GLENDALE, Ariz. - El primera base de Dodgers de Los Ángeles Adrián González apareció en 156 de un máximo de 162 juegos en 2015. Según los estándares de la mayoría de los jugadores, eso es trabajar toda una temporada completa. A la luz del resumé de González, estuvo en el borde de unas vacaciones.
Desde la temporada 2007, González ha aparecido en 1.433 juegos -empatado con Robinson Canó en la mayor cantidad en las mayores. Esos seis partidos que se perdió el año pasado fueron su total más alto desde que era un simple cachorro con los Padres de San Diego en 2006.
González es un buen y un mal problema que un director tiene: bueno porque jugará a través de lesiones persistentes y trae estabilidad en el medio del orden de bateo diariamente. Mal porque es un reto decirle que es su día para sentarse.
"El último par de años con (Don) Mattingly, me decía que no iba a jugar, y llegó el punto en que me detuve de luchar contra él y le dije 'Ok' '', dijo González. "Soy un tipo que le gusta estar ahí todos los días. Soy un horrible hombre de banca".
González, quien cumple 34 años en mayo, dio a los Dodgers su típicamente fuerte producción en 2015. Bateó 28 jonrones, remolcó 90 carreras, hizo su quinta aparición en el Juego de Estrellas y ocupó el sexto lugar entre las primeras base de MLB con un 3.9 Victorias por encima del reemplazo (WAR, por sus siglas en inglés).
Sin embargo, su producción decayó en la segunda mitad, en contraste con su perfil general de su carrera. En 89 partidos antes del receso del Juego de Estrellas, González conectó .283 con un .355 porcentaje de embasamiento y un porcentaje de slugging de .520. En 67 partidos después de la ruptura, esa línea de barra cayó a .264/.344/.427.
"Cada año es diferente", dijo González. "He tenido grandes abriles y horribles abriles, grandes septiembres y malos septiembres. No hay ninguna razón para romperla. Tiene que mirar en cada temporada en su conjunto".
Dave Roberts, en su primer año como manager de los Dodgers, tiene múltiples opciones en la lista si quiere dar a González descanso de vez en cuando en esta temporada. Justin Turner, Grandal y Chase Utley todos conocen cómo desempeñarse alrededor del primer cojín. Scott Van Slyke, principal respaldo de Los Ángeles en la posición, tiene una carrera de .858 OPS contra zurdos, por lo que es una elección natural si un zurdo de élite está en el montículo en una noche determinada.
El as de los Gigantes Madison Bumgarner es un lanzador que podría llevar a Roberts a mover su banco y guardar a González para tareas de bateador emergente. González tiene una línea de .143/.182/.190 contra MadBum, sin jonrones y sólo dos extrabases en 42 turnos al bate.
"Como gerente o entrenador, cuando tienes a un tipo como Adrián quien es fijo todos los días, tienes una tendencia a dar las cosas por sentado", dijo Roberts. "Es importante mantener esa comunicación abierta. Una gran cantidad de veces como manager, deseas diferir al jugador ese estatus en dependencia de cómo se sienta. Es difícil para un jugador, sin embargo, decir que no quiere jugar o no puede jugar. Así que es mi trabajo a veces -si veo que necesita una ayuda- sacar esa decisión de sus manos".
González ha jugado a través de lesiones en la pantarrillas y las piernas a través de los años, ya que la velocidad es tan incidental a su juego y sabe que su presencia en la alineación podría ayudar a cambiar la ecuación en una noche determinada. Si el lanzador contrario no se da cuenta que está disminuido físicamente y lanza alrededor de él o lo bolea, eso podría ofrecer mejores oportunidades para los otros bateadores en la alineación de los Dodgers.
En algún momento de esta temporada, González y Roberts podrían sentarse y desarrollar un plan concreto sobre cómo abordar las pausas de descanso. González espera y cree que serán pocos.
"La disposición que me gusta es, te voy a decir cuando no puedo jugar", dijo González. "Si yo le digo que no puedo jugar, no puedo jugar".