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Ethan Sherwood Strauss, ESPN.com 8y

La inexplicable derrota ante los Wolves pone presión adicional a los Warriors

OAKLAND, Calif. - Los Golden State Warriors sufrieron una inexplicable derrota ante unos talentosos, aunque inexperimentados Minnesota Timberwolves, equipo que tiene poco, si algo por lo que técnicamente jugar. Los Wolves sí, sin embargo, tuvieron la oportunidad de vencer a los campeones en televisión nacional. Lo aprovecharon, y ahora la caza de las 73 victorias de Golden State está bastante en duda.

Después de la victoria 124-117 en tiempo extra, Golden State debe ganar ahora sus cuatro partidos finales para alcanzar las 73 victorias y sobrepasar el récord de 72-10 de los Chicago Bulls de 1995-96. La derrota sucedió en la noche en que Golden State tenía a todo el mundo de vuelta (salvo el novato Kevin Looney). Golden State había extrañado a Harrison Barnes, Festus Ezeli y Andre Iguodala por largos periodos.

"Quizás hubiésemos ganado 78 partidos con la situación de lesiones del año pasado", dijo un oficial de los Warriors, haciendo un balance de la situación de salud.

El resbalón del martes se suponía que era en el juego en que eran finalmente un todo, con Andrew Bogut (problema en la costilla) y Iguodala (esguince de tobillo) volviendo de sus lesiones.

Comenzó como un recordatorio de un lujo que una vez que se daba por sentado. Bogut recibió dos faltas tempranas y, de repente, Festus Ezeli estaba allí para tomar su lugar (a diferencia de, por ejemplo, Anderson Varejao). Stephen Curry tuvo una terrible primera mitad en tiros (0 de 8, dos puntos), pero la ofensiva de Golden State no perdía el ritmo. Los Warriors estaban cómodos, y eventualmente abrieron una ventaja de 15 puntos en el primer cuarto.

Pero, irónicamente, en una noche en Golden State tiene toda su profundidad de vuelta, el banco cayó completamente. Marreese Speights, que encontró su juego en ausencia de Zzeli, estaba dudoso, ganándose dos penalidades seguidas por caminar con el balón. Es imposible saber si Leandro Barbosa y Brandon Rush se vieron afectados por el regreso de Iguodala, pero los dos se combinaron para dos puntos.

Aún así, algunos observadores pensaron Golden State estaba en peligro cuando le ventaja se desvanecía lentamente. Los Warriors no habían perdido después de tomar una ventaja de 15 puntos en un partido desde el 10 de abril de 2014 contra los Denver Nuggets.

Seguro que no iba a pasar la noche del martes.

Los Wolves tenían otras ideas.

Shabazz Muhammad estuvo imparable camino al aro en el tercer cuarto y terminó el partido con 35 puntos en 12 intentos. Karl-Anthony Towns se movió a defender a Curry, molestando al MVP. En los momentos clave, (tanto en el cuarto segmento y en el tiempo extra), Towns también molestó a Bogut con su alcance y rapidez. Andrew Wiggins añadió 32 puntos y un movimiento de giro patentado en lo que fue una obra al talento que se levanta en el medio oeste.

Steph Curry no fue Steph Curry, finalizando con 7 de 25 (21 puntos, 15 asistencias) y fallando tiros que normalmente hace, algunos de ellos, en el tiempo extra, que fueron fatales.

Golden State pudo haber desperdiciado una oportunidad de 73 victorias el martes, pero tal vez eso es una perspectiva equivocada cuando dos juegos se dejan caer repentinamente en su casa. Los Warriors están jugando peor y tienen que volver a la ruta, 73 victorias o de otro modo.

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