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Jorge Soler no le hace caso a los rumores de cambios

En 19 turnos en la postemporada, Jorge Soer disparó nueve hits, para average de .474. Y seis de ellos fueron extrabases, tres dobles y tres cuadrangulares. Caylor Arnold/USA TODAY Sports

A su indiscutible talento, el cubano Jorge Soler añadió en el 2015 un extra para los reportes de los escuchas, tras exhibir una capacidad excepcional para producir en la postemporada, cualidad reservada sólo para algunos.

A sus 23 años, Soler es uno de los pilares de la más prometedora generación que hayan tenido los Cachorros de Chicago en mucho tiempo y aunque todavía no ha desarrollado todo su potencial, explotó de una manera extraordinaria durante su participación en las series de playoffs ante los Cardenales de San Luis y los Mets de Nueva York.

En 19 turnos en la postemporada, el habanero disparó nueve cohetes, para average de .474. Y seis de ellos fueron extrabases, tres dobles y tres cuadrangulares.

Además, mostró una paciencia y madurez en el plato propia de un veterano, al negociar seis pasaportes y su promedio de embasamiento fue de .600.

Pero al parecer, los Cachorros están tan apurados por ganarlo todo que se desprenderían del talentoso jardinero derecho si a cambio consiguen un lanzador de primera línea, que se sume a la rotación que ya cuenta con los derechos Jake Arrieta y John Lackey y el zurdo Jon Lester.

De hecho, su nombre sonó como pieza de canje con los Bravos de Atlanta por el diestro Shelby Miller, aunque este fue transferido luego a los Diamondbacks de Arizona.

"Sí, he escuchado rumores de cambio, pero no le presto mucha atención. Eso es algo que no depende de mí. A mí me gustaría quedarme en los Cachorros, pues creo que ese grupo de peloteros está para cosas grandes y a mí me gustaría ser parte de esa historia, pero ya sea en Chicago o en otro equipo, yo me estoy preparando duro para hacer un bien papel", manifestó el cubano, de vacaciones en Miami.

Sería un error. Quizás la monstruosa postemporada de Soler sea el punto de giro en su carrera y desprenderse de sus servicios sólo se justificaría si a cambio de obtiene no un abridor más, sino un as para la rotación que ya tiene a Arrieta como su líder inobjetable.

El habanero está a gusto en Chicago bajo las órdenes de Joe Maddon.

"Es una ventaja poder tener a alguien tan experimentado que te dirija. Fue una experiencia bonita y Maddon demostró que sabe del negocio".

Tema obligado era la reciente visita de una delegación de MLB a Cuba, que incluyó, sorpresivamente, a cuatro peloteros que nacieron y jugaron en la isla antes de escapar para perseguir el sueño de las Grandes Ligas.

"Yo lo veo como algo positivo. Ojalá los peloteros cubanos podamos ir a nuestro país como hacen los jugadores de otros países", dijo escuetamente el jardinero de los Cachorros, quien cree que el equipo está en condiciones para llegar más lejos en el 2016.