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Carlos Nava, Escritor ESPN Digital 8y

Carlisle sacó otro as de la manga para guiar a los Mavs a un improbable triunfo

DALLAS -- Hay días en cualquier deporte que los partidos dejan de ser técnicos, están lejos de ser perfectos y en los que se tiene que poner 'algo' más para intentar ganar.

Así sucedió con los Dallas Mavericks que vencieron 85-84 al Thunder en Oklahoma City la noche del lunes, en el segundo partido de la serie de primera ronda en la postemporada NBA.

De hecho, fue una noche rara para ambos equipos, Dallas y Oklahoma City, que habían ganado por diferencia de 38 puntos apenas el sábado anterior.
Los Mavericks llegaron, como ha sido costumbre las últimas semanas, cortos de personal.

Por momentos, parece que los 'dioses del basquetbol', se empeñan en poner a prueba el físico de muchos de sus jugadores y el liderazgo del entrenador Rick Carlisle.

Los Mavericks jugaron un basquetbol más rudo, físico y defensivo del que han enseñado la mayor parte de la temporada, pero que los llevó a playoffs las últimas tres semanas de la temporada regular. Y se convirtieron en el cuarto equipo en la historia de la NBA que gana el Juego 2 de una serie de playoffs tras perder el Juego 1 por 35 puntos o más.

Además, Dallas nunca se separó en el marcador del Thunder de principio a fin, como sucedió en el primer partido de la serie, cuando arrancaron 9-0, luego 15-2 y terminaron el primer periodo 26-11.

De nueva cuenta, Carlisle se acordó de que los novatos Justin Anderson y Salah Mejri pueden jugar; contagiar su energía al resto del equipo, en una noche en la que J.J. Barea estaba viendo el partido desde la banca por sus molestias en la ingle y en la que vieron al que durante la primera mitad era su mejor jugador, Deron Williams, salir lastimado en el tercer periodo.

"Estoy orgulloso de la manera en que mis jugadores batallaron, a pesar de toda la adversidad", dijo Carlisle. "Estuvimos muy cortos de personal durante buena parte del juego. Mis jugadores nunca pensaron en eso. Sólo en que tenían que desempeñarse con inteligencia, orgullo y ser duros todos el partido".

Los Mavericks fueron capaces el lunes de frenar a Kevin Durant, quien vivió su peor noche en disparos de su carrera en postemporada, y romper el ritmo de Russell Westbrook.

El delantero de los Mavericks Wesley Matthews tuvo muchos problemas para anotar y su inconsistencia ofensiva fue notoria. Sin embargo, con su defensa mostró una de las razones por las que Dallas le dio contrato por 70 millones de dólares en el receso de temporada anterior.

Incomodó y defendió a Durant como pocas veces se vio para un equipo de Dallas que rompió cinco descalabros consecutivos desde que comenzó la campaña. De acuerdo al departamento de Estadísticas e Información de ESPN, cuando Matthews, de 6'5", defendía a Durant, de 6'91", la estrella del Thunder acertó apenas 3 sus 13 intentos.

Por momento recibió ayuda de Anderson, quien bloqueó el último disparo de Durant, con tres segundos en el reloj y que pudo representar la victoria para los locales.

El rebote fue recuperado por Westbrook, quien también falló su tiro para que el rebote callera en manos de su compañero Steven Adams.

El centro anotó con el reloj en cero una canasta que fue eliminada en la repetición, porque los árbitros consideraron que el reloj había expirado.

"Mucho tuvo que ver Salah", dijo Carlisle. "Estaba frente a él y obligó a que Adams tardara una fracción de segundo más, que sirvió para que el tiempo se acabara".

Del resto y durante la mayor parte del partido se encargaron Raymond Felton y Dirk Nowitzki.

Felton anotó 21 puntos y consiguió 11 rebotes en 42 minutos para los Mavericks que ya no tenían guardias en la banca, más allá de Devin Harris, quien también tuvo que jugar más minutos (26) de los que estaban planeados, en los que anotó ocho puntos y puso su defensa.

"Todos sabíamos que lo que sucedió el sábado era inaceptable", dijo Felton a la prensa al finalizar el partido. "Fue una desgracia para la ciudad de Dallas, para los aficionados y para nosotros mismos. Así que venimos esta noche para una 'pelea de perros'".

En esa "pelea de perros" de los Mavericks, el veterano Dirk Nowitzki, de 37 años, tuvo que jugar 38 minutos, en los que tal vez tampoco tuvo las noches ofensivas que acostumbra, pero anotó las canastas cuando más se necesitaban o algunas con gran grado de dificultado, que impulsaron mentalmente a sus compañeros.

"Dirk fue Dirk una vez más para este equipo", dijo Carlisle. "Cada partido es capaz, aún a su edad y con su experiencia, de poner ese extra y su talento único sobre la duela para nosotros".

El entrenador Carlisle también puso buena parte de su juego y experiencia para frenar al Thunder, como bajar la velocidad la velocidad del partido, esencial para romper el ritmo de un equipo explosivo como el Thunder.

Los Mavericks rompieron cinco derrotas consecutivas de esta temporada ante el Thunder y el jueves tendrán que disputar en Dallas el Juego 3 de la serie con el personal que tengan disponible.

Desconocen si Barea y/o Williams podrán jugar. Sólo están seguros de que con los que estén van a intentar dar su segunda sorpresa.

"Les dejamos saber que estamos aquí para pelear", dijo Nowitzki. "Obviamente, con su talento y su equipo, ellos aún son los grandes favoritos. Pero les dejamos saber que esto no va a ser una caminata fácil para ellos".

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