NUEVA YORK – A tres semanas del inicio de la postemporada, LeBron James le mostró a sus compañeros lo que es tener una mentalidad “modo playoff”.
James, que esta semana atrajo titulares que generaron distracción, obtuvo su tercer triple-doble de la temporada en el triunfo de los Cleveland Cavaliers ante los New York Knicks con marcador de 107-93 la noche del sábado en el Madison Square Garden.
James fue el foco de la atención, comenzando el domingo en Miami, cuando charlaba en la cancha con su ex compañero y mejor amigo, Dwayne Wade, a pesar de que los Cavaliers lidiaban con un déficit de 19 puntos y sus compañeros pasaban por los calentamientos de cara al inicio de la segunda mitad. Buscando entonces como aumentar su enfoque mental para el arranque de los playoffs, el dos veces campeón como de costumbre se desconectaba de las redes sociales, pero esta vez tomaba la medida de dejar de seguir las cuentas oficiales de la escuadra en Twitter e Instagram.
Las cosas llegaron a su límite de aguante cuando Bleacher Report publicó una historia basada una entrevista que James le había dado al medio durante el Juego de Estrellas en febrero, dejando conocer sus deseos de algún día reunirse con sus tres mejores amigos, Wade, Chris Paul y Carmelo Anthony con fines de poder realizar.
Libre de la tensión que innecesariamente había creado, James se aprovechó de los defensores de los Knicks, y concluyó su visita por la Gran Manzana con 27 puntos, 11 rebotes y 10 asistencias.
James, que criticó la energía de los Cavaliers luego de la decepcionante derrota que sufrieron ante los Brooklyn Nets, el cuarto peor conjunto de la liga, en el Barclays Center la noche del jueves, pues hizo sentir su presencia durante el periodo inicial con ocho puntos, seis asistencias – cinco de ellas durante un tramo de dos minutos – y cuatro rebotes.
“Vine con la mentalidad de hacer mi juego e involucrar a los chicos es una parte del juego”, señaló el estelar de los Cavaliers, cuyo promedio de 6.6 asistencias encabezan su equipo. “Tuve algunos buenos vistazos, pero tuve algunos excelentes pases para mis muchachos. Estoy contento de haber podido ayudar a mi equipo”.
Horas antes del salto inicial, James expresaba su confianza en tomar el timón y hacer lo necesario con el suficiente talento que el sabe que existe dentro del camerino para guiar a Cleveland a su primer título.
El año pasado, los Cavaliers vieron su ventaja de 2-1 en las Finales de NBA desaparecer ante los Golden State Warriors, eventualmente cayendo en seis juegos.
Según Kevin Love, quien encabezó a Cleveland con 28 puntos, el dictamen de James sólo corrobora una creencia compartida por el grupo de entrenadores, la gerencia y los otros 15 jugadores que forman parte del equipo cuyo récord de 52-21 ocupa la cima de la Conferencia Este.
“Es LeBron James afirmando que tiene ese tipo de confianza en nosotros. Cuando escuchas eso de su parte, es nuestro líder”, indicó Love. “Todo al final empieza y termina con él y nosotros lo seguimos. Todos creemos que podemos hacer algo especial aquí y vamos a hacer todo lo posible para hacerlo”.
James puso de pie a la afición del Garden, que incluyó la cantante Miley Cyrus y el puertorriqueño Víctor Cruz de los New York Giants, cuando en el tercer periodo penetró hacia el interior y logró un volcada, evadiendo los brazos extendidos del letón Kristaps Porzingis y su ex compañero Lou Amundson a pesar de que recibió una falta técnica por la mirada que le había dado a Amundson.
“Nunca he saltado de mi silla así en tanto tiempo”, mencionó Love, sobre la jugada que instantáneamente recibió los elogios de sus fans en las redes sociales.
“Normalmente me paro de asiento, aplaudiendo, gritando. Pero corrí con J.R. (Smith) casi hasta la canasta. Eso fue impresionante. Eso era un hombre fuerte allí”.