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Adry Torres, ESPN Digital 8y

Barack Obama se divierte con los Warriors en la Casa Blanca

WASHINGTON – El Presidente Barack Obama no estuvo tan impresionado con la visita de los vigentes campeones Golden State Warriors.

Más bien, el mandatario de los Estados Unidos bromeó que hubiera preferido tener la presencia de Riley Curry en la Casa Blanca la tarde del jueves cuando fue anfitrión de su padre Stephen Curry y los Warriors en el marco de la celebración del título que ganaron el verano pasado cuando vencieron a los Cleveland Cavaliers.

Los jugadores de los Warriors, que la noche del miércoles concluyeron su gira invicta de tres partidos por la costa este, derrotando a los Philadelphia 76ers, New York Knicks y Washington Wizards, pasaron un par de horas con Obama, compartiendo, entre ellas, historias básquetbolistas, paseando por la Casa Blanca y además atendiendo a un grupo de jóvenes estudiantes que tuvieron la suerte de presenciar la ceremonia junto a figuras gubernamentales y otros invitados en el East Room del recinto presidencial.

El presidente Obama, un fiel aficionado de los Chicago Bulls y que a lo largo de su presidencia ha invitado a varios jugadores de la liga a jugar, elogió a los chicos de Golden State por la unidad que muestran y cómo se desempañan dentro de la cancha, y entonces mostró su lado cómico para conducir la reunión única, haciendo gracias de una escuadra que hasta el momento ha disfrutado de un histórico inicio de campaña con foja de 45-4, que amenaza el récord de 72-10 establecido por los Bulls en 1996.

“Es raro estar en la presencia de los chicos del equipo más grande en la historia de la NBA. Así que hoy estamos bastante afortunados porque tenemos uno de esos jugadores en la casa, Steve Kerr, de los Chicago Bulls de 1995-96”, afirmaba Obama antes de que los jugadores y todo aquel que estuvo presente brotaba en risas.

Obama bromeó sobre los tres Todos Estrellas que representarán a los Warriors en el próximo Juego de Estrellas.

El presidente de la nación americana se divirtió, acusando a Curry de las “payasadas” que cometió en ruta a los 51 puntos y 11 triples que encestó en contra de los Wizards el miércoles por la noche y opinó que el disparo de Klay Thompson era “más bonito” que el del fenómeno que lideró a los Warriors hacia el campeonato de 2015.

En cuanto a Draymond Green, Obama le pidió que tuviera cuenta con sus palabras, cuales le han cobrado 11 faltas técnicas esta temporada.

Kerr le presentó a Obama una camiseta con el número 44, una referencia obvia al 44to presidente de los Estados Unidos.

Mientras que el nombre de los Warriors recientemente fue colocado como un destino para Kevin Durant este verano, la directiva del conjunto de la Bahía de el área consideraría la opción de ceder uno de los 15 puestos del plantel al presidente la próxima temporada.

“Nuestro gerente general Bob Myers me mencionó que vas a ser agente libre al final de este año”, decía Kerr.

Obama inmediatamente lo interrumpió, hizo señas de lanzar el balón con su mano izquierda y declaró: “Estoy listo”.

El presidente no pudo creer que Luke Walton, que reemplazó a Kerr en el banquillo mientras este se recuperaba de una operación en la espalda, no recibió crédito en los anales de la liga por haber dirigido al conjunto a una foja de 39-4.

“Desafiaste los cínicos, lograste hacer grandes cosas, acumulaste un gran registro, y no recibes suficiente crédito. No me puedo imaginar lo que se siente”, dijo.

Aunque los Warriors serán el último equipo campeón de la NBA recibido en este año que culmina la presidencia de Obama, el presidente bromeó y dejó una fecha abierta este verano para que Curry vaya por la revancha en un duelo al golf tras caer ante Obama el verano pasado.

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