NUEVA DELHI - El primer compromiso de Kevin Durant el viernes estaba programado para las 10:30 a.m. en la Escuela Pública Ramjas de Nueva Delhi. La escuela tenía planes grandes para dar la bienvenida a su huésped, incluyendo una alfombra azul (aún en la envoltura plástica para protegerla de las impresiones polvorientas del zapato).
La alfombra, con niños alineados a ambos lados, condujo a las dos canchas de baloncesto que la fundación de Durant había construído para este verano. Había otros 100 niños en la duela recién pintada gris y azul - dos de ellos con discursos preparados.
El equipo de baloncesto de la escuela estaba allí, esperando algunos consejos de la superestrella de los Golden State Warriors. Algunos estudiantes menos afortunados se asomaron a las ventanas de sus salones. Pero, a medida que el reloj pasaba, Durant no se veía en ninguna parte. Llegó alrededor del mediodía, ya tarde para su próxima asignación, pero el entusiasmo entre los niños no había disminuido.
Su estadía prevista para una hora se redujo a 20 minutos; no había tiempo para firmar autógrafos, dar consejos al equipo o quedarse para los discursos. Pero él tiró algunas cestas de la línea de tiro libre y posó para las imágenes con los equipos. Era un poco menos de lo esperado por los niños, pero no parecía importarles.
"No puedo creer que haya llegado a nuestra escuela", se maravilló Mihir Rastogi, de 11º grado, incluso cuando Durant partió para la siguiente parada.
La siguiente parada fue en la Academia de la NBA en Greater Noida. Los mortales como nosotros cubrieron esa distancia en cerca de dos horas; el convoy de KD lo hizo en menos de una hora. Está de vuelta en el horario establecido.
Los niños consiguen tiempo con él. Primero es una interacción con algunas de las más brillantes perspectivas de la Academia en el salón de entrenamiento; hay algunos disparos, algunas palabras de sabiduría. Luego pasa al punto siguiente de la agenda.
¡Durant habla! No demasiado, y muy suavemente, pero lo que dice, especialmente cuando habla del juego, no es bajo el mismo tono que algunos sus compañeros. Aunque habló por menos de 20 minutos, valió la pena.
Abrió cuando se le preguntó sobre el papel de los padres en la formación de campeones de los deportes. El rostro famoso hijo de una ahora famosa madre, se iluminó mientras hablaba del juego.
"El baloncesto es un deporte tan enérgico y brillante que atraerá a muchos niños", dijo.
También había humor. Cuando se le preguntó cómo ganar un título de la NBA había cambiado su perspectiva:
"Me hace más paranoico", dijo. "No quieres que nadie tome este lugar, pero eso es una buena locura para mantenerme al límite".
Por último, la parte con un reparto de (literalmente) miles: un intento romper el récord de la lección de baloncesto más grande del mundo celebrada en varios lugares.
Se trataba de 831 niños en la Academia de la NBA y cerca de 2 mil 600 más a través de enlace directo desde Bangalore, Chennai, Hyderabad y Calcuta, que hacen pasos laterales básicas (interrumpidos por gritos de "KD" y "MVP").
Liderándolos está el enérgico Carlos Barroca, un alto funcionario de la NBA India, con Durant por su lado luchando contra lo que parece ser el jet lag. Se prolonga un poco, y al final, los niños están claramente en la necesidad de un poco de descanso. Esto viene en el camino de algunas palabras de aliento del héroe; entonces, como una 'ola', KD salta del estrado y se ha ido...