NUEVA YORK – La tormenta invernal Jonas aterrizó más temprano de lo esperado, creando una avalancha de triples y volcadas en la paliza que les otorgaron Los Ángeles Clippers a los New York Knicks con marcador de 116-88 el viernes en Madison Squre Garden.
A pesar de que la NBA había cancelado los partidos programados para el sábado en la capital americana entre el Utah Jazz y los Washington Wizards y en Philadelphia entre los Boston Celtics y los 76ers, el inicio de la tempestad de nieve que se anticipa que arrope la Gran Manzana, no comenzó a caer hasta que había concluido el segundo partido de esta gira de cinco encuentros que temporalmente ha desalojado a los Clippers del Staples Center de cara a la celebración de los premios Grammys este domingo.
El conjunto californiano, que había sufrido un decepcionante revés el jueves en Cleveland, remontó con un buen inicio de partido, marcando 5 de 7 disparos detrás del arco y un par de alley-oops que Chris Paul le sirvió a DeAndre Jordan. El comienzo de la segunda mitad contenía un poco de la misma, pero después de otro alley-oop convertido por Jordan que fue facilitado por otro pase de Paul, la emociones entre ambas escuadras estallaron.
Restando 6:01 en el tercer tiempo y una ventaja cómoda de 64-52 tras la clavada de Jordan, Paul recibió un manotazo en la boca y evitó otro por parte del pívot cubano americano, Robin López, que segundos antes trataba de convertir un mate tras un mal disparo. El altercado entonces alteró a Jordan, quien empujó al centro de los Knicks en la espalda.
Tras una repetición, López, fue sentenciado con un par de faltas técnicas, lo que produjo su expulsión, mientras que Jordan y Paul Pierce recibieron faltas técnicas por su involucramiento en el pleito.
“Estaba enojado. Chris es el jugador más pequeño en la cancha. Él es uno de nuestros líderes”, afirmó Jordan. “Así que tenemos que protegerlo. No me gustó. El baloncesto es un juego emocional y se fue de la mano un poco. Todo esta bien”.
Bajo otra circunstancia, los Clippers hubieran viajado a Toronto el sábado para enfrentarse a los Raptors el domingo. Pero el equipo fue cauteloso y decidió marcharse a la ciudad canadiense luego del partido.
En algún momento de ese viaje, Jordan advirtió que le se acercaría a Paul para ver si su buen amigo podría ser tan amable y pagar el costo de su multa.
“Cuando todo el mundo termine de reír, entonces lo tomaré serio. Le diré, ‘Oye me puedes dar eso. Lo necesito’. Tengo facturas y otras cosas. Chris tiene más contratos que yo”, bromeó el pívot de los Clippers, que condujo el ataque de su escuadra con 20 puntos, siete rebotes y encestó 6 de 12 tiros libres.
Jordan admitió que si Paul continúa sirviéndole más alley-oops, pues tomaría en cuenta olvidarse de la multa.
En tres periodos de acción, Paul logró encontrar a Jordan volando hacia el aro en cuatro ocasiones, algo que hasta puso de pie a la afición local.
“Hacemos eso todas las noches. Es parte de lo que hacemos”, señaló Paul. “Algunos equipos disparan triples, marcan triples, nosotros conseguimos los alley-oops. Es algo que DJ y yo hemos estado haciendo por un tiempo”.