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Gonzalo Aguirregomezcorta 8y

Draymond Green, el líder obrero de los Warriors

Algunos se atrevieron a decir que Draymond Green no funcionaba sin Stephen Curry y él no hizo más que poner cara de untar mantequilla en pan. El alero de Golden State Warriors se vio obligado a alzar la voz con un argumento que siempre vino de la lógica y de la confianza en sí mismo, pero también del absurdo de un juicio que necesitó ser rebatido sobre la duela. Su evolución con respecto al año pasado ha sido directamente proporcional a la confianza que Steve Kerr ha ido teniendo en él. Supo reconocer su potencial, fue capaz de darle la libertad de actuar con la soltura que necesita para poner en liza todo su repertorio de versatilidad. El resultado ha sido estremecedor.

Green funciona con o sin Curry porque su singularidad es única. Porque no hay jugador en la NBA que haya logrado más de mil puntos, más de 500 asistencias, más de 700 rebotes y más de 100 bloqueos en una temporada regular. Ni LeBron James, ni Michael Jordan, ni Karl Malone... nadie. La diferencia con los jugadores exteriores la marcan sus bloqueos, mientras que lo que le distancia de los interiores es su habilidad a la hora de asistir. La garra defensiva que proyecta no desmejora lo más mínimo su mordiente en ataque. Por eso Green está en zona de nadie, en un lugar de versatilidad probada y genuina. Su presencia es fundamental para el éxito de los Warriors y lo que consiguen jugadores como Curry o Klay Thompson es que la excelencia de Green toque techo. Pero él también aporta de una manera inequívoca para que los dos anotadores por excelencia del equipo alimenten su calidad.

Green fue el segundo jugador en lograr más triples-dobles durante la temporada regular (13 tras los 18 de Russell Westbrook). Supera en más del doble al tercero de la lista: Rajon Rondo (seis) y esa dinámica la repitió en el Juego 1 ante Portland Trail Blazers. También superó los dobles dígitos en puntos, asistencias y rebotes, aunque su impacto tuvo varios propósitos tanto ofensivos como defensivos. En ataque, su conexión con Thompson no tuvo paliativo alguno. Si el escolta alcanzó su mejor puntuación en unos playoffs (37 puntos) fue en parte gracias a las 17 unidades que le brindó Green. La cosa no queda ahí. De los 118 puntos de los Warriors en el primer partido, 49 llegaron por anotaciones o pases de Green.

Se trató de su mejor actuación en unos playoffs, la cita en la que más ha contribuido en todos los aspectos de su juego y en el tercer partido más completo de su carrera tras los 61 puntos en los que contribuyó ante Denver Nuggets en enero y los 52 frente a Minnesota Timberwolves en noviembre de 2015. En defensa, su constancia también tuvo una fuerza mayúscula. Bloqueó tres balones y limitó la productividad de los Blazers con solvencia como defensor primario (2-de-11 en oportunidades de tiros de campo y 2-de-10 en opciones disputadas).

Eso es lo que se ve, lo que reluce en el juego de unos Warriors consistentes, pero la influencia de Green va más allá. Y es que el alero está siendo vital en la construcción del equipo sobre la lesión de Curry.

"No lo he visto, pero me consta que Draymond es el que levantó la voz en ese momento", afirmó Kerr tras la rueda de prensa posterior al Juego 1.

El peso que Green tiene en el vestuario no viene de casualidad. Es producto de su carácter guerrero y de un criterio incuestionable, pero por encima de todo es fruto del respeto que se ha ganado dentro del grupo. Los equipo equipos ganan y pierden dentro y fuera de la duela de la misma manera en la que los líderes se hacen durante y después de los 48 minutos que duran los partidos. Green es un líder obrero, que trabaja arduo de sol a sol sin importar del rol que desempeñe. Durante mucho tiempo ha estado eclipsado por dos fuera de serie como Curry y Thompson. Nada que le quite el sueño, porque lo importante es en la influencia sobre sus compañeros, que es enorme.

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