NBA Selecciones
Gonzalo Aguirregomezcorta | ESPN Digital 7y

¿Y si Chris Paul hubiera fichado con Lakers?

Sólo existe una manera de viajar al mundo imaginario de la NBA de aquel mes de diciembre de 2011. El lockout pasó a un segundo plano en el momento en el que David Stern bloqueó el fichaje de Chris Paul por Los Angeles Lakers. Pongámonos las gafas Daydream View, hagamos que la realidad virtual reconstruya lo irreal y soñemos despiertos con CP3 vestido de púrpura y oro, con Pau Gasol como el hombre grande de Houston Rockets, con Goran Dragic, Luis Scola, Kevin Martin y Lamar Odom como las adiciones de New Orleans Hornets/Pelicans. Ese es el panorama que deja este mundo al revés que hubiera cambiado el sino de la NBA.

CP3 es presentado como nuevo jugador de los Lakers. Los periodistas ocupan buena parte de la duela del Toyota Sports Center de El Segundo, lugar en el que pronto llevará a cabo su primera práctica como lagunero. Paul está muy ilusionado tras certificar la firma en un equipo con licencia para deslumbrar. Vivimos el momento con una precisión absoluta.

Kobe Bryant se ejercita en la cadena de gimnasios, Equinox. Recibe la llamada de Paul y la conversación dura alrededor de 30 minutos. Ambos van directos al grano: “¿Cuántos títulos vamos a ganar juntos?”, mascullan con ilusión. “Si no lo logramos seremos un fracaso”, apuntan. Ron Artest y Andrew Bynum se frotan las manos en sus hogares.

Gasol es el damnificado y este juego a varias bandas le ha llevado a los Rockets. Sus expectativas de lograr otro campeonato se han roto de manera abrupta. Ya no podrá más que observar desde lejos a unos Lakers aspirantes a disputarles la Finales de la NBA al Miami Heat del Big Three. La corta temporada pasa volando y la química de los Lakers es total. Llegaron a las Finales de Conferencia ante San Antonio Spurs, una serie en la que Tony Parker, Tim Duncan y compañía se tuvieron que conformar con vencer dos juegos. Ya en las Finales, LeBron le arrebataría las esperanzas de los angelinos. Sería el único anillo que lograra hasta el momento por culpa de unos Lakers cada año mejores.

Nuestros sentidos avanzan a la temporada 2012-13, nos ajustamos las gafas. Anthony Davis recala en Sacramento Kings, tras una temporada nefasta de la organización. Nueva Orleans subió posiciones gracias a los refuerzos tras la salida de Paul. Los LA Clippers mejoran con respecto a otros años, aunque sus expectativas no son las de avanzar más allá de una segunda ronda de playoffs. En Houston están contentos tras la primera temporada de Gasol y el plantel está bien calibrado. Durante el verano, James Harden recala en Nueva York para formar pareja con Carmelo Anthony.

CP3 está que se sale en los Lakers su adaptación a las formas de Kobe es total. En 2013, salen campeones, mientras que los Spurs llegaron a la cima la temporada siguiente. Los duelos entre los dos equipos más potentes de la Conferencia Oeste son a machete. Oklahoma City Thunder y Golden State Warriors esperan su momento para brillar. El Big Three de Miami se desmorona antes de tiempo.

Sin las Daydream View puestas todo se ve de otra manera. Dejamos la irrealidad virtual para asentarnos en una realidad absolutamente distinta. El viaje valió la pena aunque sólo sirva para reflexionar sobre el impacto que la decisión de Stern tuvo en en el futuro de la liga. Cuando el antiguo comisionado bloqueó el traspaso de Paul a los Lakers hace justo cinco años, los destinos de jugadores y equipos tomaron un rumbo distinto, y por ende la liga.

Quién sabe qué supuestos de esas irrealidad virtual se hubieran cumplido y qué hubiera sucedido realmente. Lo mismo los Lakers hubieran sido un fracaso, aunque lo que está claro es que ni Steve Nash ni Dwight Howard hubieran recalado en la franquicia y los naipes de otros equipos hubieran sido bien distintos. Son tantos los escenarios posibles que el vértigo es inevitable. El ‘no’ de Stern fue un acto que perjudicó mucho a los Lakers y benefició a otros equipos. Quién sabe qué se le pasó por la cabeza en aquel momento para tomar una decisión tan fuera de lugar cinco años después.

^ Al Inicio ^