Canseco debe ir a Cooperstown

EN SU ÉPOCA
Fue en Oakland en dónde José Canseco brilló
(Allsport)
Tal como nos temíamos, José Canseco decidió colgar el guante, o mejor dicho, el bate, Pero al anunciar su retiro a los 37 años, Canseco dio paso de inmediato al debate en torno a su admisión en el Salón de la Fama del Béisbol.

Y como ha sido uno de mis temas favoritos, voy a analizar los méritos del cubano así como el historial del los latinos en el nicho de la Fama.

Sabiendo lo difícil que se le hace a los latinos llegar al Salon de la Fama, Canseco trató en los últimos dos años de llegar a los 500 jonrones, hazaña que le hubiese prácticamente asegurado su placa en Cooperstown. Pero su espalda lo traicionó en el 1999 cuando atravesaba por una gran temporada en Tampa Bay y se acercaba con paso firme a los 500 bambinazos.

Estuvo fuera de acción ese año durante seis semanas y su producción se limitó a 34 jonrones. Durante los dos siguientes años solo conectó 31 jonrones para concluir con 462, número 22 en la lista de todos los tiempos.

Sus críticos, entre ellos muchos de los que votan, se concentrarán más en su herencia latina, su controvertida personalidad y sus problemas fuera del terreno que en sus estadísticas y ejecutorias durante 17 años en las Grandes Ligas.

Siempre he afirmado que a los latinos se les mide con diferente vara cuando se le toma en consideración para el Salón de la Fama. El boricua Roberto Clemente tras su trágica muerte, entró sin problemas en 1973 para convertirse en el primer latino en Cooperstown. Pero la grandeza de Clemente ha sido reconocida más tras su muerte que durante sus años como jugador.

El otro que entró sin mayores problemas fue el panameño Rod Carew, quien ganó siete títulos de bateo. Quizás sus múltiples títulos y el hecho de que su nombre no suena latino le evitó escollos en el camino.

El dominicano Juan Antonio Marichal, uno de los mejores lanzadores en la historia del deporte, no fue seleccionado en su primer año. El venezolano Luis Ernesto Aparicio esperó 10 años después de su retiro para entrar en Cooperstown. El cubano Atanasio "Tany" Pérez, 15. El boricua Orlando Manuel Cepeda estuvo en el olvido durante los 15 años de la votación y finalmente el Comité de Veteranos le hizo justicia en 1999, casi un cuarto de siglo después de su retiro. Y aun quedan enterrados en el olvido los cubanos Tony Oliva y Luis Tiant y el venezolano David Concepción.

El hecho de que Canseco no ha sido un ángel fuera del terreno, no le quita méritos a sus ejecutorias. Pero parece que algunos cronistas confunden la entrada a Cooperstown con la entrada al cielo.

La "vida loca" que según muchos ha vivido Canseco, la que incluye conducir a velocidad, su arresto por portar un arma, sus amoríos con Madonna y su extraña colección de exóticos animales, no tiene nada que ver con sus méritos para el Salón de la Fama.

Pero revisemos ahora sus méritos dentro del terreno. Canseco concluyó su carrera con 462 jonrones, superado sólo por 22 en la historia. Todos los que han bateado más jonrones que Canseco, excepto los activos (Barry Bonds, Sammy Sosa) o recientemente retirados (Eddie Murray, Mike McGwire), estan en el Salón de la Fama. Sus 1,407 carreras empujadas (7 menos que Mark McGwire), lo colocan en la posición 47 en la historia. En la Liga Americana, solo siete han bateado más jonrones que José, y todos estan en el Salón de la Fama.

José es uno de siete jugadores en la historia en batear sobre 450 jonrones, y acumular 1,400 empujadas y 200 bases robadas. Cinco de ellos, Hank Aaron, Willie Mays, Frank Robinson, Reggie Jackson y Dave Winfield, están en el Salón de la Fama. El sexto, Bonds, se encamina a Cooperstown. ¿Se unirá José a ese exclusivo grupo?

Esta estadística es muestra de los múltiples talentos del pelotero cubano. Y su dirigente en sus años en Oakland, Tony LaRussa, defiende ese hecho: "Ha sido el jugador mas completo que jamas he dirigido", comentó LaRussa al enterearse de su retiro. "(Canseco) podía correr y cuando se concentraba, jugaba defensa. Y le encantaba batear en situaciones cruciales. Las lesiones le robaron de una importante parte de su carrera".

Canseco inicio su carrera con los Atléticos de Oakland de gran manera. En 1986, bateó 33 jonrones y empujó 117 carreras para ganar los honores del Novato del Año, En 1988 fue el líder en las mayores con 42 bambinazos y 124 impulsadas siendo seleccionado por unanimidad el Jugador Mas Valioso de la Liga Americana. José fue el primer jugador en la historia en conectar 40 jonrones y robarse 40 bases y ayudó a los Atléticos a ganar el primero de tres campeontatos sucesivos en la Liga Americana.

Ademas fue pieza integral cuando Oakland finalmente ganó la Serie Mundial en 1989. Ese octubre, Jose hizo historia al conectar un lanzamiento de Mike Flanagan en las gradas altas del SkyDome de Toronto, unos 480 pies, el único en lograrlo en la historia de ese estadio.

Esta semana, el inicialista de los Mets, Mo Vaugh, lo dijo mejor que nadie, al apoyar su ingreso al Pabellon de los Inmortales. "(Canseco) acumuló tremedas estadísticas", afirmó Vaughn, "Si se le juzga en sus números y en la percepción entre el público, tiene una gran oportunidad".

Durante los próximos años, veremos a muchos poner las excusas de porque Canseco no pertenece. Hubo un escritor que senaló hace par de años, cuando parecía que Canseco lograría los 500 jonrones, que alcanzar esa hazaña no debería grantizarle a nadie una placa en Cooperstown, labrando el camino para un rechazo de José.

Canseco sufrirá una dosis de lo que Cepeda y Pérez sufrieron en su largo camino a Cooperstown. Esperemos que el resultado sea similar y un día pueda entrar con la frente alta en el nicho de los inmortales.

ELMY MARTÍNEZ es un veterano periodista puertorriqueño que reside en el área de Washington, D.C. Ha publicado anuarios de béisbol y baloncesto y ha cubierto béisbol de Grandes Ligas desde 1984 para varias publicaciones, como El Nuevo Día (Puerto Rico) y El Mensajero (San Francisco). Actualmente, escribe de béisbol para El Tiempo Latino (Washington D.C.) y es columnista de ESPNdeportes.com.

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