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Coach Tom Thibodeau enfocado en cambiar la imagen de Timberwolves

NUEVA YORK - Esta finalmente sería la temporada en la cual los Minnesota Timberwolves recuperarían la respetabilidad luego de un periodo de dos años en que sufrieron 119 derrotas. Anticiparon una campaña en la que le pondrían fin a una sequía de 12 años sin disputar un partido en postemporada. Pero por lo visto, el proyecto que se le ha delegado al nuevo entrenador en jefe, Tom Thibodeau, no ha podido avanzar, mientras él trabaja día y noche para inyectarle un sentido de disciplina, identidad y fe a una de las escuadras más jóvenes y talentosas de la NBA.

Si bien queda un largo camino por recorrer, luego de un torneo que completó el primer mes completo, el equipo no ha conseguido el resultado que todo el mundo anticipaba cuando la organización de Minnesota nombró a Thibodeau como su cuarto entrenador en jefe en cuatro años. El siempre apasionado y exigente coach ha notado la mejoría en el día a día pese a que sus pupilos ostentan el tercer peor registro de la liga.

Una de las fallas notables de los Timberwolves ha sido la manera en la cual han trasladado el concepto defensivo de Thibodeau, que en sus cinco temporadas como coach de los Chicago Bulls desarrolló una de las mejores defensas de la liga. El año antes de que Thibodeau tomara las riendas del conjunto de la 'Ciudad de los Vientos', los Bulls contaban con la décima mejor eficiencia defensiva de la liga, permitiendo 102.6 puntos por cada 100 posesiones. Su mensaje fue recibido y adaptado en sus primeras dos temporadas en las cuales Chicago ostentó la mejor eficiencia defensiva de la NBA, permitiendo 97.4 puntos por cada 100 posesiones durante la campaña de 2010-11 y la siguiente temporada de nuevo establecieron el patrón a seguir, limitando sus rivales a 95.3 puntos.

Mientras que sus escuadras emplearon dos defensas que quedaron en el Top 5 las próximas dos temporadas, el proceso es uno muy lento en Minnesota, donde Thibodeau cotidianamente recalibra su mensaje a un grupo que representa la octava peor eficiencia defensiva, 106.6 puntos, y que además han permitido el segundo promedio más alto de anotaciones de campo, 47.1 por ciento.

"Para nosotros el enfoque está en mejorar. Solo continuar creciendo. En la medida que estemos haciendo lo correcto, y obviamente estoy cerca ahí mismo todos los días y veo como son en las juntas, como practican y como se preparan, siempre y cuando estemos haciendo las cosas correctas vamos a continuar mejorando. Ese es nuestro reto", dijo Thibodeau el viernes de cara a la derrota de 118-114 que sufrieron los Timberwolves ante los New York Knicks en el Madison Square Garden.

"Ahora mismo estamos bastante cerca pero tiene que haber una consistencia y creo que ellos están entendiendo que cuando tienes chicos jóvenes, también hay que comprender lo que conlleva ganar y lo duro que es ganar en esta liga y lo duro que tienes que jugar todas las veces, no algunas veces. Es todas las veces. Esta es una liga difícil. Pero tenemos alto carácter. Tenemos una buena ética de trabajo y creo que mejoraremos".

En papel, la presencia de Karl-Anthony Towns, Zach LaVine y Andrew Wiggins luce cómo la perfecta base fundamental de un equipo que puede ser un candidato viable y que amenace en la lucha por el campeonato dentro de una competitiva Conferencia Oeste, donde una simple derrota vale el doble.

Descuidarse es lo que han hecho los Timberwolves en ambos costados de la cancha, pocas veces echándole ganas al máximo. Según las observaciones de Thibodeau, estos chicos han carecido de la fortaleza necesaria a lo largo de 48 minutos para ganar un partido, como fue el caso del viernes, cuando por segunda vez en tres noches cayeron ante los Knicks luego de haber remontado para empatar y tomar la ventaja durante el último cuarto del partido.

Thibodeau, que el pasado mes de abril firmó un acuerdo de cinco años, $40 millones para ocupar el rol de coach y presidente de relaciones de baloncesto, ha aprendido a apreciar la gran versatilidad que le presenta este gran trío y lo tanto que ha mejorado.

Pero aún desea ver más en otros aspectos del juego, y que ello pueda traducirse en el éxito que los impulse a una primera aparición en los playoffs desde 2004, cuando entonces cayeron en la Final de la Conferencia Oeste.

"Para ellos el reto solamente no es jugar bien ellos mismos, sino sacar lo mejor de todo el mundo en el equipo", explicó Thibodeau.

"Creo que estamos en nuestra mejor forma cuando estamos muy unidos, ofensivamente y defensivamente a la vez. Y entonces tenemos algunos problemas cuando nos encontramos agitados y tratamos de salir del bache individualmente y no nos mantenemos conectados", continuó el Entrenador del Año de la NBA en 2011.

"En este juego uno ve que todos los equipos buenos tienen el conocimiento de ser una ofensiva de cinco jugadores y una defensiva de cinco jugadores. Todavía tenemos que desarrollar este entendimiento y la comprensión de como jugar duro todo el tiempo. La única manera que mejoras la ejecución es a través de la repetición. Tenemos que ser un gran equipo en la concentración y en las sesiones de video para aprender. Por lo general, creo que ellos han hecho un muy buen trabajo con eso".