|
WASHINGTON – Draymond Green siempre aceptará el reto de marcar a un LeBron James, Kevin Durant o Chris Paul, pero el versátil defensor de los Golden State Warriors no quiere nada que tenga que ver con la responsabilidad de sentarse detrás del escritorio donde el presidente Barack Obama examina y toma algunas de las decisiones más difíciles que se le puedan presentar en cualquier momento. Green y los vigentes campeones estuvieron de visita por la Casa Blanca la mañana del jueves para reunirse con el mandatario de los Estados Unidos en conmemoración del campeonato que alcanzaron en junio del año pasado. Green, que a diferencia de la mayoría de sus compañeros en varias ocasiones logró la oportunidad de pasear el complejo del presidente de los Estados Unidos, pasó 10 minutos junto con otros jugadores de los Warriors ante la presencia de Obama dentro del Despacho Oval.  Sin embargo, rechazó la chance de sentarse detrás del Escritorio Resoluto, un símbolo histórico de la oficina de trabajo que se encuentra situada en la Ala Oeste. “No me senté en el escritorio. No quiero esa presión. Nunca he tenido ese presión”, afirmó la amistosa figura de los Warriors en las afueras del recinto presidencial. “Caminando por ahí, todo es historia. Sólo el caminar allí adentro y pensando cuanta gente, gente importante, han caminado esos mismos pasillos, que se han sentado en aquellas mismas sillas. Es bastante especial”. La cita, resultado del triunfo que obtuvieron los Warriors ante los Cleveland Cavaliers en el quinto partido de la Final de la NBA tras reponerse de un déficit de 1-2, fue conmovedora en varios aspectos para un chico que Obama elogió, afirmando que el Todo Estrella era alguien que “cada noche muestra su corazón por encima de su tamaño”, una correlación directa a la disposición que emplea de marcar a cualquier posición en el costado defensivo y su manera implacable a la ofensiva por los diez triple dobles que ha logrado esta temporada. Fue obvio que sostuvieron la charla sobre todo que tiene que ver con este deporte que Obama tanto ama. Mesmerizado por la presencia del 44to presidente de los Estados Unidos, Green le preguntó si su posición como líder del mundo libre es una experiencia irreal. En el caso de Obama, lo ha sido, pero como los grandes de la NBA, se mantiene sereno detrás del Escritorio Resoluto como si tuviera control del balón en los momentos cruciales del partido. “Creo que tendemos a olvidar que él es el presidente. Eso tiene que ser una sensación surrealista, porque al final del día todavía creció al igual que todos los seres humanos”, señaló Green. “Y pensar que sería el presidente, es una de esas metas que es como jugar en la NBA. Es tan descabellada que uno no sabe cómo va a llegar allí”, prosiguió, el estelar de Golden State, que fue seleccionado en la segunda ronda del sorteo de 2012. “Así que puedes soñar sobre eso, puedes creer, pero cuales son las probabilidades de que realmente pueda suceder. Eso fue algo que le pregunté y él lo comparó con lo que nosotros experimentamos. Es como cuando estás en la cancha, es un trabajo. Todos los demás dicen, ‘!Oh!, Estoy excitado’, pero para nosotros es sólo salir allí afuera y tienes que tratar de hacer el mejor trabajo que puedas. Él dice que es lo mismo para él. A veces hay que pellizcarse y asegurarte que no te pongas muy cómodo y asegurarte que te mantengas deseoso y quieras hacer más. Pero si dijo que a veces si se siente surrealista. Al mismo tiempo, cumples el trabajo”. Suena como otro deportista que podría tener un futuro en el cargo público.
|
