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Gonzalo Aguirregomezcorta, ESPN Digital 8y

Damian Lillard: Me hago grande cuando mi equipo me necesita‏

LOS ÁNGELES – El armador de Portland Trail Blazers, Damian Lillard (22 puntos, cinco asistencias y tres robos de balón), fue clave en la victoria de su equipo ante unos Los Angeles Clippers mermados por las lesiones de Chris Paul y Blake Griffin. De nuevo, la combinación entre él y C.J. McCollum (27 puntos) fue letal para los intereses de los locales, que vieron cómo la serie se puso cuesta arriba después de que Portland le diera la vuelta tras ganar los tres últimos partidos antes de afrontar el Juego 6 en su feudo (3-2).

Durante la primera mitad, los Clippers aguantaron el tipo sin la presencia de sus dos buques insignia. Su buena energía coincidió con dos primeros cuartos para olvidar de los hombres más activos de los Trail Blazers: Lillard y McCollum, quienes sí fueron capaces de sumar más que tres puntos (0-de-5) y ocho puntos (8-de-9) respectivamente. En esta ocasión no fue CP3 el que incomodó a Lillard, él mismo tuvo dificultades para encontrar un ritmo que finalmente apareció en el momento más oportuno. Los Clippers se mostraron muy agresivos en los dos primeros cuartos.

“Durante toda mi carrera en la liga, siempre fui capaz de olvidarme de los tres primeros cuartos. Me hago grande cuando mi equipo lo necesita”, afirmó tras el encuentro. “Durante todo el partido, mis compañeros me decían: ‘Sigue lanzando, sigue conectado, permanece agresivo, mantén tu mente firme’. Me sentó bien tener ese apoyo sobre todo cuando ellos estaban jugando tan bien. Tuve que ser paciente. Ellos fueron muy agresivos y me molestó el no tener oportunidades más que el hecho de que no entraran”, agregó.

La insistencia tuvo su recompensa, tras anotar tres puntos (1-de-5) en el tercer periodo y dar las gracias a su compañero McCollum por haber despertado de otro letargo (anotó 10 unidades), llegó un último periodo en el que Portland clavó la estocada final a los Clippers. Lillard se encendió y logró 16 puntos en ocho minutos y medio en los que anotó cuatro triples. La confianza de Terry Stotts en él fue tal, que se salió del guion habitual y le incluyó en el quinteto inicial durante el último periodo.

“Me sorprendió. Generalmente juego durante el tercero y me siento un par de minutos del cuarto periodo. Esta vez no estaba afinado y el coach Stotts sabía que era un partido que necesitábamos ganar. Fue un juego enorme para nosotros. Me dejó jugar para que encontrara la puntería. Fue una gran decisión porque tuve una buena racha de lanzamientos”, afirmó.

Los Trail Blazers registraron un 46.7 por ciento en sus lanzamientos defendidos en el segundo tiempo, después de que en el primero la cifra fuera de 14.3 por ciento. Lillard fue quien marcó la diferencia. Se trató también de una buena noche para los visitantes en los puntos a raíz de transiciones. Alcanzaron un total de 24 (10-de-12) y tornaron siete pérdidas de los Clippers en 11 puntos de contraataque.

Tras darle la vuelta a la serie, a Lillard le hizo gracia que en este punto se considere a Portland como el equipo favorito para pasar a las semifinales de la Conferencia Oeste después del buen papel que hizo en el tramo final de la temporada regular y lo bien que supieron reponerse a la pérdida de Griffin durante 45 partidos. A pesar de asentir sobre su nueva condición de favoritos, Lillard avisó de que no hay que fiarse de unos Clippers heridos por las bajas y con ansias de volver a empatar la eliminatoria.

“Son un equipo competitivo, incluso sin CP y Blake. Tienen a varios jugadores explosivos. Siguen teniendo una defensa muy buena. Saben que si van a por todas a Portland, la serie regresa aquí (Los Ángeles). En ese punto cualquier cosa puede pasar con la ventaja de campo. No creo que sus ganas estén rotas, pero también saben que es difícil el regresar a un campo como el nuestro a intentar ganar el partido”, sostuvo.

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