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Ethan Sherwood Strauss 8y

El imparable Kevin Durant no pudo con los imparables Warriors

OAKLAND, Calif. - Después de que los Golden State Warriors esquivaran al Oklahoma City Thunder con una victoria 116-108, Ron Adams, el entrenador asistente y guru defensive se encogió de hombros y dijo, "no sé cómo detenerlo a él. Lo he dirigido y no sé cómo detenerlo".

Adams se refería a Kevin Durant, con quien trabajó como asistencia en Oklahoma City de 2008 a 2010. Esa sí que es una confesión de Adams, quien es uno, sino el principal asistente defensivo del básquetbol. La admiración es mutua. Antes del partido, los dos se saludaron cálidamente. Durant, de 27 años, dijo de Adams, de 68, "siempre hemos tenido una gran relación. Fue duro conmigo. Esperaba mucho de mí y ese es el tipo de entrenamiento que me gusta y él nunca rehuyó como pensaba", continuó Durant. "Siempre decía lo que pensaba de mí, así que siempre lo voy a respetar, siempre va a ser una familia para mí. Sea cual sea el equipo que vaya, impone su voluntad y acaba por cambiar todo el proceso de pensamiento del equipo. Es un gran asistente".

Adams es notorio por ser directo y exigente en su enseñanza. Está perpetuamente preocupado por el mejoramiento, moviendo la cabeza en una pretemporada en la que los Warriors estuvieron a media velocidad. Su impacto se pudo ver cuando los Warriors mantienen al Thunder en 42 por ciento de campo. Su impacto fue menos visible en todos lo que Durant estaba haciendo el sábado en la noche. Durant, quien tradicionalmente ha acosado el conjunto de aleros larguiluchos de Golden State, esta vez volvió a explotar, esta vez con 40 puntos en 25 intentos.

Mientras las especulaciones vuelan sobre las predilecciones de la agencia libre de Durant, este juego fue un recordatorio del hecho objetivo de que Durant es increíble, y al hecho objetivo de que Golden State no tendrá que enfrentarlo si lo firma. Es una pregunta abierta sobre si los Warriors deben perseguir a Durant, si él está inclinado a unirse. Ahora mismo, Golden State está jugando uno de los mejores baloncestos que hemos visto y los cambios dramáticos pueden traer riesgo. Al mismo tiempo, traer a Durant puede ser sabio solo por el asunto de que nadie más lo va a tener.

El desempeño de Durant fue una de varias cosas que estuvieron bien para Oklahoma City. El Thunder mantuvo a Stephen Curry y Klay Thompson para dos triples entre ambos. Enes Kanter, quienes muchos pensaron que no podría jugar ante el rápido paso de Golden State, logró 7 de 10 intentos para 14 puntos y 15 rebotes en 20 minutos. Russell Westbrook aportó 27 puntos y 12 asistencias con varias astutas jugadas de pick-and-roll. OKC utilizó unas tácticas defensivas intrigantes, como tener a Durant defendiendo a Draymond Green y Serge Ibaka a Harrison Barnes.

Cambiaron pantallas con mejores alineaciones defensivas y bombardearon a Curry para compensar las peores. En un lado, los Warriors se fueron de 36-7 desde el arco. En el otro, el Thunder nunca lideró desde los 3:22 en el primer cuarto.

Oklahoma City luchó admirablemente tras caer abajo por 20 puntos, y eventualmente empató el marcador con 3:36, pero ese fue el punto culminante de la amenaza. El juego fue un recordatorio de que Durant es imparable pero también lo son los Warriors como un colectivo. Aún en una noche en la que Steph y Klay no encontraron el aro a su alcance, aparecieron Andre Iguodala, Marreese Speights y Shaun Livingston matando a los suplentes de Oklahoma City. Barnes mostró su tiro brincado, anotando 16 de sus 19 puntos en la primera mitad.

Para ser justos con el MVP, Curry pasó brillantemente durante gran parte de la accion y cerró el partido con seis puntos y dos asistencias en los últimos 2:26. La más memorable de las jugadas fue un tiro brincado despejado tras un cruce de dribleo frente a Durant con 33.6 segundos por jugarse. El cierre fue impulsado también en gran medida por el crecimiento de Green, quien agarró un rebote ofensivo en medio del tráfico y asistió una bandeja de Curry con 54 segundos.

Durant, quien estaba hirviendo hasta el final, comprensiblemente cazó sus propios tiros, fallando dos intentos clave.

Los Warriors finalizaron fuertes tras perder su delantera, luego de que el Thunder los presionara en una manera rara vez vista en estos días. Tras decir que "una victoria es todo lo que cuenta", Curry también reconoció que "podemos jugar mejor".

Es difícil saber qué se puede sacar de este juego. Aquellos esperanzados de una resistencia al dominio de Golden State ve el lado positivo de lo que logró la reacción de Oklahoma City. Aquellos que ven inevitable el reinado de los Warriors cuestionarán cómo vencer este equipo cuando detener a los Splash Brothers en dos triples significa perder por ocho.

En cualquier caso, eso es lo que significa. Tal parece que los Warriors no saben cómo detener a Durant, y tal parece que la liga no sabe cómo detener a los Warriors. Por esa y otras razones, sus poderes combinados comprenden una visión que enfría espinas por toda la NBA. Irónicamente, es una realidad que podría relajar al cordialmente preocupado Ron Adams.

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