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Enrique Rojas, ESPN Digital 8y

Yasiel Puig admite errores del pasado y trabaja en mejorar

ATLANTA -- El cubano Yasiel Puig disfruta un gran comienzo de temporada, bateando imparables en 11 de sus primeros 14 juegos, corriendo bien en las bases y jugando una gran defensa en el jardín derecho. Se podría decir que los Dodgers de Los Angeles están poniendo en el terreno una copia mejorada del Puig que tomó por asalto las Grandes Ligas cuando debutó hace cuatro años.

Es evidente que la salud de sus piernas, que fallaron por una gran parte del año pasado, tienen mucho que ver con el buen momento de Puig en el campo de juego; sin embargo, el pelotero admite que la principal razón no tiene nada que ver con lo físico, sino más bien con lo mental.

En conversación con ESPNdeportes.com en el Turner Field de Atlanta, Puig confesó que sus achaques físicos del pasado, al igual que la mala fama que se creó en sus primeros tres años con los Dodgers, fueron producto de su irresponsabilidad profesional y pobre actitud y que su misión de ahora en adelante es cambiar todo eso.

"El año pasado fui descuidado, no entrené y me lesioné", dijo Puig. "Decidí prepararme al máximo este año, prepararme en el terreno, llegar temprano. Espero que todo me salga bien, pero si las cosas no salen bien en el terreno, lo sé yo y lo saben mis compañeros que fui puntual y que traté de dar lo mejor", agregó.

"Mis compañeros y la organización me pedían que fuera un ejemplo a seguir y yo era un ejemplo de lo que no se debe seguir, todo el mundo hablaba mal de mí. Comprendí que debía cambiar", dijo Puig.

Puig, de 25 años, fue firmado por los Dodgers como agente libre por siete temporadas y $72 millones de dólares en el 2012, después que abandonó ilegalmente su país. Un pelotero con todas las herramientas para ser una súper estrella, Puig tuvo un éxito instantáneo en las ligas mayores, bateando .319 con 19 jonrones y 11 bases robadas en 104 partidos y terminando segundo en la carrera por el Novato del Año en el 2013.

Pero el jugador, entonces con 22 años, también mostró mucha inmadurez y cierta apatía a las reglas escritas y no escritas del béisbol organizado, incluyendo el llegar temprano a las convocatorias del club.

La temporada pasada, Puig confrontó lesiones en ambas piernas y fue limitado a 79 partidos, en los que bateó .255 con 11 jonrones, 38 carreras impulsadas, tres bases robadas y un OBP de .322, las peores cifras desde que llegó a las ligas mayores en junio del 2013.

Para rematar, en noviembre el cubano estuvo envuelto en una pelea en un bar de Miami y fue objeto de una investigación de la Oficina del Comisionado por presuntamente agredir a su hermana durante el incidente, lo que habría sido una violación de la nueva política de la liga sobre la violencia doméstica.

Afortunadamente para los Dodgers y el jardinero, el Comisionado no encontró ningún testigo que respaldara la acusación y la posiblidad de una sanción se esfumó. Haber tocado fondo parece haber surtido un efecto positivo en Puig, quien batea .347 con dos triples, dos robos y nueve carreras impulsadas esta temporada.

"Para lograr hacer lo que estoy haciendo este año tuve que sentarme a conversar con mis compañeros, con Adrián González, Chase Utley, y otros, a recibir consejos que antes me daban y yo no tomaba", dijo Puig.

"Estoy muy agradecido con ellos. Me dijeron que debía comprometerme a llegar temprano todos los días, entrenar al máximo todos los días, respetar mis compañeros y mi carrera para ser mejor pelotero y mejor persona", agregó.

Puig admite que el coach dominicano Manny Mota ha trabajado duro con él desde su llegada a los Dodegers y que también lo hicieron sus compañeros dominicanos Hanley Ramírez y Juan Uribe -- quienes ya dejaron a los Dodgers -- el mexicano González, y los managers Don Mattingly y Dave Roberts, entre muchas otras personas, pero que fue una conversación al final de los entrenamientos primaverales con Chase Utley que finalmente lo hizo aterrizar.

"Manny Mota siempre ha hablado conmigo y otros de mis compañeros. El último día de los entrenamientos en Anaheim, estaba dándome tratamiento, Utley se me acercó y me dijo que si podía sentarse a hablar conmigo", contó Puig.

"Me preguntó que cuánto tiempo quería jugar en el béisbol y le dije que como 15 años más o hasta su edad. Entonces me dijo que si quería jugar hasta su edad tendría que dedicarme mucho en el terreno, llegar puntual, hacer mis entrenamientos y toda la rutina que sea necesaria. Estuve de acuerdo con él", contó.

Para un hombre de 25 años y el conjunto de habilidades que posee Puig el tiempo aún es perfecto para un nuevo inicio y tener una buena y larga carrera. En sus primeros 345 partidos en Grandes Ligas, Puig batea .296 con 47 jonrones, 71 dobles, 27 robos, 197 carreras anotadas y 154 impulsadas. Por cada 162 juegos, promedia 22 cuadrangulares, 13 estafas y 72 impulsadas.

"Los tropezones míos no han sido con los pies, sino con mi cabeza. He tenido que hacer arreglos en mi cabeza, mejorar por mí mismo, mi familia, mis compañeros y el equipo", dijo Puig, quien será elegible para arbitraje salarial en 2019 y para la agencia libre en el 2020.

"Mis compañeros han sido muy pacientes. En el pasado no dejé que me ayudaran y ahora estoy haciendo lo mejor que puedo por devolverle el favor a algunos que me han querido ayudar, como Adrián [González]", concluyó.

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