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Wizards, o cómo triunfar sobre conflictos internos

La ofensiva de los Wizards, dirigida por John Wall, no tiene ningún problema, pero al otro lado hay un enorme signo de interrogación David Sherman/NBA/Getty Images

No fue una noche de celebración para Washington Wizards, aunque la confianza del grupo permaneció intacta.

La derrota ante Los Angeles Clippers (133-124) cortó una racha de cuatro partidos vencidos de manera consecutiva, pero en el plantel capitalino son conscientes de que se encuentran en una posición privilegiada en la Conferencia Este.

Se sienten seguros de sí mismos aunque Toronto Raptors les pisen los talones en el cuarto puesto, incluso más allá de que en ocasiones tuvieran conflictos internos, trapos sucios que nunca se airearon en público.

En D.C. siguen viendo las cosas con perspectiva, ésa que hace inevitable asumir con orgullo y humildad la consecución del primer puesto de la División Sureste por primera vez en 38 años. Aquellas diferencias en el vestuario sirvieron de algo.

El destino quiso que la victoria del 18 de diciembre ante los Clippers les sirviera para agarrar esa confianza que ahora tienen, pero los angelinos lograron vengar su traspiés con un triunfo importantísimo para sus aspiraciones en la Conferencia Oeste.

Los siete triples anotados y la máxima puntuación de su carrera (31) para J.J. Redick fueron determinantes. Los 41 puntos de John Wall, en cambio, no fueron suficientes para que la magia de los Wizards están mostrando esta temporada siguiera su curso.

Desde finales de diciembre hasta la actualidad, Washington supo enderezar la nave y encararla hacia el éxito de una manera incuestionable. El 6 de enero su balance era de 17-18, mientras que en la actualidad es de 46-29.

El coach, Scott Brooks, confesó que no todo fue un camino de rosas y que a pesar de la tensión de aquellas diferencias internas, el equipo permaneció unido para lograr un propósito común.

“Me siento orgulloso por la manera en la que permanecieron juntos. En cada temporada y en cada equipo se tienen momentos de la verdad. Hay que ser capaz de observarlos, de reaccionar de la manera más apropiada y mantenerse unido en los momentos más difíciles. No importa cuán bueno seas, vas a tener momentos muy difíciles y hay que estar unidos”, confesó el exentrenador de Oklahoma City Thunder.

Los Wizards pasaron por situaciones complicadas: desde las lesiones y la recuperación de Wall, al inicio de la campaña, al engrase de una maquinaria de jugadores nuevos y jóvenes, a la adquisición de un nuevo coach, un nuevo sistema y una nueva cultura en la franquicia.

Las derrotas no tardaron en llegar al comienzo de la campaña, pero poco a poco las cosas se fueron enderezando. Todos ello con mucho sudor y acaloradas discusiones en el vestuario.

“No es que nos llevemos bien cada minuto de cada día, porque hubo discusiones muy acaloradas y debates, algo que creo que es bueno, que es sano. A pesar de ello, nos mantuvimos juntos siempre y concentrados en jugar el uno para el otro”, agregó.

A Brooks el éxito de los suyos le ha venido sin ni siquiera ser consciente de hasta dónde pueden llegar los Wizards. Siempre supo que el proyecto era atractivo y en su primera campaña al frente del plantel, todavía sigue aprendiendo de cada momento.

“Siempre tuve la confianza de que mi equipo sería bueno, pero no sabía ni sé cuán buenos. Sé que los chicos seguirán trabajando y jugando para cada uno. Si haces eso tienes una oportunidad en esta liga, si no, no tienes opciones. Estoy encantado con la oportunidad de entrenar a este equipo que debería seguir mejorando no sólo este año, sino en los siguientes”, aseveró “Siempre tienes que ser hambriento y ser humilde, si no, te muerden muy rápido.

Esta temporada los chicos tienen hambre, sienten que están compitiendo. Creemos en eso y no queremos subirnos en la montaña rusa de la NBA. Debemos ser consistentes en nuestro acercamiento”, finalizó.