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Ángel Pagán ha encontrado nueva vida en el jardín izquierdo

Angel Pagán está en su último año de su contrato de cuatro temporadas y $40 millones con los Gigantes. Kelley L Cox/USA TODAY Sports

SAN FRANCISCO - Sin importar lo bueno que sean, los jugadores de Grandes Ligas típicamente experimentan un declive en sus medianos 30 años. Managers y ejecutivos entonces ponderan donde colocar esos jugadores para que no lastimen el equipo. Para un jardinero central, el mero pensamiento de moverlo a una posición de esquina podría surgir temprano, ya que la forma física, el alcance y la velocidad no suelen envejecer bien como otras habilidades.

Angel Pagán, con 34 años, ha llegado a esa etapa de su carrera. Luego de tres temporadas plagadas de lesiones y estadísticas avanzadas que sugieren que su derensa ha ido en declive, el veterano de los Gigantes de San Francisco fue movido del jardín central al izquierdo para darle paso al ex jardinero central de los Nacionales de Washington Denard Span, a quien los Gigantes firmaron con un contrato de tres años y $31 millones en la temporada baja.

Es natural que un jardinero central como Pagán se resista a una transición como esa. Aunque sigue siendo titular en la alineación de los Gigantes, moverse de una posición defensiva primaria - en la que un bate promedio o por debajo del promedio es algo pasable - disminuye su valor y coloca sus habilidades en duda. Aunque Pagán ha reconocido que la firma de Span hirió su orgullo, se ha apresurado a aceptar el razonamiento lógico.

"El mercado dictó [lo que los Gigantes] estaban buscando, y ellos tuvieron que firmar a alguien más", dijo Pagán, quien cumplirá 35 años el 2 de julio.

Eso es suficientemente cierto. Cuando el ex jardinero izquierdo Nori Aoki se fue a Seattle por la vía de la agencia libre en la pasada temporada baja, los Gigantes se enfrentaron a un mercado repleto de elementos caros que incluían a Yoenis Céspedes, Justin Upton y Alex Gordon. En cambio, ellos lograron contratar a Span en un mercado mucho más reducido de jardineros centrales y optaron por mover a Pagán al izquierdo.

Pero ¿cuánto representa Span, de 32 años, una mejoría en el jardín central sobre Pagán? Desde diciembre de 2014, Span ha sido sometido a tres cirugías (cadera, músculo de nucleo y hernia deportiva) que lo limitaron a 61 juegos y ayudó limitar su eficiencia defensiva en el 2015. Ofensivamente, en el 2014, Span bateó .302 con porcentaje de embasamiento de .355 y slugging de .416 junto con 31 bases robadas. Cuando Pagán tuvo por última vez dos piernas saludables en su cuerpo en el 2012, tuvo números de .288/.338/.440 con 29 robos. Y aunque los números muestran que Span jugó una mejor defensiva en el jardín central en el pico de su carrera que lo que lo hizo Pagán, los pasados dos años han mostrado poca evidencia estadística para decidir si esto último sigue siendo cierto.

Así que el hecho que Pagán ha aceptado calladamente su mudanza al izquierdo - algo que él es demasiado educado como para llamar un descenso - es impresionante dada la gran cantidad de áreas en la que Span y él son casi idénticos.

Pagán dejó su punto en claro al sostener una conversación con Span al poco tiempo de que ambos se reportaran a los entrenamientos primaverales.

"Yo no sé cuáles eran sus sentimientos, pero yo quise dejarle saber que yo estaba totalmente a favor de su presencia", dijo Pagán. "Yo quería dejarle saber que iba a intentar cubrir tanto terreno como pudiera para él en el predio izquierdo central. ... Yo no quiero que él sienta nada raro entre nosotros porque la química es lo más importante para un equipo".

Span intervino, al decir, "Básicamente, se trata de que todos nosotros estemos en la misma página, hablar de intentar unirnos y ganar un campeonato, y eso es básicamente de lo que se trata. Tenemos una meta en mente y es tratar de ganar y hacer lo que sea que sea lo mejor para el equipo".

Pero si el libreto se supone que termine con Pagán acumulando polvo en el año final de su contrato de cuatro años y $40 millones, él tiene otros planes.

Todavía es temprano - como dice el mismo Pagán - pero antes de que los críticos comiencen a hablar sobre lo pequeña de la muestra, es bueno decir que el ambidiestro Pagán lidera al equipo en promedio con .325 y en porcentaje de embasamiento con .375 luego 23 juegos. Su mudanza del puesto de primer bate, el que ahora ocupa Span, al puesto de noveno bate ha resultado bien hasta ahora. En adición, de acuerdo con los números de FanGraphs, Pagán está jugando su mejor defensiva desde 2012, su primer año con los Gigantes, cuando participó en 154 partidos, cifra máxima en su carrera, mientras ganaba su segunda Serie Mundial en tres años.

Aunque Pagán está teniendo el mejor inicio de su carrera en la temporada 2016, no se espera que pueda mantener ese nivel de ofensiva a medida que transcurra la temporada, ya que sus números están muy por encima de sus promedios de por vida (.282/.331/.408). Sin embargo, la salud es el factor que ha hecho la diferencia, y Pagán tiene un ejército de especialistas para ayudarlo a capear los diferentes problemas de la temporada.

"El trabajo que hice en la temporada baja fue muy, muy duro", dijo Pagán, que ahora está en su 11ª temporada en Grandes Ligas. "Tuve muchos cambios en mi preparación: un nuevo entrenador, un quiropráctico, entrenadores de bateo, un par de ex jugadores de Grandes Ligas conmigo".

Jugar a tiempo completo en el jardín izquierdo debe poner menos exigencia física en el cuerpo de Pagán y le debe ayudar a mantener su salud. Además el rejuvenecimiento en la carrera de Pagán podría obligar a los aficionados - y a potenciales equipos interesados - a preguntarse si no fue movido antes de tiempo del jardín central.

Esa es la razón por la que la mudanza de Pagán al jardín izquierdo podría ser el cambio que necesita en su carrera. Su juego en este año final de contrato podría ayudar a decidir cuanto más puede extender su vida en el béisbol. La pérdida de valor posicional, pasando del central al izquierdo, conlleva una molestia entendible, pero otra temporada con demasiadas lesiones y pocos turnos podría ser un gran golpe en el intento de Pagán de conseguir otro contrato multianual.

Todo lo que Pagán necesita es mantener su ritmo en el jardín izquierdo. Podría ser algo difícil de lograr; quedan cinco meses de temporada en los que su cuerpo podría lastimarse de nuevo. Pero mientras la garantía de Pagán es que "en algún punto, uno tiene que hacer la transición", dicha con algo de nostalgia, quizás termine dando una respuesta diferente - quizás incluso en otro uniforme - para esta misma época el año que viene.