TORONTO -- Brindaron sobre la duela en el Rising Star Challenge jugado el viernes por la noche. Su mera presencia sirvió como brindis por el futuro de la liga. Dos de los hombres grandes más prometedores de la NBA cuyas actuaciones están por encima de la de sus equipos, Kristaps Porzingis (30 puntos, cinco rebotes y cuatro asistencias) y Karl-Anthony Towns (18 puntos, siete rebotes y cuatro asistencias), disfrutaron de su primera experiencia en las actividades previas al Juego de las Estrellas.
"Me lo pasé muy bien hoy, jugué con relajación de la manera en la que jugaba de pequeño como en los juegos de barrio", afirmó el internacional con República Dominicana que participó junto a la selección de Estados Unidos en el evento. El representante de Letonia, quien no pudo llevarse la victoria (EEUU 157-154 Resto del Mundo), señaló que el viernes cumplió uno de sus sueños.
"Cuando estaba creciendo, uno de mis sueños era el formar parte de esta liga. Ahora que estoy aquí hay momentos en los que me paro a pensar y parece que no es real. Pero ahora que estoy aquí tan solo me tengo que concentrar en hacerlo bien. No puedo pensar '¡oh, ya lo conseguí!'. Eso no puede ser", declaró.
Para Towns fue un honor compartir la duela con el que será su rival dentro de pocos días en la temporada regular.
"Es un jugador tan talentoso, no espero menos que enfrentarme a él durante más de 10, 15 o 20 años. Es increíble tener la oportunidad de jugar contra los mejores. Fue muy divertido jugar contra él hoy. Estoy deseando enfrentarme a él muy pronto, cuando el All Star se termine", agregó el dominicano.
Llegados a la mitad de la competición, Towns no quiso perder la oportunidad de hacer balance y explicar qué es lo que ha aprendido después de cuatro meses en la élite del baloncesto estadounidense, sobre todo, teniendo un maestro como Kevin Garnett.
"He aprendido a ser paciente. Estos partidos son tan largos que tienes que aprender a disfrutarlos poco a poco, también lo aprendí en Kentucky. Ochenta y dos partidos son para disfrutarlos. De KG he aprendido eso precisamente, la paciencia es lo que siempre me ha recomendado continuamente. El tener paciencia en la duela y el juego se sentirá más pausado. Quiero ser el mejor jugador posible para mi equipo", apuntó antes de confesar que Arvidas Sabonis es el jugador interior que más ha influido en su carrera. "Era también un gran pasador".
Mientras Towns se adapta a una liga que ya conocía tras su etapa universitaria, a Porzingis el éxito le ha venido de golpe. De ser abucheado cuando los New York Knicks le eligieron en la cuarta posición del draft de 2015, ha pasado a ser uno de los ídolos del equipo y uno de los jugadores jóvenes a tener en cuenta en la liga. A pesar de su reconocimiento en EEUU, aún no sabe cómo le recibirán cuando regrese a Letonia.
"Es difícil de saber. Tengo mucho apoyo a través de las redes sociales, sé que estoy haciendo algo grande para los que están allí, pero realmente aún no he estado allí para sentirlo. Veremos cuando acabe la temporada", argumentó.