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Francisco Lindor y Carlos Correa no temen a maleficio de segundo año

ST. PETERSBURG, Florida -- Carlos Correa y Francisco Lindor son jóvenes, super talentosos, llenos de confianza y nada supersticiosos. El maravilloso par de brillantes chicos puertorriqueños sencillamente no cree en la famosa "maldición del segundo año" que, con una asombrosa frecuencia, afectó a muchos novatos exitosos de Grandes Ligas.

Los números hablan por si solos. Correa, el Novato del Año de la Liga Americana en el 2015, batea .308 con cinco extrabases (3 jonrones), dos robos, siete impulsadas y seis anotadas en los primeros 10 juegos de los Astros de Houston. Lindor, segundo detrás de Correa en la carrera por el Novato del Año, batea .321 con dos robos y seis anotadas en los siete partidos de los Indios de Cleveland.

Correa, de 22 años, tiene tres juegos de hits múltiples, incluyendo uno de cuatro y otro de tres. Lindor, de 22 años, lleva cuatro juegos de dos imparables y solamente se ha ido en blanco en una ocasión en la temporada. En los juegos de exhibición, Correa bateó .378 (45-17) con cuatro jonrones y Lindor .339 (62-21) con 11 extrabases y 15 remolques. Ok, es una muestra muy pequeña, pero es la única que hay disponible.

"Siempre hay que hacer los ajustes. Hacer lo necesario para ser exitoso. No hay ninguna presión. No siento presión, sino que me enfoco en lo que puedo controlar y eso es trabajar para estar listo." Carlos Correa sobre el maleficio del 'segundo año'.

"No me enfoco en eso, sino en el trabajo que debo hacer cuando entro al terreno", dijo Correa, luego del partido del jueves contra los Reales de Kansas City en el Minute Maid Park. "La realidad es que la preparación siempre ha estado ahí, o sea, que hay confianza cuando entro al campo", agregó.

"No creo en eso", dijo Lindor, después de ayudar a que Cleveland ganara los últimos dos choques de su serie en Tropicana Field contra los Rays de Tampa Bay. "Pienso que Dios tienen un plan para todo el mundo y si Dios quiere que yo tenga exito, lo voy a tener, pase lo que pase", agregó.

Correa y Lindor forman parte de una magnifica promoción de jugadores que tomó por asalto el béisbol en el 2015. La lista también incluye al poderoso bateador dominicano Miguel Sanó, de los Mellizos de Minnesota, y al sensacional relevista mexicano Roberto Osuna, de los Azulejos de Toronto, en la Liga Americana; al 3B Kris Bryant, el Novato del Año de la Liga Nacional, y sus compañeros de los Cachorros de Chicago, el SS Addison Russell y el OF Kyle Shwarber; el 3B Matt Duffy, de los Gigantes de San Francisco, y los lanzadores Noah Syndergaard y Kevin Matz, de los Mets de Nueva York , entre muchos otros.

El mito de "La Maldición del Segundo Año" ha sido parte del béisbol por mucho tiempo, incluso desde mucho antes de que se comenzara a entregar un premio a los novatos más destacados en 1940. Muchos novatos destacados bajaron notablemente la producción en sus segundas temporadas, y muchos otros mantuvieron o incrementaron la producción en el campo, pero por alguna razón, los casos negativos tienden a reforzar la percepción de que la maldición es real.

Tom Seaver, Cal Ripken hijo y Dwight Gooden ganaron el Novato del Año y fueron mejores en sus siguientes campañas; Frank Robinson, Albert Pujols y Mike Trout mantuvieron niveles de excelencia, pero Sandy Alomar, Carlos Beltrán y Geovany Soto, los tres puertorriqueños que lograron la distinción antes que Correa, registraron dramáticos declives en sus segundas temporadas.

"Cuando fui Novato del Año, en 1990, tuve un calendario lleno de actividades de la organización y no pude prepararme adecuadamente. En mi segunda temporada casi no pude jugar debido a las lesiones", dijo Alomar, ahora coach de primera base de Cleveland.

"Pero ahora es diferente. Correa y Lindor no solamente tienen un talento extraordinario, sino que cuentan con mayores facilidades para no salirse de su rutina aunque participen en muchas actividades extracurriculares. Tienen talento, mejores condiciones y son extraordinarios trabajadores", dijo Alomar, quien bateó .217 en 51 partidos en su segunda temporada, después de ganar el Guante de Oro y batear .294 con 26 dobles y 66 impulsadas en 132 encuentros en su año de debut.

"No creo en eso. Pienso que Dios tienen un plan para todo el mundo y si Dios quiere que yo tenga exito, lo voy a tener, pase lo que pase." Francisco Lindor sobre el maleficio del 'segundo año'.

Alomar, un seis veces Todos Estrellas, pudo recuperarse y tener una buena y larga carrera de 20 años en las ligas mayores, pero otros que fallaron en sus segundas temporadas, básicamente por no poder ajustarse a los niveles de la competencia, jamás se levantaron. Entre esos podemos mencionar al dominicano Angel Berroa (2003) y los norteamericanos Joe Charboneau (1980), Bob Hamelin (1980) y Jerome Walton (1989), quienes simplemente cayeron al vacío después de ganar el Novato del Año.

"Para mí fue difícil porque no tuve mucha salud. En mi caso fue asunto de salud", dijo el lanzador dominicano Yordano Ventura, de los campeones Reales. "No sé si existe la maldición, es lo que dicen, aunque no lo creo. Pero gracias a Dios que ya pasó mi segundo año", dijo Ventura.

"Es lo mismo, es otra temporada más. Es un mito para mí", dijo el estelar 2B venezolano José Altuve, compañero de doblematanzas de Correa, sobre la maldición del segundo año. "Siempre pasarás por altos y bajos en el béisbol, lo importante es no cambiar lo básico y buscar la consistencia", dijo Altuve, quien fue convocado al Juego de Estrellas en tres de sus primeras cuatro temporadas completas.

"Siempre hay que hacer los ajustes. Hacer lo necesario para ser exitoso", dijo Correa, quien fue proyectado para la grandeza desde que Houston lo reclutó con la primera selección del sorteo colegial del 2012. "No hay ninguna presión. No siento presión, sino que me enfoco en lo que puedo controlar y eso es trabajar para estar listo", dijo Correa.

"Trabajando fuerte, trabajando fuerte, confiando en Dios y en tu propio plan, en el plan de ataque tienes cuando batea y fildea, y orando todas las noches", dijo Lindor, la octava selección del sorteo del 2011, sobre su fórmula para evitar un profundo slump en su segundo año con Cleveland.

¿Y la supuesta ventaja que tiene la competencia por disponer de más reportes sobre un jugador para su segunda temporada?

"Es parte del negocio. Ellos me conocen, yo los conozco. Todos tenemos que hacer ajustes. En las ligas menores hacemos ajustes de un día para otro, del primer turno al cuarto turno. Ahora en las Grandes Ligas debes ajustarte después de cada pitcheo", dijo Lindor.

Terry Francona, manager de Cleveland, cree que jugadores tan especiales como Correa y Lindor tienen menos probabilidades de meterse en baches largos. En el caso de su torpedero, Francona no oculta la emoción cuando habla del boricua.

"Está preparado para las expectativas porque, es bueno. Juega duro. Es inteligente. Emociona. Es divertido ver jugar a Francisco Lindor", dijo Francona.

Carlos Nava, de ESPNdeportes.com, contribuyó en este reporte.