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LOS ÁNGELES — Kareem Abdul-Jabbar fue uno de los ex jugadores de Los Angeles Lakers que acompañó a Shaquille O'Neal durante el acto que desveló la estatua erigida en su honor. Cuando agarró el micrófono, lo primero que hizo fue bromear con la relación entre Kobe Bryant y el homenajeado, quienes compartieron equipo durante ocho temporadas y ganaron tres campeonatos juntos. Las diferencias entre ambos fueron notables y fruto de la competitividad de la 'Mamba Negra' y las maneras más relajadas de su compañero. “Todo el mundo pensó que las opciones de que Kobe Bryant viniera hoy eran las mismas que Shaq tenía de anotar tiros libres”, señaló el máximo anotador de la historia de la NBA al comienzo de su discurso. Ambos jugadores mostraron cercanía antes y durante el evento. Los abrazos, las risas, las confidencias en ciertos momentos y la camaradería entre Kobe y algunos de los seis hijos de O'Neal fue la tónica imperante entre los dos ex laguneros. Sin embargo, el discurso del tercer máximo anotar de la liga fue el más escueto de todos los que intervinieron. “Escuchamos muchas historias de Shaq hoy pero de lo que apenas se habló es de lo buen jugador que fue. Es el jugador más dominante que haya visto. Lo que siempre me impactó fue lo divertido y extrovertido que siempre era. Hacía bromas y se lo pasaba muy bien con sus compañeros. Pero antes del salto inicial algo cambiaba en él y ya no bromeaba más ni sonreía. Tan solo salía a tratar de dominar”, apuntó Kobe. El ambiente estaba distendido ante la buena disposición de miles de aficionados e invitados especiales que presenciaron el evento. Kobe acabó contando una de las muchas historias que se escucharon durante el acto. “Recuerdo la serie de Playoffs ante San Antonio Spurs. Íbamos de camino al estadio y estábamos sentados cerca en el autobús. Me dijo ‘dámela pronto esta noche, dámela pronto’. Le miré y le pregunté: ‘¿qué sucede?’. Y él me dijo: ‘cuando era niño, David Robinson no fue amable conmigo’. Le contesté: ‘no me digas más, esta serie nos la llevamos’. Solo quiero darte las gracias. Aprendí mucho de ti como jugador. Todo lo que hiciste por la ciudad, por la franquicia. Y tus hijos… ustedes tienen que saber que su padre era un hombre malo”, bromeó Kobe. Jerry West fue otro de los encargados en alabar a Shaquille. La leyenda de los Lakers, quien también tiene una estatua, desveló cuál fue uno de los momentos de los que más orgulloso se siente en su vida. “Recibí tres llamadas y en una me dijeron. ‘Acabo de ver a este tipo enorme conduciendo un motocicleta en el freeway’. Creo que no sabes el impacto que tienes en la gente. Y con eso me refiero a todos, no sólo a los fans de los Lakers. Si le conoces personalmente, quieres estar cerca de él. Gracias por venir a la ciudad de Los Ángeles. Le quise como a un hijo”, desarrolló West. La nueva estatua situada en las inmediaciones al Staples Center muestra a O’Neal mientras ejecuta una clavada con las piernas flexionadas. El monumento de bronce, de 1,200 libras y nueve pies tuvo muy buena aceptación y el propio homenajeado se encargó de desvelarla. Entre los asistentes acudieron ex compañeros como Derek Fisher, Rick Fox, Robert Horry, Gary Payton, Ron Harper, Devean George, Brian Cook, Elden Campbell y Slava Medvendenko. Tras la revelación todos se hicieron una foto de grupo.
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