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Kobe: "El básquetbol es más grande que anotar puntos y ganar campeonatos"

HOUSTON - Para muchos, el baloncesto es una manera de expresión. Los movimientos, el arte de las anotaciones, de las transiciones, la estrategia, la fluidez. Modelar jugadas, trazar estilos, desnudar filosofías. Percibir a Kobe Bryant como un artista alimenta una idea de connotación desconsolada por el hecho de que su arte tiene fecha de caducidad. Cuando el cuerpo dice basta, su luz se apaga. Sucede con la pintura, la escritura, la danza, la música... en el momento en el que no hay más organicidad, fuerzas o los sentidos comienzan a fallar, ese arte se desvanece fruto del incuestionable paso del tiempo.

Los que ven el básquetbol como una forma de expresión no pueden evitar tener un sentimiento de impotencia al comprobar que ese arte que ellos perciben en el juego se detiene de manera abrupta en muchas ocasiones. Sienten que mientras la persona que escribe o crea cuadros puede expresarse durante toda su vida, el atleta deja de hacerlo mucho antes. Kobe no percibe su disciplina como un arte.

"No lo veo como una manera de expresión, sino como un proceso para aprender de uno mismo", afirmó Kobe antes de llegar a Houston para medirse a los Rockets este domingo. "Los pintores pintan y los escritores escriben sobre sus viajes personales y eso se convierte en una forma de expresión para los demás. En mi caso, aunque voy a dejar de hacer lo que he estado haciendo desde los dos años de edad, es más una evolución. Me llevo todo lo que aprendí con el juego y lo utilizaré en lo que venga después. No lo veo como una separación sino como una progresión", agregó.

"No lo veo como una manera de expresión, sino como un proceso para aprender de uno mismo. Los pintores pintan y los escritores escriben sobre sus viajes personales y eso se convierte en una forma de expresión para los demás. En mi caso, aunque voy a dejar de hacer lo que he estado haciendo desde los dos años de edad, es más una evolución."

Aunque para Kobe su carrera no es comparable con la creatividad de esos a los que Kobe sí considera como artistas, hay un elemento común, muy marcado y que ha permanecido presente durante sus 20 años de carrera: la inspiración, una inspiración mutua entre él y sus seguidores.

"El básquetbol es más grande que anotar puntos y ganar campeonatos. Es más si uno ha sido capaz de inspirar a la gente por un instante y que quieran ser una mejor versión de sí mismos. Yo he hecho eso y los fans también lo hicieron conmigo, me inspiraron para ser la mejor versión de mí mismo. Los trofeos quedan para la posteridad pero realmente quieres crear algo que vaya más allá que eso", apuntó.

El baloncesto y Kobe han tenido muchas vivencias en la intimidad. Las conversaciones entre ambos siempre fueron privadas hasta que llegó el momento de anunciar al mundo entero que su retirada llegaría al final de esta temporada. Lo hizo a través de una carta dirigida precisamente al deporte que tanto le ha dado. La misiva comenzó con un "Querido básquetbol" y se cerró con un "Siempre te querré". Por eso, para Kobe, una hipotética última conversación con el baloncesto iría en la misma línea. No podía ser otra.

"Estaría muy agradecido por todo. Gracias al basquetbol he podido aprender mucho de mí mismo, de otros, he aprendido de liderazgo, de comunicación, de cómo superar dificultades... He podido conectar al deporte y la vida. Todo es la misma cosa", argumentó antes de medirse a los Rockets en la que será su despedida de la afición texana. A partir de entonces quedarán dos instantes más antes del adiós definitivo, 96 minutos de los que probablemente solo juegue alrededor de 40.

"Puedo jugar durante un tiempo determinado, luego sentarme y volver a salir... ya he dado todo lo que tenía. He estado aquí durante 20 años... ya di todo lo que tenía. Qué más puedo hacer".

Por ahora disfrutar de lo que le queda y seguir recibiendo el cariño que ha ido amasando durante todo ese tiempo.