él ya estaba ahí completamente sudado. Había contratado a un tipo únicamente para que le ayudara con los estiramientos ese año y le enseñara distintas formas de hacer calentamientos activos, así que ya había hecho eso y levantado pesas. Ya estaba completamente sudado diez minutos antes de la hora acordada de reunión y ya estaba listo para trabajar. Entonces comprendí que con Kobe las 5:30 a. m. eran en realidad las 4:45 a. m. Cuando terminamos, fue a entrenar a la pista. Cuando terminó en la pista, ejercitó sus abdominales, y después me reuní con él esa noche en la Universidad de California en Irvine para hacer más tiros. Nunca he visto a nadie trabajar tanto como él. Su sed de ser el mejor no tiene paragón.

Ronny Turiaf, ala-pívot de los Lakers, 2005-08: Esa temporada tenía una misión. Siempre estaba entrenando solo, trabajando en el gimnasio o practicando en la cancha. Siempre era el primero en llegar. No sé a qué hora dormía. Me llamaba a la 1 o 2 de la mañana para repasar algo y llegaba a la pista a las 5:00 a. m. Estaba dedicado a convertirse en el mejor jugador del mundo.

Kobe Bryant: Suena absurdo decirlo, al menos creo que la mayoría de la gente lo consideraría absurdo, pero anotar 81 puntos no me pareció asombroso. Espero que la gente no lo vea como arrogante o lo que sea, pero tienen que comprender que a mi edad en aquel momento [27] y en mi plenitud física, no era motivo de asombro. Después de trabajar tan duro todo el verano en la pista, hacer acondicionamiento físico y miles de tiros en suspensión al día, no fue sorprendente.

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PARTE II: ‘LO HARÉ CUANDO REALMENTE LO NECESITEMOS'

Un mes antes de jugar contra Toronto, Bryant venció por sí solo a los Dallas Mavericks en tres cuartos 62-61 (la ventaja de los Lakers era 95-61). Bryant jugó solo 33 minutos esa noche y estuvo en el banquillo el último cuarto del abultado triunfo sobre los futuros campeones de la Conferencia Oeste. Al término del juego se le preguntó que con cuántos puntos hubiera terminado si hubiera jugado el cuarto cuarto, Bryant se encogió de hombros. "Posiblemente 80", respondió. "Cogí un muy buen ritmo".

Brian Shaw: Después del tercer cuarto, los jugadores estaban en el banquillo y los entrenadores se agruparon en la cancha. Phil me pidió que le preguntara a Kobe si quería seguir jugando para tratar de llegar a 70 y después salirse del juego. Así que me acerqué a Kobe y le dije: "Oye, el entrenador quiere saber si quieres jugar los primeros minutos del cuarto cuarto, sumar 70 puntos y después salirte". Miró el marcador y dijo, "No, lo haré en otro momento". Lo miré y me molesté un poco. Dije: "¡¿Qué?! Tienes la oportunidad de hacer 70 puntos. ¿Cuánta gente puede decir que ha anotado 70 puntos? Solo quédate los primeros minutos y haz otros ocho puntos, llega a los 70 y después te sales del juego". Él dijo: "Lo haré cuando realmente lo necesitemos. Lo haré cuando realmente importe".

Kobe Bryant: Brian estaba molesto. Me decía: "¿Estás loco? ¿Sabes cuántos puntos podrías hacer esta noche?" Simplemente le dije, "Lo haré cuando realmente lo necesitemos". Brian me decía, "¡¿Qué?!" Lo dije sin pensarlo mucho, porque había entrenado extremadamente duro y las herramientas físicas estaban ahí. Simplemente sentía que volvería a tener otro juego como ese.

Jeanie Buss: Me molesté mucho con Phil después del juego, de regreso a casa. Le dije, "¿Por qué lo sacaste?" Dijo que había sido porque había sido un juego muy disparejo. Dijo, "El básquetbol no se trata de eso". Y le dije, "Sí, pero pudo haber establecido un récord". Solo recuerdo haber estado molesta con Phil. Quería que dejara a Kobe hacer lo que quisiera. Era realmente divertido verlo.

Phil Jackson, entrenador de los Lakers, 1999-2004, 2005-11; presidente actual de los New York Knicks: Sé que a la gente en [Los Ángeles], particularmente, les gusta ver a Kobe jugando así, a todos nos gusta. Kobe hubiera podido seguir atacando si el juego hubiera sido significativo, inmejorable y hubiera estado reñido, pero la ventaja de más de 30 puntos en ese momento, no era significativa.

Mark Cuban, dueño de los Mavericks, 2000-presente: Recuerdo haber estado muy molesto porque realmente no pudimos hacer nada para detenerlo. Él solo anotó más puntos que nosotros en tres cuartos. Lo que hizo fue increíble.

Laron Profit: En realidad yo entré en lugar de Kobe en el cuarto cuarto y me desgarré el tendón de Aquiles. Creo que después [en el 2013], supo que se había desgarrado el suyo porque vio lo que me sucedió a mí. Estaba en el mismo lugar de la cancha, y nuestras reacciones fueron muy similares.

John Black, vicepresidente de los Lakers, relaciones públicas, 1989-presente: Quién sabe cuánto hubiera anotado si hubiera jugado el último cuarto. Estaba encantado de haber ganado, pero recuerdo haberme sentido mal por Kobe, porque fue una paliza y no una diferencia de dos puntos. Estuvo tan cerca de alcanzar el récord de la franquicia de Elgin Baylor de 71 puntos. No estábamos pensando en 81; en aquel momento estábamos pensando en ese récord.

Josh Rupprecht, gerente de relaciones públicas de los Lakers, 2003-13; actual director atlético adjunto, comunicaciones de la UCLA: En ese juego pudo haber anotado los 81 puntos si hubiera jugado el último cuarto. A la gente le gusta comparar esos dos juegos. Es como elegir a tu banda favorita. A mí me gusta mencionar el 62, porque es la banda que nadie aprecia.

Jalen Rose, alero de los Raptors, 2003-06; actual analista de ESPN: Kobe Bryant estaba imparable ese año en la liga. Anotó más de 40 puntos en numerosos juegos. Un mejor juego que el de los 81 puntos -sí, así es, porque no éramos un equipo de playoff; no éramos competitivos- fue en el que logramos 62 puntos en tres cuartos contra los Dallas Mavs, un equipo que llegó a las Finales de la NBA. Eso está complicado.

Kobe Bryant: Así me sentí la temporada completa. Esa temporada sucedió algo raro, mis habilidades físicas coincidían con el aspecto mental del juego.

Brian Cook, alero de los Lakers, 2003-07: Estaba pasando por un excelente momento. Podía anotar cuando él quería, y sabía que nadie podía detenerlo. Siendo honesto, en ocasiones los demás jugadores del equipo simplemente lo observaban y aprendían de él, porque lo que estaba sucediendo era tan especial.

Bill Macdonald, locutor de Fox Sports West/Prime Ticket, 1985-2012; actual comentarista de Lakers TV: Tenían a Kobe y a un grupo de jugadores. Sabíamos que para que ellos jugaran, Kobe tenía que volverse completamente loco. ¿Quién más iba a anotar en ese equipo? ¿Smush Parker? ¿Chris Mihm? ¿Kwame Brown? Es asombroso lo que considerábamos normal esa temporada.

Mychal Thompson, analista de radio de los Lakers, 2003-presente: Era un equipo que en realidad no iba a ningún lugar ese año, y Kobe hizo que fuera interesante ir al estadio todas las noches. Sabías que si se metía en alguna de las zonas, cualquier cosa podía ocurrir.

Mitch Kupchak: Fue el segundo año de la reconstrucción y el primer año del regreso de Phil, así que seguíamos encontrando nuestro camino como equipo. Debíamos adaptarnos con muchos jugadores nuevos. Era una clara reconstrucción y necesitábamos todo lo que Kobe pudiera aportar. No siempre fue suficientemente bueno, pero tuvo un año extraordinario. Desde el punto de vista de diversión, fue increíble. Sabías que estabas presenciando algo único ese año.

Laron Profit: Phil sabía lo que Kobe podía hacer, pero también quería hacer hincapié en el equipo. Recuerdo que estábamos en una sesión de entrenamiento viendo videos, y Kobe estaba haciendo muchos tiros en ese juego -repito, muchos tiros- y Phil pausó el video. Relató una historia en la que Miles Davis y John Coltrane se encontraban en el estudio, y Coltrane hizo un solo, un solo simplemente increíble, y al final Miles le dijo: "Escucha, a veces tienes que saber cuándo detenerte". Estaba haciendo referencia a que Kobe tenía que pasar la pelota en ocasiones, pero la forma en la que nos lo dijo nos tenía doblados de risa. Todos sabíamos lo que estaba diciendo.

Luke Walton, alero de los Lakers, 2003-12, actual entrenador interino de los Golden State Warriors: Todos sabíamos lo que Phil quería hacer, pero Kobe era el mejor jugador del mundo. Cuando se metía en una zona, lo cual era frecuente esa temporada, las defensas no podían hacer nada para detenerlo. Se hacía cargo de los juegos cuando el resto de nosotros teníamos problemas, pero nunca llegaba con esa estrategia. Simplemente sucedía de forma natural.

Spero Dedes, comentarista de radio de los Lakers, 2005-11: Fue mi primera temporada con el equipo. Yo tenía 26 años en aquel entonces y apenas dos meses en el trabajo, y él anotaba una tal cantidad de puntos, que se volvía aburrido hasta cierto punto. Fue la primera vez que pensé en comprar un diccionario de sinónimos de bolsillo, porque me estaba quedando sin superlativos para describir lo que estaba haciendo. Y no me estoy tratando de hacer el listo. Estuve a punto de comprarlo. Simplemente no podía saber lo que iba a ver esa noche o cómo lo iba a describir. Era un reto.

Kobe Bryant: En ese equipo, esa temporada, en la mayoría de los juegos tuve que hacerme cargo, aunque no llegué a ningún juego con un plan. Solo leía los movimientos y observaba lo que estaba sucediendo. Eso fue básicamente lo que sucedió contra Toronto.

PARTE III: ‘EN EL PAPEL, EL JUEGO NO PROMETÍA MUCHO'

El 22 de enero del 2006, fue el domingo del Campeonato de Conferencia de la NFL. Los Seattle Seahawks y los Pittsburgh Steelers avanzaron al Súper Tazón XL. Un juego entre los Lakers (21-19) y los Raptors (14-26) era secundario para los fans del deporte, incluso varios comentaristas del equipo le dieron poca importancia. Joel Meyers, el comentarista de televisión habitual de los Lakers, estaba en Seattle haciendo la llamada por radio para el Juego de Campeonato de la NFC. El fotógrafo de los Lakers y la NBA, Andrew Bernstein, tomó fotografías del primero de los dos juegos del Staples Center ese día, entre Los Angeles Clippers y Golden State Warriors, antes de marcharse para pasar el resto del día con sus hijos. Mark Heisler, redactor de la NBA de Los Angeles Times, quien terminó escribiendo una columna sobre el juego, originalmente tenía el día libre. Ni siquiera Jack Nicholson estaba presente en su ubicación preferencial esa noche.

John Black: Parecía un domingo cualquiera, en el que se jugaría un juego nada fuera de lo común. Éramos un equipo de playoff, pero no éramos un equipo de campeonato, y Toronto no era un equipo bueno; no eran llamativos. No había nada de ese juego que fuera tentador. Era solo un juego más de finales de enero, el periodo más lento de la temporada.

Josh Rupprecht: Los juegos de enero suelen ser los más lentos de la temporada de la NBA. Recuerdo haber dicho en cierto momento, "¿Puedes creer que la gente haya pagado para ver este juego?" Sé que hay mucha gente que asegura haber estado en ese juego, pero que en realidad no estuvo, porque cuando terminó la gente estuvo llamando a nuestra taquilla pidiendo los talones de las entradas.

Chuck Swirsky, narrador de televisión/radio de los Raptors, 1998-2008; actual narrador de radio de los Chicago Bulls: Era una noche de domingo bastante ordinaria en el Staples Center. Siempre que asistes al Staples Center para ver un juego de los Lakers, ves celebridades, pero esta vez no había ninguna. Jack no estaba ahí. Dyan Cannon no estaba ahí. Heather Locklear no estaba ahí. Absolutamente nadie. Creo que Andy Dick sí estaba.

Andy Dick, actor, comediante: Me invitó un amigo mío, a sentarme a pie de cancha, y estaba a tres o cuatro asientos de Kobe. Nunca antes había ido a un juego y no he vuelto. Fue simplemente un golpe de suerte. Me invitaron hasta el último segundo, porque la pareja de Joe no pudo ir. No entendía qué es lo que estaba sucediendo. Era muy teatral. Me dejé llevar por el momento. Kobe era la única persona que reconocía. Estaban cayendo una por una. No sigo el básquetbol o los deportes, pero estaba gritando porque el resto de la gente lo estaba haciendo. Kobe me agradeció en cierto momento por lo fuerte que estaba gritando su nombre. Realmente siento que lo llevé a su máximo nivel esa noche, y nunca he regresado desde entonces. Si alguien me invitara de nuevo, sí iría.

Joe Francis, creador de "Girls Gone Wild": Conocí a Andy al azar. Había un juego de los Raptors el domingo. No era un juego muy atractivo para mucha gente en L.A. pero el ambiente era electrizante. Recuerdo que el árbitro me pidió que me saliera de la cancha en un par de ocasiones después de chocarla con Kobe. Le pedí que firmara mi entrada al término del juego. La tengo guardada en algún lugar.

Bill Macdonald: Recibí la llamada un par de semanas antes para informarme que iba a narrar el juego. Era la primera vez que iba a narrar para los Lakers. Ya era el presentador de los programas antes y después del juego. Era mi sueño desde siempre. Pensé que sería la única oportunidad que tendría de hacerlo, y quería divertirme. Era un domingo que nada tenía de especial. Los Lakers estaban jugando muy mal y contra los Raptors, que no valían nada. En el papel, el juego no prometía mucho. Muchos abonados probablemente regalaron o vendieron sus entradas. En ese momento fue fácil para Joel tomar la decisión de ir al Juego de Campeonato de la NFC en Seattle. Recuerdo haberle agradecido a Joel dos o tres veces, de manera amable, durante la transmisión.

Joel Meyers, comentarista de Lakers TV, 2003-11: No estaba ahí porque me contrataron las noches de domingo para hablar de futbol americano con Bob Trumpy, hasta el Juego de Campeonato de la NFC en CBS Radio. Pero lo estaba siguiendo. Mis hijos me llamaban y me contaban lo que estaba sucediendo de forma regular. Estaba realmente contento por Kobe más que otra cosa, y no me sorprendió. Era uno de los mejores basquetbolistas que había visto.

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PARTE IV: ‘LA ZONA, NO FUNCIONÓ TAN BIEN'

Los Lakers llegaron al juego en séptimo lugar de una cargada Conferencia Oeste. Habían perdido dos juegos de forma consecutiva contra Sacramento y Phoenix, en los que Bryant anotó 88 puntos en conjunto, y no podían permitir otra derrota en casa ante un colero de la Conferencia Oeste. Natalia, la hija de Bryant, había cumplido 3 años el 19 de enero, cuando los Lakers estaban en Sacramento.

Kobe Bryant: Tuvimos una fiesta de cumpleaños en la casa el día anterior al juego [contra los Raptors] a la que asistieron familiares y amigos. Fue un gran día con pinturas faciales y todas esas cosas. Esa noche, la fisioterapeuta fue a mi casa a trabajar en mi rodilla, porque me estaba dando muchos problemas. Así que trabajaron en mi rodilla y pedí una pizza de peperoni y una bebida de uva. Me la terminé esa noche.

Jalen Rose: Nuestra estrategia contra los Lakers en un inicio, en realidad iniciamos en una zona 2-3. Éramos un equipo que no tenía demasiado peso al frente. Así que los entrenadores decidieron que la mejor forma de jugar contra los Lakers sería mantenerlos en un perímetro, y ellos pensaron que una zona 2-3 sería el remedio. La zona, no funcionó tan bien. Lo que termina sucediendo en la NBA cuando no estás presionando pases, cuando no estás defendiendo tiros, permites que un jugador encuentre el ritmo.

Kurt Rambis, entrenador auxiliar de los Lakers, 1994-99, 2001-09; 2013-14; actual entrenador adjunto de los New York Knicks: Jugaron en la zona y tenían a muchos defensas intentando controlarlo, pero no hicieron mucho para sacarlo de ritmo. Se mantuvo prácticamente todo el juego en ritmo. Recuerdo haber pensado durante el duelo que no lo estaban desconcentrando y estaba haciendo tiros desde cualquier parte de la cancha. Se veía tan fácil lo que estaba haciendo. Llegaba a cualquier lugar de la cancha.

Kobe Bryant: Simplemente estaba ignorando mi rodilla. La rodilla me estaba molestando. Así que al inicio del juego, estaba haciendo las cosas con calma. Hubo una posesión al principio del juego, en la que conduje la pelota a la línea de fondo y simplemente hice una bandeja. Desde esa primera posesión, sabía que si podía seguir así, sería una gran noche porque sus rotaciones eran extremadamente lentas. Para mí picar el balón dos veces y llegar a la canasta, significaba que realmente podía hacer daño. Comencé a notar esas cosas, y después comencé a atacar y sondear un poco, y después los tiros en suspensión comenzaron a entrar. Empecé a agarrar el ritmo y mis rodillas comenzaron a relajarse, y simplemente no podía parar.

Brian Shaw: El equipo que teníamos iba de arriba a abajo. La forma en la que estábamos jugando en la primera mitad, merecíamos los abucheos, y eso encendió a Kobe. Recuerdo que salimos sin energía y comenzamos perdiendo. Mike James estaba haciendo un gran juego para ellos. Hizo algo así como seis triples seguidos y estaba encestando todos sus tiros. Creo que hizo casi 30 puntos [26] esa noche. Este no fue como el juego de Dallas, en el que íbamos ganando por 30 puntos. Íbamos abajo en el marcador y tuvimos que remontar.

Kobe Bryant: Estábamos extremadamente lentos, pero en esa época, podía correr todo el día. Estaba extremadamente fuerte. Sentí que si mis compañeros de equipo no iban a jugar, yo solo podía sacar el juego, especialmente esa noche por sus rotaciones defensivas. Sabía que podía agarrar el ritmo muy rápido, podía controlar el juego, podría anotar en cualquier momento y podía llegar a la línea de tiro libre cuando quisiera. Así que sentía que si me mantenía concentrado en lo que quería hacer, podía hacer que nos metiéramos de nuevo en el juego.

Brian Shaw: Una vez que se metía en una zona, jalaba a todos. Chris Mihm y Kwame Brow eran pívots bastante físicos, pero no eran opciones para marcar en el ataque. Smush Parker sumó algunos puntos de vez en cuando, pero no tenía consistencia. Kobe debía hacer la mayor parte de las anotaciones para sacar al equipo adelante.

Kobe Bryant: No jugué los primeros seis minutos del segundo cuarto. Pude haber hecho 14-15 puntos en esos seis minutos. Fácilmente pude haber anotado 40 puntos en la primera mitad gracias a la forma en la que estaba jugando. Simplemente debía mantenerme concentrado en lo que estaba sucediendo en la cancha y no preocuparme por el marcador, los abucheos del público o cosas así.

Devean George, alero de los Lakers, 1999-2006: Phil estaba muy tranquilo en el medio tiempo. Por lo general lo estaba. Habló sobre los cambios y, en un momento, sonrío y dijo: "¿Están perdiendo por 14 puntos contra este equipo? Ustedes son mejores que eso". Era Phil. Así que creías cualquier cosa que Phil decía.

Devin Green, alero de los Lakers, 2005-06: Recuerdo que en el medio tiempo Phil nos miró y dijo: "¿Van a regalar este juego? Este equipo no es mejor que nosotros". Kobe estaba sentado frente a su locker y estaba silencioso. No decía nada.

Kobe Bryant: Realmente no presté atención a lo que estaban diciendo. Estaba concentrado en mis propios pensamientos y en mi propia zona. No estaba chocándola con nadie. No hablaba con nadie. Simplemente sentí que estaba en una dimensión distinta. Nada más importaba. Todo era irrelevante. Realmente no estaba pensando en el marcador. Estaba tratando de meternos en el juego de nuevo. Íbamos perdiendo por 18 puntos en el tercer cuarto. Recuerdo al final del tercer cuarto que le saqué el balón al equipo contrario y con dificultades mantuve la pelota en la banda, y después hice una clavada y dije: "Estamos de vuelta en el juego y vamos a ganarlo". Ese fue el verdadero momento decisivo. Esas son las jugadas que realmente cambian la dinámica, las jugadas que requieren un gran esfuerzo. Ese fue el momento en el que supe que ganaríamos el juego.

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PARTE V: ‘ESTO ES LO QUE SE SUPONE QUE DEBO HACER'

Los aficionados locales abuchearon a los Lakers en la primera mitad, quienes iban perdiendo 63-49 cuando llegó el descanso. Bryant sumaba 26 puntos en el medio tiempo, pero contaba con poca ayuda. Los Raptors aumentaron su ventaja a 18 puntos durante el inicio del tercer cuarto, antes de que Bryant tomara el control. Anotó 27 en ese periodo, que terminó con los Lakers arriba 91-85.

Mike James, base de los Raptors, 2005-06: Recuerdo que en el tercer periodo, Kobe sumaba 50 puntos, y le pedí al entrenador Sam Mitchell: "Permíteme marcarlo". Su respuesta fue: "No quiero que lo marques porque no quiero que tengas problemas por faltas". No podía creer que eso fuera lo que pensábamos en ese momento. No fallaba desde ningún punto de la cancha, así que yo simplemente trataba de elaborar una estrategia para detenerlo. Parecía como si todos los demás jugadores de mi equipo estuvieran tan asombrados como los aficionados que presenciaban el juego.

Jalen Rose: Se discutió acerca de quién debería marcar a Kobe, pero ¿qué les parece esto? Miren su plantilla, ¿y quiénes son ellos? No hay mucho de qué hablar. Mi opinión es, y lo dije en múltiples ocasiones durante ese juego, ¿por qué no consideramos hacerle una doble marca? De hecho, ¿una triple marca? Permitan que Smush Parker, Luke Walton y... ¿qué les parece esto? ¿que alguien más en las gradas realmente les gane? No recibimos el memorándum. Una vez que se calentaba, estaba acabado.

Chuck Swirsky: Sam Mitchell probó a todos contra él. Mo Peterson lo cubría. Mike James lo cubría. Jalen Rose lo cubría. José Calderón lo cubría. Incluso Matt Bonner lo cubría. Mandamos a la brigada entera para cubrir a Kobe, y acabó con todos. Por sí solo derrotó a un club entero de la NBA. Hasta la fecha, es la hazaña más grande que he visto.

Jalen Rose: Fue el total acabose. Todos los jugadores asediaban a Kobe Bryant. Pero eso no tuvo mucha importancia. ... Una vez que la grandeza de un jugador sale a relucir, no hay forma de ponerle el alto.

José Calderón, base de los Raptors, 2005-13; actual base de los Knicks: La gente siempre me pregunta: "¿Cómo fue posible el haberle permitido a un solo tipo anotar 81 puntos?" Porque íbamos ganando casi todo el juego. Él puede seguir anotando mientras nosotros sigamos arriba en el marcador. Sí, él nos está matando, pero el resto del equipo no está haciendo nada, y vamos ganando. No pensamos que seguiría anotando de esa manera. Se elevaba por todos lados. Daba igual defender o no defender. Cuando levanté la vista y me di cuenta de que tenía 79 puntos en el cuarto periodo, no lo podía creer. En ese momento pensé que a mí me tomaría 12 o 14 juegos conseguir eso.

Kobe Bryant: Los tiros que hice en ese partido son los mismos que practico todos los días. A lo que me refiero es que practico mil tiros al día, absolutamente todos los días. Si practico tanto, por supuesto que voy a encestar. Claro que hago esos pull-ups. Los he hecho mil veces al día. No era algo donde me decía: "Esto es algo del otro mundo". No, eso es precisamente lo que se supone que debo hacer.

Chuck Swirsky: Algunos de nuestros jugadores preguntaron, ya en privado después del partido, por qué no habíamos hecho una doble marca. Por qué no hicimos algo para evitar que anotara o para obligarlo a pasar la pelota, pero pienso que eso no hubiera servido de nada. No tenía una lasca sobre el hombro; tenía una roca del tamaño de Mount Rainier.

Mike James: Nuestra estrategia fue la cosa más frustrante. Tratas de apegarte al plan de juego del entrenador y a su filosofía, y si él te dice que no hagas un doble marcaje, no puedes simplemente reunir al equipo, contra la voluntad del entrenador y decir: "Olviden lo que dijo, vamos a hacer un dos contra uno". Tal vez en esa ocasión debimos habernos rebelado y actuar en contra de la voluntad del entrenador, y, en lugar de defender suavemente, lo debimos haber acorralado cada vez que tocaba la pelota y habernos vuelto más físicos con él.

Matt Bonner, alero de los Raptors, 2004-06; actual alero de los San Antonio Spurs: Estuvimos arriba en el marcador durante prácticamente todo el partido; recuerdo que en un momento determinado el entrenador dijo: "Puede anotar 100 puntos. Mientras nosotros ganemos el juego, eso es todo lo que me preocupa". Esa filosofía funcionó bien durante la mayor parte del juego, pero en un momento determinado él se calentó más de la cuenta, y la situación se volvió en contra de nosotros.

Brian Shaw: Yo miraba la cara de Sam Mitchell y las de los jugadores de Toronto. Ningún jugador quiere representar el papel secundario en la película de los momentos más destacados de alguien. Parecía como si estuvieran jugando para no figurar en esa cinta.

Mike James: Yo, personalmente, estaba enfadado con todo el equipo. Yo no dejaba de mirar las caras de todos; casi todo el mundo se convirtió en porrista esa noche, desde nuestros jugadores titulares hasta el banquillo. Él nos despojó de nuestro deseo de ganar. Todo el mundo era su fan esa noche. Todos vitoreaban a Kobe. Era casi como si mi equipo quisiera verlo encestar. Esa ha sido una de mis peores noches en la historia del basquetbol. Lamento mucho el haber sido partícipe de esa horrible experiencia.

Darrick Martin, base de los Raptors, 2005-08; actual analista de radio de la UCLA: Lo que más recuerdo es que mi hermano menor se encontraba entre el público y animaba a Kobe. Le lancé una mirada asesina, y él me miró como diciendo: "¡Qué me importa!". Él cantaba: "¡Ko-be! ¡Ko-be! Ko-be!" Después del partido, le dije que ya no le iba a dar más entradas, a lo que me contestó: "No me importa. Tengo la entrada a uno de los juegos más famosos de todos los tiempos". Mi mamá le daba empujoncitos para que guardara silencio.

PARTE VI: ‘'SIMPLEMENTE ATACABA'

Antes del partido, Bryant se encontraba frustrado con los árbitros, porque no le estaban marcando las faltas cuando los defensas eran demasiado físicos. Jackson le dijo a Bryant que se tomara el día libre en Phoenix, pero en su lugar se reunió con Shaw para practicar jugar con contacto.

Brian Shaw: Jugué de defensa contra él, y él mismo se lanzaba el balón y hacía un movimiento de poste, y me decía que le golpeara los brazos y codos y jalara sus brazos hacia abajo lo más fuerte que pudiera. Hacía una jugada, yo le jalaba el brazo hacia abajo y me decía: "¡No! Hazlo lo más fuerte que puedas... ¡más fuerte que eso!" Así que literalmente golpeaba sus brazos y codos con todas mis fuerzas cuando intentaba hacer un tiro, e hicimos eso por cerca de 20 minutos. Al principio, batallaba para levantar el balón, pero después llegó al punto en que con su fuerza pudo superar todo lo que le estaba haciendo y encestar. Estaba acertando todos los tiros consistentemente.

Devean George: Cuando tenía suerte o estaba enojado, es cuando se encendía. Se alimentaba de eso. Realmente lo elevaba. A esas alturas ya estaba todo escrito.

Kobe Bryant: Mo Peterson me picó el ojo al inicio del cuarto periodo. No marcaron falta, y a mi me señalaron una falta técnica por quejarme. Me molesté. Sentí que Mo Pete estaba intentando hacer algo para detenerme. Iba a ingeniárselas para ponerme un alto, y los árbitros no me protegerían. Así que para mí, independientemente de que sea cierto o no, es lo que sentí en el momento. Supe que Mo estaba esforzándose por detenerme, y como no pudo jugar su posición de defensa conmigo me picó el ojo e intentó quitarme el ritmo, pero lo único que logró fue enfurecerme aún más. Después de eso, tome vuelo.

Brian Shaw: volteaba a ver a Jalen Rose y a Mo Peterson, y a algunos de los otros jugadores que marcaban a Kobe, y repetía una y otra vez: "¡Que lo expulsen! ¡Que lo expulsen! No dejes que te siga haciendo eso". Kobe los estaba poniendo a bailar por muchos motivos: triples, mates, media distancia, tiros libres, todas las maneras posibles para encestar, las puso en práctica durante ese partido.

Kobe Bryant: Lamar [Odom] me estuvo diciendo durante un tiempo muerto: "No puedes hacer 60". Y luego regresaba después del siguiente tiempo muerto y decía: "No puedes hacer 70". Y para el siguiente, solo me volteó a ver y me dijo: "¡Qué demonios, ve por los 80!" Lo escuché, pero no le estaba prestando atención realmente. Estaba muy concentrado en lo que estaba haciendo y sumergido en mi propia burbuja. Simplemente atacaba.

John Black: Recuerdo decirle a Josh Rupprecht en la segunda mitad: "Va a alcanzar los 50". Luego dije: "Va a conseguir 60". Y luego un par de minutos después dije: "Este hijo de ---- va a encestar 70. Va a romper el récord de Elgin Baylor". Sucedió tan rápido. Ni cuenta nos dimos y ya había alanzado los 80. Salió de la nada. Subió de 51 a 81 puntos como si nada. No estoy seguro de qué tanto del partido vio Josh, porque estaba muy ocupado con la guía de medios viendo qué récords se estaban rompiendo.

Josh Rupprecht: Estaba leyendo línea por línea los récords, y están Wilt y todos los demás. Así que recorriendo la lista, iba subiendo rápidamente hasta quedar en segundo lugar después de Wilt.

Chris Bosh, ala-pívot de los Raptors, 2003-10; actual ala-pívot del Miami Heat: Parecía como si estuvieran multiplicando sus puntos, se iban sumando increíblemente rápido. Estaba sentado pensando: "Subí y bajé dos veces y sus puntos subieron de 50 a 60. ¿Qué demonios?" Así es como estaba jugando. Se apoderó del juego.

Devean George: Los jugadores comprendían lo que estaba pasando. Todos estábamos pensando, "No voy a ser el que comience a hacer tiros cuando alguien está encestando todos". Nadie quería ser abucheado por el público. El balón tenía que ir hacia Kobe. Confiemos en la mano caliente y atestigüemos algo nunca antes visto. Todos sabíamos lo que estaba pasando.

Kobe Bryant: Fue una sensación extraña durante los últimos minutos del juego. Todos en la cancha me volteaban a ver. Era como si nadie más pudiera hacer un tiro. Si alguien intentaba lanzar el balón, iba a ser abucheado. Es una sensación extraña estar ahí jugando cuando eso pasa. No recuerdo nunca haber sentido la cancha tan electrizante, sintiendo que están viendo algo histórico. Es extraño. Como jugador, escuchas y sientes la energía, y tienes que montar esa ola sin salirte de ahí y apreciar el momento, porque no quieres perder el ritmo.

Phil Jackson: No llevaba el recuento de sus puntos, y cuando me voltee [hacia el asistente Frank Hamblen] y dije, "Creo que es momento de sacarlo", él me dijo: "No creo que puedas. Lleva 77 puntos". Así que lo dejamos hasta que alcanzó los 80.

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PARTE VII: ‘DEBÍ HABER ANOTADO 90 PUNTOS O MÁS'

El pase del alero de los Raptors Pape Sow a Joey Graham fue fuera de banda, con 4.2 segundos remanentes, lo que le permitió a Bryant una última oportunidad de grandeza. Devin Green sustituyó a Bryant, quien ostentaba la segunda puntuación mas alta en medio juego, con 55 puntos, por debajo de Chamberlain quien anotó 59.

Brian Shaw: La gente no recuerda a Devin Green, pero cuando muestran los momentos más destacados de ese juego, aparece como relevo de Kobe al final. Cuando Kobe sale de la cancha, Devin Green lo abraza y Kobe eleva un dedo en el aire. Esa es la imagen que siempre se muestra del partido.

Devin Green: Fue una de las ocasiones en las que los astros se alinearon correctamente. La pelota salió por la banda, y me encontraba sentado en el extremo de la banca cuando escuché la rasposa voz de Phil llamar mi nombre. Así que me levanté y entré mientras Kobe recibía una ovación de pie. Sentí la energía de Los Ángeles en ese momento. Lo abracé y salió de la cancha. Sentí un tremendo respeto. Con 81 puntos, hombre, le tenía que dar un abrazo.

Kobe Bryant: Realmente no sabía lo que había sucedido hasta que salí de la cancha y escuché el número.

Sasha Vujacic, base de los Lakers, 2004-10; actual base de los New York Knicks: Sigo enojado con él porque debió de haber anotado 84. Falló mi última asistencia. Le dije eso en múltiples ocasiones, pero dijo que 81 sonaba mejor.

Lawrence Tanter, presentador de los Lakers, 1982-presente: Por primera vez en mi carrera, anuncié cuántos puntos había hecho un jugador al momento que salía de la cancha. Normalmente, lo haría solo después del juego. También recuerdo haber hecho un comentario al término del partido, y no sé por qué hice, porque nunca antes lo había hecho, pero dije: "Damas y caballeros, guarden su entrada como prueba de que estuvieron presentes en esta extraordinaria velada". Me llevé a casa una copia del cuaderno del marcador, porque nunca olvidaré cómo se le dificultó a John Radcliffe, el marcador oficial, ir anotando todos los números. No es suficientemente grande. Su cuaderno parecía un tablero de parchís. Le decía continuamente: "John, escribe más pequeño".

Patrick O'Neal, locutor de Fox Sports West, 2000-presente: Fui el primero en entrevistarlo en la cancha después de que encestara 81 puntos y se trasmitió en el estadio. Los espectadores estaban encantados. Ese fue el momento culminante de mi carrera.

Mychal Thompson: Sabía que no iba a alcanzar los 100 puntos, pero esperaba que pudiera llegar a los 90. No tuvo suficiente tiempo para anotar 100, pero realmente pensé que 90 eran posibles. Probablemente él concuerde conmigo.

Kobe Bryant: Debí haber anotado 90 puntos o más. Fallé dos tiros libres después de hacer 62 seguidos. Estuve desmarcado en ocasiones. Tuve muy buenas oportunidades que fallé. Pude haber logrado más. Fallé muchas oportunidades sencillas. Yo creo que hacer 100 puntos era posible. Sinceramente lo creo. Si no hubiera estado en la banca esos seis minutos en la primera mitad, quizá lo hubiera logrado.

Bill Macdonald: Recuerdo cuando el público le estaba dando una ovación de pie a Kobe, Stu [Lantz] se quitó los auriculares, los colocó sobre la mesa y aplaudió con el resto de la gente. Nunca había hecho eso.

Stu Lantz, analista de Lakers TV, 1987-presente: Nunca había hecho algo así por ningún jugador, y eso que he visto a algunos de los mejores jugadores. Después de tanto tiempo, no había nada que no hubiera visto, todo era casi una rutina. Eso no fue algo de rutina. Tuve que ponerme de pie y apoyarlo. No guardé objetos de recuerdo. Casi nunca guardo cosas, pero sí tengo una foto enmarcada de él en su último tiro libre en ese partido, la cual me autografió. Mi esposa me insistió en tener algo de ese partido.

Phil Jackson: No es precisamente la manera en que quieres que el equipo gane el juego, pero cuando debes hacerlo, es grandioso tener la artillería para hacerlo. He visto algunos juegos increíbles, pero nunca antes algo como eso.

Jeanie Buss: Después del partido, Phil permaneció callado. Sabía que había presenciado algo realmente especial. Sabía lo casi imposible que era marcar 81 puntos. Sabía que se había hecho historia esa noche, y estaba feliz de haber tenido asientos en primera fila para verlo. Creo que ese momento fue un punto de inflexión para Phil y Kobe, que definió cómo sería su relación esa temporada. Creo que ambos se admiraron inmensamente el uno al otro cuando se reencontraron.

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PARTE VIII: ‘DE LO ÚNICO QUE QUERÍAN HABLAR ERA DEL 81'

Aunque no haya sido un récord de liga, el juego de 81 puntos de Bryant fue inmediatamente reconocido como una hazaña histórica. Cuando NBA TV retransmitió el juego en el 2013, en su octavo aniversario, Bryant se unió a los festejos publicando en Twitter que era la primera vez que veía el juego. "Sentí como si estuviera observando una obra de arte de Salvador Dalí", publicó.

Jim LaBumbard, director de relaciones públicas de los Raptors , 2000-presente: Los muchachos no sabían qué hacer o qué decir en el vestidor al término del juego. Conozco a mucha gente que inmediatamente después del encuentro quería hablar con ellos, y ellos no querían hablar del tema. Jalen no quería hablar del tema, y tampoco Sam Mitchell. Pero esos sentimientos han cambiado con el tiempo. Los Raptors no han tenido muchos grandes logros en la historia de la franquicia, así que, de cierta forma, es un hito en la historia de la franquicia el haber formado parte de ese juego.

Matt Bonner: Fui parte de la historia, tal vez haya estado en el lado equivocado, pero de todos modos fui parte de ella. Considero que tuvo que ver más con lo que hizo, que con lo que no hicimos en la defensa.

Mike James: Nos costó trabajo recuperarnos de la vergüenza. Hubiéramos preferido perder por 50 puntos que regalar 80 puntos a un solo jugador de un equipo de básquetbol. Esa fue la parte más difícil. No nos venció un equipo, fue el esfuerzo de una sola persona la que venció a un equipo completo. Todos los equipos a los que nos enfrentamos después de eso, querían hablar con nosotros únicamente sobre el 81 que Kobe anotó. Estábamos concentrados en un juego y un tipo se te acercaba para decirte: "¿81? ... ¿Cómo permitieron que les anotara 81? Si hubiera sido yo, eso nunca hubiera ocurrido". Fue vergonzoso. Eso es lo que tuvimos que soportar la temporada completa después de ese juego.

Chris Bosh: Recuerdo que estaba hablando con Baron Davis el día siguiente, y él estaba jugando con los Warriors en ese momento. Jugaron ese día en el Staples, en uno de esos horarios día-noche. Y me platicaba que se había ido del estadio después del juego de los Clippers y fue a comer algo. La gente lo llamaba y le decía, "¿Estás viendo esto?" Dijo que se regresó al Staples Center de inmediato para ver el resto del juego desde adentro del estadio.

Devean George: Todos estábamos recibiendo mensajes de texto y llamadas de familiares y amigos después del juego. Nos pedían zapatos autografiados, cuadros de resultados autografiados, cualquier cosa. Estábamos apenas comprendiendo qué era lo que acabábamos de presenciar. Le pedí que me firmara un par de zapatos. Los tengo en una repisa.

Kobe Bryant: El Salón de la Fama me pidió el uniforme y los zapatos, y se los iba a mandar porque pensé: "Es magnífico que un jugador activo tenga cosas en el Salón de la Fama". Pero Vanessa [esposa] me dijo: "No, escucha, nos vamos a quedar con el uniforme. Puedes mandar los zapatos si deseas, pero el uniforme aquí se queda". Así que el uniforme está enmarcado y colgado en el gimnasio de nuestra casa.

John Black: Enviamos los zapatos al Salón de la Fama, y mucha gente le estaba pidiendo a Kobe que firmara los cuadros de resultados después del juego. Ahora que lo pienso, probablemente debimos haber cortado las mallas, y creo que no lo hicimos. Ni siquiera se nos ocurrió.

Josh Rupprecht: Recuerdo que bromeé sobre esto con John y no sé por qué no lo hicimos. Pero bromeamos que debimos haber conseguido un pedazo de papel, como lo hizo Harvey Pollack con Wilt Chamberlain, y escribir 81 y que Kobe se tomara una foto en frente de su locker, como Wilt lo hizo con el 100. Hubiera sido genial.

Brian Cook: Creo que todos guardaron las hojas de anotación. Conseguí un par de hojas de anotación del juego, y le pedí que me las firmara.

Matt Bonner: No guardé nada de ese juego. No me guardé las lágrimas. Pero estoy ligado para siempre a ese juego ya que el "Black Mamba" me bautizó como el "Red Mamba" cuando estaba publicando en Twitter sobre el juego de 81 puntos. No estoy seguro si sabe del gran impacto que eso ha tenido en mi carrera y en mi vida. Se volvió público y el apodo se quedó. Tengo zapatos Red Mamba. Estamos conectados, y probablemente ni siquiera lo sepa. Podré decirles a mis nietos algún día, que Kobe Bryant me puso un sobrenombre.

Kobe Bryant: No me di cuenta hasta después, cuando estaba hablando con mi hermana sobre el tema y me lo señaló. Ese fue el primer y único juego de la NBA al que ha asistido mi abuela, y fue en el cumpleaños de mi abuelo, quien ya había fallecido. Se pone nerviosa de ir a los juegos, y simplemente no le gusta ir. Le cuesta mucho trabajo venir a ver, pero fue a este juego después de la fiesta de cumpleaños de Natalia. No sé si sea mi abuelo que cuida desde el cielo y se asegura de que la pelota atraviese el aro cada vez. En los deportes, cosas así siempre parecen pasar, y me pregunto qué será. Mi abuelo era el que solía enviarme todas esas cintas de básquetbol al extranjero. Solía grabar los juegos y me enviaban los videos de NBA Entertainment cuando era niño. Fue genial que esto sucediera en su cumpleaños.

El escritor de la NBA de ESPN.com, Michael Wallace, y el productor de ESPN, Michael T. O'Connor, contribuyeron a este artículo. Las citas de Phil Jackson, quien se negó a realizar una entrevista, son de las ruedas de prensa pospartido del 2006. Sam Mitchell, actual entrenador interino de los Minnesota Timberwolves, se negó a realizar una entrevista.