LOS ÁNGELES — Hubo un tiempo en que pareció una situación imposible aunque, por inaudito que sea, LA Clippers han acabado ganándose el respeto de la afición de Los Angeles Lakers. Quizás los ademanes de superioridad fruto de la genética ganadora de los fan laguneros aún siguen latentes y los seguidores púrpura y oro se siguen sintiendo mejores por el hecho de haber ganado 16 campeonatos. Sin embargo, del desprecio histórico a la considerada segunda franquicia de la ciudad apenas se percibe en la actualidad.
Durante el encuentro que los Clippers vencieron como visitantes en el Staples Center (133-109), se notó que había más seguidores de Chris Paul, y de su hijo pequeño, quien estuvo en el banquillo acompañando a su padre en el último periodo, de Blake Griffin y compañía de lo habitual. Se nota que los playoffs, la plataforma que más disfruta el pequeño de los Paul, ya están cerca, pero también el hecho de que al fin y al cabo el representante del éxito que tanto gusta en L.A. no viste de púrpura y oro. Y eso se valora.
Las reacciones en la tribuna fueron inequívocas y se mezclaron con los aplausos de admiración de la fanaticada local. Salvando el 'traserazo' que el aficionado de amarillo le dio sin querer a Jamal Crawford y que provocó su fortuita caída, hay más respeto, hay más amor por los Clippers y hay más empatía con un equipo que al menos es capaz de clasificar a playoffs y de mostrar una cara competitiva olvidada en Los Ángeles. No en vano, los Clippers vencieron las series entre ambos equipos en temporada regular en los cuatro últimos años. Está temporada resta un encuentro por jugar y lo Clippers acumulan un balance de 2-1 ante sus rivales.
De esta manera, cada clavada de DeAndre Jordan, asistencia y mordida a canasta de Paul (también su triple sobre la bocina del intermedio), cada lanzamiento certero de J.J. Redick o solvencia de Griffin fue aplaudida por el respetable de ambos bandos. En L.A. hay ganas de disfrutar y los traspiés de los Lakers cada vez importan menos a los fans, quienes obviamente saben que la temporada está perdida.
Los Clippers se impusieron sin complicaciones y mostraron la superioridad que la actualidad atesoran. CP3 fue un torbellino ofensivo gracias a sus 27 puntos (4-de-8 desde el perímetro) y cuatro asistencias, y en defensa contribuyó con seis rebotes defensivos de los ocho que agarró. Redick también fue infalible en el festival de triples de los Clippers, quienes como conjunto sumaron 45 puntos desde más allá del arco (15-de-33). El escolta logró 4-de-5. Jordan logró otro doble-doble de 12 puntos y 11 rebotes y Griffin sumó ocho asistencias a sus 12 unidades.
Por parte de los Lakers, Brandon Ingram fue el máximo anotador con 21 puntos. El novato sigue dando chispazos de mejora en esta temporada aciaga. Julius Randle alcanzó 19 puntos y siete rebotes, D'Angelo Russell, 18 unidades y Ivica Zubac 17 puntos.