El precio de alcanzar la fama y fortuna

En una serie de reportejes especiales, ESPN investiga la historia del lanzador cubano Rolando Viera y todos los problemas que ha vivido para poder lograr el sueño de lanzar en Grandes Ligas

Por TOM FARREY

COMO MUCHOS OTROS CUBANOS Rolando Viera sueña con el jugar en Grandes Ligas (ESPN)
Primera Parte de cinco

LA HABANA, Cuba -- En cuatro décadas de béisbol al estilo comunista en esta isla nación, tal vez ningún lanzador ha sido dotado de talento como Rolando Viera, el destacado zurdo que lanzó por seis temporadas para el equipo más promiente, los Industriales de La Habana, en el nivel más alto del béisbol cubano, la Serie Nacional.

No es porque sus eficientes movimientos se parecen a los del lanzador de los Bravos de Atlanta, Tom Glavine, dos veces ganador del premio Cy Young. No es porque una curva se cae del plato con la misma certeza que cae el plato de un bebe a la hora de la cena.

Aunque muy respetado, el material de Viera no es más formidable que el de muchos de los lanzadores en este país acaudalado en talento de béisbol. En cambio, Viera fue puesto en una categoría distinta de sus iguales por algo que recibió por correo: una invitación a mudarse a los Estados Unidos legalmente.

Viera se había ganado la lotería de inmigración de los Estados Unidos, un programa especial que permite que cada año 20,000 cubanos entren a los Estados Unidos volando directamente a su nuevo país con los papeles de autorización.

Sin yolas, ni barcazas. Sin fugas de media noche para huir en veloces botes motorizados de contrabando. Sin saltar sobre la verja en algún torneo internacional.

"Es el boleto de entrada a la libertad", dijo la representante Ileana Ros-Lehtinen, congresista de Miami e inmigrante cubana cuyo distrito incluye a la Pequeña Habana, así como otros muchos constituyentes que se han beneficiado de este programa.

Pero para Viera, canjear ese boleto ganador de lotería era otra cosa. En noviembre pasado las autoridades cubanas se enteraron que Viera se había ganado esta lotería. Según Viera, fue sacado del equipo Los Industriales y le quitaron su salario. En la cima de su carrera, de repende Viera se convirtió en un marginado dentro de la sociedad cubana, alguien a quien aún sus colegas de equipo evadían.

Sin un salario, no podía costear el pago de $550 por concepto de la cuota de salida que cobra el gobierno cubano a los que ganan esta lotería, una cifra de rescate como de reyes, en un país en donde hasta los trabajadores mejores pagados no generan más de $100 mensuales. Viera estaba atrapado, sin su trabajo de ensueño en Cuba, y sin su camino expedito a una vida en los Estados Unidos

'Hablé con (oficiales del béisbol) y les dije que 'no me tengo que ir", dijo Viera a través de un intérprete. 'Les dije que iba a romper los papeles y todo. Y me dijeron, 'No, no te vamos a dejar jugar". Durante los pasados seis meses, a ESPN.com y 'Outside the Lines' se les ha provisto un vistazo desde adentro a una de las deserciones mas insólitas de los pasados 10 años, desde que René Arocha se convirtió en el primer jugador en desertar en la era de Fidel Castro, en busca de una carrera en las Grandes Ligas. Desde enero, cuando un frustrado Viera conspiró para salir de su país, a mayo cuando contrató a un agente norteamericano tras llegar a Miami, a junio cuando los Medias Rojas de Boston contrataron al lanzador caribeño entre conjeturas y rezos, ESPN siguió su torcida travesía.

UN MAR DE BUROCRACIA MANTIENE AISLADOS A LOS CUBANOS
En el sentido más amplio, la historia de Viera es sobre las frías relaciones entre dos países que han jurado mantenserse como enemigos tras cuatro décadas de que Castro tomara el poder. En agosto pasado, mientras Viera luchaba para obtener los resultados de un examen médico mandatorio, requerido para poder salir de su país, la entonces Secretaria de Estado Madeleine Albright presentó una protesta formal con Cuba por rutinariamente retrasar o denegarle los documentos necesarios de salida a los ganadores de la lotería de inmigración.

'A Castro le gusta dejarle claro a la gente que si tienes talento debes quedarte en Cuba', dijo Ros-Lehtinen. De acuerdo al Departamento de Estado de los Estados Unidos existe una lista de 250 cubanos que han cualificado para visas pero que no se pueden ir del país dada la poca disposición del Gobierno en dejarlos ir.

La historia de Viera es también sobre la lucha contra el béisbol de forma socializada, el sorteo amateur. El béisbol de Grandes Ligas, obliga a los cubanos a entrar a su sorteo anual, contrario a otros jugadores extranjeros, como herramienta de distribuir el joven talento de manera equitativa entre los equipos ricos y pobres del béisbol. Pero esto ha provocado que los desertores cubanos busquen residencia legal y ciudadanía en terceros países, para así asegurar que serán agentes libres.

Viera no quería irse de los Estados Unidos para jugar brinca la tablita con inmigración, así que demandó al béisbol para ser declarado agente libre. El asunto legal está pendiente y podría cambiar la forma en que el deporte trata a todos los desertores cubanos, un grupo que ha impactado visiblemente la historia reciente del béisbol.

El estelar Orlando 'El Duque' Hernández ha sido instrumental en la postemporada para los tres veces defensores del campeonato mundial, los Yankees de Nueva York, y antes que él su medio hermano Liván Hernández guió a los Marlins de Florida a lograr el título de la Serie Mundial en 1997. En el sentido más básico la historia de Viera es sobre el asombroso precio personal que pagan todos los desertores cubanos, sin importar el método que utilicen para desertar.

Viera no se tiró al oceano en un barco pesquero como lo hizo en 1997 El Duque, su antiguo colega de Los Industriales. No dejó tambaleante al equipo nacional, como lo hizo Rolando Arrojo en 1996 cuando se encontró con el agente Joe Cubas en Atlanta días antes del inicio de las Olimpiadas. No evadió las autoridades cubanas escapando hacia Centroamérica en un bote rápido de 70 pies de eslora, perteneciente a un empresario de Florida dueño de un sitio en la Internet, como lo hicieron u grupo de desertores en 1998.

Viera, al recibir la carta con el premio de la lotería de inmigración, de manera efectiva le preguntó al gobierno de Castro: ¿Por favor, me puedo ir? . Pero aún desertando por la puerta principal lo obligaba a dejar atrás su vida, incluyendo una esposa nueva, un hijo de un año y la única cultura que jamás había conocido.

'Amo a mi país, a mi gente', dijo Viera, 'los amo' .

No existen garantías de que el estrellato le aguarde en su nuevo país, tampoco. De los más de 50 cubanos que han desertado durante la pasada década, a penas la mitad de ellos están aún en el béisbol profesional. 'Quizá cinco o seis tienen carreras extendidas en las Grandes Ligas', dijo Joe Kohoskie, un agente que representa a Viera. 'Creo que mucho tiene que ver con lo que pasa fuera del parque, el mero impacto cultural de venirse a los Estados Unidos'. Liván Hernández es probablemente el mejor ejemplo de ésto. 'Se vino para los Estados Unidos y la separación de su familia tuvo mucho peso sobre él. Aumentó masivamente de peso, y casi se pitchea a sí mismo fuera del béisbol'.

CUANDO LA OPORTUNIDAD LLAMA
De hecho, al principio Viera no quería irse de Cuba. Fue su primera esposa, ahora divorciada de él, quien llenó la solicitud hace varios años para participar de la lotería.

Ansiosa por una mejor vida, Lorraine Gutiérrez envió la carta a nombre de Rolando sin que él lo supiera. Se inscribió a sí misma como su esposa, aunque en ese momento no habían contraído nupcias. 'Se molestó conmigo porque sabía que le iba a afectar (su carrera) y todo, pero no me importó', dijo Gutiérrez con una malevola carcajada.

Viera estaba determinado a traer a su esposa actual a los Estados Unidos, ya que ésto se les permite a los ganadores de la lotería. Trajo su certificado de matriminio a la Sección de Intereses de los Estados Unidos en La Habana, pero a último momento le dio terror el hecho de que sustituir el nombre de su primera esposa, Gutiérrez, por el de su segunda esposa Lili Sánchez, podía crearle más papeleo y darle otra oportunidad a las autoridades cubanas de evitar su salida.

'Cuando ví que le estaban diciendo que no a un montón de gente me dio miedo que me dijeran que no a mí', dijo Viera.

Una foto de Lili adorna la antesala de la residencia en Miami en donde se ha estado quedando con un tío y un primo que no veía hacía 15 años, la esposa e hijo del primo. Viera comparte una habitación con el niño de edad preescolar, cuya presencia es bienvenida pero le recuerda constantemente a su hijo, Rolando, a quien posiblemente no vea en mucho tiempo.

EL PUNTO FINAL
Entretanto, quiere saber lo que le depara el futuro en el béisbol. Está esperanzado en que Boston, quien lo seleccionó en la séptima ronda del torneo le haga una oferta lo suficientemente generosa como para poder enviarle dinero a su familia. Pero sin el poder de ser un agente libre está estancado.

AHORA EN MIAMI Rolando Viera sólo vive de recuerdos sobre su familia e hijo que dejó en Cuba, en esta foto con uno de sus sobrinos en Miami (ESPN)
¿Qué puedo hacer?, se cuestiona Viera, quien ha tenido dos impresionantes sesiones de entrenamiento con los Medias Rojas. 'Tengo a mi madre, a mi padre, a mi hijo, mi hermana, y a muchos familiares en quien pensar. Si la oferta es muy bajita no la voy a firmar. Trato de nuevo el año próximo.

Viera perdió la primera ronda de la demanda en contra del béisbol, una solicitud en junio que solicitaba prevenir de forma que temporeramente que se le colocara en el sorteo.

El juez, James D. Whittemore del Tribunal de Distrito de los Estados Unidos en Tampa no emitió su falló por los méritos de la demanda, que pueden ser determinados más adelante en una audiencia completa. Pero al emitir su orden Whittemore se separó de su redacción legal por un momento y en una breve pero elocuente secuencia, adoptó la posición del fanático común y corriente.

De ser sorteado, escribió Whittemore, Viera tiene 'varias opciones, en especial la de jugar béisbol profesional, una oportunidad envidiable para cientos, sino miles de jugadores aspirantes alrededor del mundo'. Viera es de naturaleza juguetona, pero si después de todo esto no quiere jugar, podríamos perdonarlo.

Tom Farrey es periodista de ESPN.com. Lo pueden contactar en tom.farrey@espn.com

Este viernes, no se pierda la segunda parte, cuando Rolando Viera, ya en Estados Unidos, es elegido en el Draft por Boston.

-ESPN

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