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El próximo verano sería mal momento para agentes libres en la NBA

El propietario de los Memphis Grizzlies Robert Pera, quien acababa de comprometerse a dos contratos máximos por un valor total de $247 millones, escribió un tuit en la noche del 1º de julio con un GIF en blanco y negro, de un bebé lanzando fajos de billetes por la ventana. Fue una forma cómica y apropiada de expresar una opinión con respecto a la locura sin precedentes que fue la agencia libre de la NBA en el último verano.

Un año después, con la corrección que la propia liga se está imponiendo tras el gasto incentivado por un histórico aumento del tope salarial y los ajustes, que se harán tanto al tope como al impuesto al lujo de la próxima temporada, los cuales quedarán por montos muy menores a las proyecciones originales, los fajos de billetes no serán tan grandes y las ventanas no quedarán tan abiertas, si queda alguna.

La cuenta de Pera en Twitter ha estado sin movimientos este mes, así como sombrió ha sido este periodo de agencia libre en Memphis. Los Grizzlies, club de mercado pequeño, estancado en un punto medio como equipo operando por encima del tope salarial pero determinado a quedarse en un monto por debajo del impuesto al lujo, decidió dejar ir al querido rostro de la franquicia Zach Randolph en vez de hacer un intento de competir con la oferta por dos años y $24 millones que aceptó por parte de los Sacramento Kings. Su compañero del Grit 'n Grind Tony Allen sigue sin recibir contrato.

Amenazados por la línea del impuesto al lujo, similar al tope salarial, la cual quedó en $9 millones por debajo de las proyecciones que los equipos utilizaron para planificar la frenética agencia libre de 2016, Memphis ha llenado su plantilla con planes de bajo riesgo tales como Ben McLemore (dos años, $10.6 millones), Tyreke Evans (un año, $3.3 millones) y Mario Chalmers (un año, con un mínimo de veteranos parcial garantizado).

""Tienes muchas partes fiestas que fueron culpables de una mentalidad de oro, que siempre va a llegar a su fin"." Un gerente general, sobre la corrección del mercado que golpea a la agencia libre de la NBA

Los Grizzlies, al igual que muchas franquicias y sus jugadores, están sintiendo los efectos de una pronunciada corrección del mercado tras la locura de gastos del verano pasado.

"Si eres un equipo, estás sentado pensando: 'Bien, no voy a negociar por el error de otra persona'", comentó un gerente general de un equipo no vinculado a cualquiera de estos jugadores. "Los jugadores estaban tratando de convencer a los equipos y agentes haciendo comparaciones así. Estamos saliendo de una burbuja que se acaba de romper".

"Hubo una lógica defectuosa en toda la liga. La NBA y la asociación de jugadores, por no manejar las cosas con mayor sutileza; los equipos que gastaron, los agentes y jugadores que se creyeron el cuento que esto era el tazón de oro al final del arcoiris y que no se iba a acabar. Muchos de ellos tienen la culpa por una mentalidad digna de la fiebre del oro. Tarde o temprano, se iba a terminar".


Casi $5 billones volaron a las manos de los agentes libres de la NBA el verano pasado. Ese fue el resultado del rechazo por parte de la asociación de jugadores de una propuesta que hubiese implementado de forma gradual los incrementos de ganancias masivos provenientes del muy beneficioso pacto televisivo que tiene la liga y vertirlos hacia el tope salarial, el cual, por el contrario, ascendió de $70 millones a $94 millones.

La inflación que normalmente tardaría una década en ocurrir se produjo de forma instantánea.

Veintisiete equipos llegaron a julio por debajo del tope salarial (dos equipos sin espacio en el tope gastaron en grande a fin de mantener a sus estrellas, con los Cleveland Cavaliers yendo al máximo con LeBron James y los Toronto Raptors renovando a DeMar DeRozan con un contrato de nueve cifras. LA Clippers, tercer equipo por encima del tope, fueron acorralados y debieron agotar la chequera con los suplentes Jamal Crawford, Austin Rivers y Wesley Johnson, llevando a la franquicia a pagar impuestos por reincidencia.

Este verano, apenas 14 equipos llegaron al periodo de agencia libre con espacio dentro del tope salarial, y cerca de $3 billones han sido invertidos en agentes libres durante este ciclo, una cifra que ya incluye extensiones por $169 millones para James Harden y John Wall, además de ocho extensiones a novatos firmadas previas a la fecha tope en Noche de Brujas. Solo 22 jugadores han sido firmados con espacio dentro del tope salarial, comparado con los 60 del año pasado.

Las primeras proyecciones para 2018-19: nueve equipos con espacio dentro del tope salarial, y potencialmente 10 pagarán impuesto al lujo.

"La verdadera historia es el invierno nuclear para los agentes libres que vendrá el próximo año", indicó a ESPN un ejecutivo de equipo con suficiente autoridad para hacer decisiones de nómina. "Los equipos planificaron los últimos dos veranos proyectando un tope salarial mucho más alto. El hecho que fue muy inferior a lo proyectado apretó a los equipos"


Pensar en un "invierno nuclear", o verano pues, es quizás un poco apocalíptico. No obstante, el consenso entre varios ejecutivos de equipo era que la corrección del mercado se prolongaría hasta la próxima temporada muerta. En particular, proyectaron que el mercado sería mucho más complicado para la clase media de la NBA en medio de un grupo de agentes libres de muy alto nivel.

"Los agentes libres serán muy perjudicados", dijo un gerente general.

"Lo que puedo ver constantemente es que los jugadores no entienden el por que. 'Este jugador recibió esto, ¿y a mí me dan aquello?' Quieren que tenga lógica y no la pueden comprender. Creo que veremos muchos agentes cesanteados".

"Los jugadores tope siempre serán los primeros en la cadena alimenticia y luego vino el año del ascenso del tope, y quedó mucho para alimentar a los demás. El próximo año, los jugadores tope seguirán recibiendo lo suyo, sólo que no quedará mucho para los demás".

Algunos agentes, adelantándose a la idea de tener clientes frustrados a corto plazo, tratan de atribuir la culpa al sindicato por crear esta situación, debido a no colaborar con la NBA a fin de reforzar el tope salarial.

"Forzó a los equipos a gastar todo su dinero y le dio a los agentes libres falsas esperanzas con respecto a lo que podían recibir", dijo un agente.

"Si no eras agente libre el verano pasado, pues, no verás contratos similares nunca más... Los jo---ron a todos, jo---ron a los equipos y jo---ron a los jugadores".

Fue la falta de reforzamiento que ayudó a darle a los Golden State Warriors la flexibilidad financiera necesaria a fin de firmar a Kevin Durant, en medio de apariciones consecutivas en las finales de la NBA.

Creó un súper equipo que fue sin escalas a un campeonato en 2017, pero la excelencia histórica de los Warriors influyó en la motivación, o en la falta de ésta, que varios equipos tuvieron a fin de gastar en agencia libre.

"Si Golden State es tan dominante, ¿qué pueden hacer los demás equipos?", se pregunta un ejecutivo.

"Ves muchos equipos trabajando desde abajo y sin gastar mucho dinero simplemente porque, ¿Acaso tiene sentido?. Puedes tener un movimiento joven y así empezar a trabajar a fin de ser contendor".

"Los jugadores de nivel medio fueron muy perjudicados. A menos que hayas sido invitado al Juego de Estrellas o alguien que puedas ser una pieza cotizada (para un contendor), va a ser muy difícil. Será complicado para los agentes libres en esa situación. Si no eres parte de un equipo contendor, ¿por qué gastarías tanto en una pieza para completar un roster?".


Los equipos que manejan su tope salarial con un ojo puesto en el futuro en vez de darle prioridad al presente podrían beneficiarse el próximo verano. Las franquicias en proceso de reconstrucción y espacio dentro del tope salarial pueden aprovechar una lista de agentes libres potencialmente histórica, tomando ventaja de un sistema que tendrá a la mayoría de los equipos por encima del tope salarial y muchos de ellos volando cerca del impuesto al lujo o muy por encima de ese territorio.

Los Angeles Lakers encabezan un grupo de equipos que puede perseguir agresivamente un listado de agentes libres que podría incluir talento con calibre All-NBA tales como LeBron James, Kevin Durant, Chris Paul, Paul George, Russell Westbrook, DeMarcus Cousins, DeAndre Jordan e Isaiah Thomas. Los Lakers tienen proyectado $30 millones de espacio dentro del tope salarial y pueden crear dos puestos a máximo a traves de canjes y/o utilizando las provisiones.

Los Chicago Bulls (espacio proyectado de $50 millones), Philadelphia 76ers ($40 millones) y Atlanta Hawks ($40 millones) son otras franqucias previstas a convertirse en compradores agresivos el próximo verano.

En el otro lado del espectro, los equipos que no han demostrado ser amenazas a luchar por el título como los Detroit Pistons, Denver Nuggets, Portland Trail Blazers, Washington Wizards y posiblemente los New Orleans Pelicans (dependiendo de Cousins) podrían encontrarse en vías de terminar pagando el impuesto al lujo durante las próximas dos temporadas junto a contendores de la talla de los Warriors, Cavaliers, Rockets y Celtics.

Oklahoma City podría unirse a la lista de contendores por el campeonato que pagarían el impuesto si el Thunder decide mantener a Westbrook y George, posibles agentes libres el próximo verano.

La naturaleza punitiva del impuesto podría causar que algunos equipos efectúen movimientos dirigidos a la reducción de costos: bien sea a través de cambios para purgar salario o utilizando provisiones.

Portland es un buen ejemplo de un plan que los demás equipos podrían imitar para el próximo verano y el futuro previsible, cuando el pesado fardo de contratos derrochadores firmados en 2016 puedan ser renegociados a fin de aliviar el tope salarial de un equipo o cambiar hombres a equipos con espacio dentro del tope salarial.

El martes negociaron Brooklyn y Portland. Este último, con un compromiso de impuesto al lujo de $48 millones, despachó a Allan Crabbe a Brooklyn en un movimiento que podría representarle a los Trail Blazers un ahorro de $60 millones entre salario e impuesto al lujo. Tanto Crabbe como Andrew Nicholson habían firmado contratos multianuales el verano pasado.


No estaba en los planes de la NBA el tener tantos equipos sometidos al impuesto al lujo, como lo reconoció el comisionado Adam Silver este mes, posterior a la reunión de la Junta de Gobernadores de la liga.

"Estos sistemas son difíciles de medir", dijo Silver, apuntando que aún quedan seis años dentro del actual contrato colectivo.

"Como cada vez hay mayor dinero involucrado, se incrementa la dificultad de proyectar niveles futuros de tope salarial e impuestos. Creo que son cosas que seguiremos revisando. Considero que nuestros equipos son inteligentes. Consiguen maneras de competir. Trabajan dentro del sistema existente, pero siempre tienen la mente puesta en la próxima ocasion que nos sentamos a negociar y siempre habrán maneras de hacerlo mejor".

"Es aún temprano para decir que nos preocupa, pero es algo que siempre revisamos".

El agente Mark Bartelstein considera que este declive del mercado es más un regreso a la normalidad que un motivo de alarma.

"Siempre hay altos y bajos en todo esto", dice Bartelstein. "A veces, habrán años en los cuales las ganancias serán por debajo de las proyecciones y tendremos un tope salarial un poco más fuerte, y en otros las ganancias serán superiores a lo proyectado y habrá un salto".

De hecho, los gastos de este verano se encuentran a la par de los de 2015, la última temporada muerta antes del flujo de nuevo dinero producto de los derechos de televisión. Se gastó un total de $3.2 billones en agentes libres dos años atrás, cifra que podría igualarse este año cuando los agentes libres restantes consigan contratos.

Gordon Hayward, cliente de Bartelstein, firmó un contrato máximo por $128 millones y cuatro años al ir del Utah Jazz a los Boston Celtics este mes. Como estrella legítima que es, Hayward es el tipo de jugador que los ejecutivos esperan que siempre exija el valor máximo del mercado como agente libre, sin importar las proyecciones de tope salarial.

No obstante, Bartelstein rechaza la idea que no habrá un mercado sustantivo para los jugadores secundarios de calidad en cualquier punto del futuro cercano, indicando que las ganancias de la NBA siguen creciendo y que el tope salarial eventualmente se ubicará sobre los $100 millones.

"Históricamente, han habido de cinco a diez equipos (cada año) con espacio dentro del tope salarial que pueden competir por jugadores por encima de la excepción de nivel medio", indica Bartelstein.

"El año pasado fue una excepción en cuanto a oferta y demanda. Debido al alto flujo de espacio dentro del tope salarial, hubo un número de equipos sin precedentes que podían competir con fuerza dentro del mercado... Con esto en mente, no veo ningún escenario en el cual todo será escasez y poco dinero".

Obviamente, si tu contrato indica que podrás convertirte en agente libre el año próximo y buscas un botín alto, no es demasiado prematuro para estar preocupado.