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Martín Bater 8y

El peligroso juego de LeBron James en las redes sociales

LeBron James. La mera mención de su nombre posiciona a los Cleveland Cavaliers como favoritos indiscutidos en la Conferencia Este y hace pensar a cualquiera en que las imperfecciones de su equipo se maquillan con su mera presencia dentro de la cancha.

Sin embargo, el LeBron celebridad amenaza con devorarse al LeBron basquetbolista, y ante eso se podría llegar a derrumbar el frágil ecosistema que compone a la colección de egos llamado el vestuario de los Cleveland Cavaliers.

El LeBron basquetbolista está más allá de todo reproche.

Sus cinco Finales consecutivas de la NBA con el Miami Heat y los Cavaliers, sus cuatro galardones como Jugador Más Valioso y el hecho de que tuvo a los Cavs 2-1 arriba en las Finales pasadas contra los Golden State Warriors sin Kevin Love ni Kyrie Irving y con Matthew Dellavedova como principal aliado son sus cartas de presentación, sus credenciales irrevocables que lo hacen sobrepasar al superestrellato para convertirlo en astro viviente del básquetbol.

Algunos podrán decir que Stephen Curry lo ha superado como el mejor jugador de la liga, y eso puede ser cierto, pero LeBron sigue siendo el jugador más irreemplazable de todos.

Los Warriors la pasarían mal sin Curry, de eso no hay duda, pero este lunes pudimos ver como los Cavaliers pasaron de ir ganando por 41-28 con LeBron en la cancha a ir perdiendo por 43-41 mientras él descansaba. Como locales. Ante los Denver Nuggets. Quienes no contaban con su máxima figura en Kenneth Faried mientras los Cavs estaban sin Love.

Luego LeBron regresó a la duela con una mirada de "otra vez tengo que limpiar el desastre" y los Cavs terminaron la primera mitad con un parcial de 15-5 rumbo a una victoria por 124-91. Su +/- fue de +38, o sea que su equipo ganó por 38 puntos con él en la cancha y perdió por cinco sin él.

Es más, su triple-doble con 33 puntos, 11 rebotes y 11 asistencias fue el número 41 de sus distinguidos (y cuestionados) 13 años de trayectoria. Solamente Jason Kidd (107) y Magic Johnson (65) tienen más que él, y es posible que Magic se vea sobrepasado en el 2017 o 2018.

Cleveland es un castillo de naipes que se mantiene firme con LeBron, pero se derrumba como la casa hecha de paja por los tres cerditos cuando llega el lobo e intenta soplar. La marca del equipo sin LeBron es de 4-12 desde que El Rey regresó, con eso te digo todo.

Lamentablemente, lo hecho por LeBron dentro de la duela se ve opacado por sus...excentricidades fuera de ella.

Últimamente, las redes sociales han sido su manera de mantenerse como foco de atención formando parte de videos virales en un gimnasio de Miami junto a su amigazo Dwyane Wade, mandando mensajes crípticos sobre lecciones “importantes” de la vida o dejando de seguir a su propio equipo en Twitter e Instagram.

Mi pregunta es: ¿Para qué, LeBron? Lo único que eso genera es preguntas que tú claramente no quieres responder de parte de periodistas que evidentemente buscan la próxima gran primicia “deportiva”.

LeBron no es ningún corderito inocente, todo lo contrario. Si no quería hablar sobre lo que hizo ante la atenta mirada del mundo entero que está a un click de distancia, ¿para qué lo hizo desde un principio? Este tipo de cosas solo siembran discordia e incertidumbre en su propio vestuario y lo hacen parecer un Kardashian de la NBA.

Me gustaría pensar que él está por encima de ello.

La misión de ser el primer jugador en medio siglo que disputa seis finales seguidas toma precedencia por sobre todas las cosas y no se cuestiona que esa sea su prioridad, pero la espada de doble filo de la fama puede ser muy peligrosa si no se maneja con sumo cuidado.

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