<
>

Warriors aprenden una dura lección, prometen volver el próximo año

Los Golden State Warriors aprendieron algo en sus segundas Finales NBA consecutivas: Los récords y los triunfos sólo adornan, pero nunca garantizan campeonatos.

Los Warriors se convirtieron en el único equipo de la historia que gana 73 partidos en temporada regular.

Sin embargo, también en el primero que pierde una serie por el título de la NBA a pesar de que llevar ventaja 3-1 luego de los cuatros primeros partidos.

Seguro también se dieron cuenta de que hay que ejecutar las jugadas en los momentos claves; mantener la calma y compostura en los momentos de más grande adversidad o presión.

"Es díficil de asimilar qué fue lo que sucedió", dijo Klay Thompson. "Obviamente ahora todo se siento como un fracaso. Es la peor parte por la que he pasado en mi carrera. No sé si alguien más podrá hacer otra vez todo lo que logramos. Vamos a aprender de esto.Esta no es la última vez. Vamos a regresar, se los prometo".

Thompson, como la mayoría de sus compañeros, ni siquiera podía explicar las razones del histórico colapso para un equipo que desde la temporada anterior supo jugar con la presión; que conectó las jugadas importantes en los momentos más trascendentes; que encontró el ritmo.

"Simplemente ellos hicieron más jugadas grandes que nosotros", mencionó Thompson. "Todo tiene que ver al final con hacer jugadas, así de simple. Obviamente nosotros en algún momento de la serie comenzamos a fallar tiros que normalmente encestamos; no defendimos cuando más se necesitaba. Dejamos de jugar como normalmente jugamos".

El guardia de los Warriors prometió que regresarán al gran escenario, al de las Finales NBA.

Pero a partir de mañana tendrán que comenzar a pensar como organización en los cambios pertinentes; en refuerzos; en salidas; en el paso siguiente.

Sus tres mejores jugadores, Thompson, Stephen Curry y Draymond Green tienen edad y salud para seguir en los años por venir.Pero tienen que pensar en los jugadores de rol que están y en los que podrían estar.

Harrison Barnes y Festus Ezeli se convertirán el 1 de julio en agentes libres; el primero sin restricciones y el segundo restricto. Barnes vivió una de sus peores series ofensivas en los últimos dos años.

Ezeli mejoró y contribuyó en la posición de centro, pero tampoco fue la solución para Warriors en una posición que ha sido el Talón de Aquiles en estas dos temporadas bajo el mando de Steve Kerr.

Para muchos, los Warriors intenterán canjear a Andrew Bogut, quien entrará a su último año de contrato, igual que André Iguodola.

Bogut, independiente de la lesión que obligó a perderse los últimos dos partidos de la serie, nunca fue factor en las Finales, ni en las que terminaron el domingo, ni el año pasado.

De hecho, en la serie de campeonato de la Conferencia Oeste fue vapuleado por los dos centros principales del Oklahoma City Thunder. Golden State siempre funcionó mejor con su llamada "alineación de la muerte", que juega con hombres menos grandes.

Algunos más consideran que los Warriors intentarán convencer a un agente libre de alto perfil que se una al que parecería el "Dream Team", incluido Kevin Durant.

La única certeza al día siguiente de que se consumó el colapso más grande de los últimos años y la gesta heroíca de los Cavaliers es que el propietario de los Warriors; Joe Lacob, aseguró que serán agresivos en agencia libre para seguir compitiendo en los años por venir.

Por lo pronto será un largo verano y una temporada aún más para muchos de los Warriors de Golden State.

"Fue una temporada para recordar que no terminó de la manera que queríamos", dijo Green. "Espero que cada uno de nosotros piense qué dejó de hacer o qué pudo hacer mejor, empezando por mí. Ahora es tiempo de ir a casa a descansar. Vamos a regresar mejor el próximo año".