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TORONTO - La emoción de la final del concurso de clavadas disputado el sábado todavía está a flor de piel. El repertorio del ganador, Zach LaVine, y del finalista, Aaron Brooks, brindó uno de los mejores espectáculos de la historia del Juego de las Estrellas, y es que habrá instantáneas quedarán grabadas de por vida. No obstante, la velocidad de los acontecimientos se impone en estos tres días frenéticos. Es necesario pasar página porque el verdadero protagonista de la sexagésima quinta edición del All Star ya se asoma por la puerta grande con su legado en la mochila. Kobe Bryant lleva tres días acaparando todos los focos por parte de la prensa estadounidense e internacional. El primer Juego de las Estrellas que se disputa fuera de territorio estadounidense es también el último del escolta de Los Angeles Lakers. Kobe ha dosificado altas dosis de espectáculo a lo largo de 18 ediciones que han dado para mucho. Se convirtió en el jugador más votado para formar parte del quinteto titular de la Conferencia Oeste, algo que ha realizado en 15 ocasiones durante su carrera, el mayor número de todos los tiempos por cualquier jugador. En la memoria siempre quedarán bien guardados varios momentos clave de Kobe en el Juego de las Estrellas. Su victoria en el concurso de clavadas de 1997 como novato, su primera aparición el disputado en 1998 en el Madison Square Garden y la manera en la que echó a un lado a Karl Malone para ser la marca de Michael Jordan. El de 2002 en Filadelfia, su tierra natal y donde fue nombrado Jugador Más Valioso o el de 2009 que fue el último All Star de Shaquille O´Neal. Ambos se llevaron el JMV. Este Juego de las Estrellas pondrá punto y final al periplo de Kobe en estos partidos de exhibición y se palpa un ambiente especial. Muchos miembros de la prensa no sólo se están concentrando en él, sino que le han hecho regalos tan dispares como un Kobe-samurai al más puro estilo manga, o le han entregado una botella de soda italiana realizada en Toronto. Además, el resto de jugadores que participará en la competencia han elogiado a la Mamba Negra en todo momento, desde un LeBron James rendido a sus pies, Kevin Durant, Russell Westbrook, Chris Paul, James Harden... todos y cada uno tienen presente la importancia de formar parte del último Juego de las Estrellas de Kobe. Pau Gasol y Al Horford, los únicos jugadores internacionales que participarán en el evento, también expresaron sentirse bendecidos por su presencia después de haber sido llamados en el último momento. Todo está girando en torno a Kobe y la posibilidad de que cuente con un JMV está en liza. Él afirmó el viernes que no se plantea en ningún momento el ser galardonado y que con 10 minutos de juego tendría suficiente para saborear la experiencia. Sin embargo, el grado de compromiso por la 'causa Kobe' es tal que la posibilidad de un JMV compartido podría ser una buena manera de despedirle. ¿Justos con el juego? ¿Injustos? ¿Guiados por el sentimentalismo de su adios? ¿JMV merecido con una versión del mejor Kobe? El pueblo tendrá el voto en sus manos. El que Kobe contara con un JMV sería trascendente, ya que de lograrlo sería el jugador con más JMV de la historia con cinco y superaría a Bob Pettit, con quien está empatado en la actualidad con cuatro. Sin duda, Kobe será el aliciente principal de otros muchos y es que el espectáculo está garantizado. La cantidad de puntos que se suelen anotar en el Juego de las Estrellas suele ser alto, sin embargo en los dos últimos años ha sido estratosférico con 319.5 puntos de media entre los dos equipos (2014-el Este venció 163-155, y en 2015, el Oeste hizo lo propio 163-158). La Conferencia Oeste ha logrado cuatro victorias en los últimos cinco años.
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