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Adrián González: Un "Titán", dentro y fuera del terreno

ST. PETERSBURG, Florida -- Por más de una década, el inicialista mexicano Adrián González ha sido un ejemplo de consistencia y durabilidad en el terreno y una figura que irradia respeto en el camerino.

González, quien encabeza las Grandes Ligas con 1,607 partidos jugados desde el 2006 y nunca ha visitado la lista de lesionados, es un cinco veces Todos Estrellas con cuatro Guantes de Oro y promedio de bateo de .290 en más de seis mil turnos con los Padres de San Diego, los Medias Rojas de Boston y los Dodgers de Los Angeles. El toletero zurdo ha impulsado 100 o más carreras en siete de las últimas nueve campañas y con 1,071 carreras producidas es décimo del béisbol entre los jugadores activos.

Pero cuando "El Titán" camina de un lado a otro dentro del parque, sus compañeros ven más que un inicialista con manos de seda y bate de trueno.

"Es un verdadero líder, dentro y fuera del campo", dijo el receptor cubano Yasmani Grandal. "Lo dmiramos por el pelotero que es, pero mucho más por la persona que es. Es el tipo de personas que no anda dando discursos, sino enseñando con el ejemplo", agregó.

"Adrián ha puesto una carrera ejemplar, haciendo todo bien en el terreno, al tiempo que se ha mantenido alejado de todos los males que persiguen la carrera de un atleta profesional. Ha tenido una carrera limpia, digna. Es un ejemplo para todos nosotros los latinos", dijo el utility puertorriqueño Enrique 'Kike' Hernández.

González, quien cumple 34 años esta semana, nació en San Diego, California, y fue reclutado por los Marlins de Miami con el primer turno del sorteo de novatos del 2000 desde los Titanes Eastlake de Chula Vista. De su escuela secundaria surgió el apodo que ha cargado toda su carrera y que, en cierta forma, ha convertido en sinónimo de profesionalismo y dedicación en el mundillo del béisbol.

"Para mí, ser un ejemplo para los niños jóvenes, es lo más importante. Lo que me da más alegria es cuando la gente me dice que le dicen a sus niños que soy un ejemplo, dentro y fuera del terreno", dijo González. "Me gusta dar el ejemplo de como ser profesional, llegar al parque, trabajar y enseñar a los jóvenes", agregó.

"Mis compañeros saben que soy callado, pero cuando tengo que hablar, hablo. Soy una persona que prefiere llamar a un lado a alguien y decirle las cosas directamente, persona a persona, no en grupo. Pocas veces en mi carrera he hablado con un compañero en grupo por alguna situación. Es la forma que me ha dado resultados en mi carrera", dijo.

Es sabido públicamente que una de las tareas extracurriculares más duras que ha tenido González en los últimos años es la de trabajar con el jardinero Yasiel Puig para ayudar al impetuoso cubano a adaptarse a las ligas mayores y su nueva vida en Estados Unidos. Desde que llegó a los Dodgers hace cuatro años, Puig mostró un talento superior, pero también una asombrosa inmadurez y cierto desdén por las reglas establecidas.

"Siempre estaré agradecido de Adrián por la paciencia que ha tenido conmigo para no dejarme solo, incluso cuando yo no escuchaba los consejos que me daba por mi bien", dijo Puig. "Adrián es un gran compañero y alguien que se preocupa por los demás para que las cosas sean más fáciles en todos los sentidos", apuntó el cubano.

"A Yasiel siempre lo he tratado con mucho amor. He tratado de hacerle entender que todas las cosas que le digo son por el bien de él, no mío, para que mejore, para que llegue dar todo lo que puede dar en el béisbol para que tenga una carrera larga y exitosa. Yo, y muchos otros, queremos lo mejor para él, que tenga una gran carrera y él lo puede lograr, pero tiene que hacer todas las cosas que se esperan de él", dijo González.

"Para mí, ser un ejemplo para los niños jóvenes, es lo más importante. Lo que me da más alegria es cuando la gente me dice que le dicen a sus niños que soy un ejemplo, dentro y fuera del terreno. Me gusta dar el ejemplo de como ser profesional, llegar al parque, trabajar y enseñar a los jóvenes." Adrián González

"Hasta el momento esta temporada ha hecho todo bien, vamos en buen camino y él ha entendido que son cosas que hay que hacer en este país para seguir adelante", dijo González sobre Puig.

Irónicamente González, que es un jugador equipado con todas las herramientas ya ha pertenecido a cinco organizaciones del béisbol norteamericano. Tres años después de convertirse en apenas el segundo inicialista seleccionado primero en el sorteo, "El Titán" fue mandado de Miami a los Vigilantes de Texas por el cerrador venezolano Ugueth Urbina y tres años más tarde a San Diego en un movimiento que involucró a otros cuatro jugadores.

Jugando en su ciudad natal, González alcanzó su potencial y se convirtió en estrella, siendo escogido en cuatro ocasiones como el Jugador Más Valioso de los Padres. Cuando se estaba poniendo demasiado caro para encajar en el modesto presupuesto de los Padres, fue mandado a Boston. Los Medias Rojas otorgaron a González una extensión de contrato por siete años y $154 millones de dólares, el más grande de todos los tiempos para un pelotero mexicano.

Muchos consideran a González como un "hombre del oeste", y alegan que el jugador nunca se sintió cómodo en Boston, sin importar las estadísticas o el salario. Sin embargo, en su conversación con ESPNdeportes.com en el Tropicana Field, "El Titán" fulminó esa percepción.

"Mis números fueron mejores en Boston que en el oeste. Jugué mi mejor pelota en Boston, no sé de donde salen los comentarios", quien bateó .321 con 82 dobles, 42 jonrones y 203 carreras impulsadas en 282 partidos con los Medias Rojas.

"Estaba muy cómodo, me llevaba bien con mis compañeros, me divertí mucho en Boston. Obviamente estar en casa, cerca de la gente y la comida mexicana, uno se siente mejor, pero el único año completo que tuve en Boston fue el mejor que he tenido en mi carrera", dijo González, quien fue cambiado a los Dodgers en agosto del 2012.

"Para mí, jugar en Boston fue muy divertido y quería quedarme ahí, pero cuando se hizo el cambio y fue a los Dodgers, así que me puse feliz", dijo.

Pese a que nació en Estados Unidos, González siempre ha mostrado un gran orgullo por sus raíces mexicanas. "El Titán" jugó en la pelota invernal mexicana y ha representado el país en muchos eventos internacionales, incluyendo el Clásico Mundial de Béisbol. Hace seis semanas lideró la selección tricolor que ganó invicta el clasificatorio en Mexicali, Baja California, para avanzar al Clásico Mundial del 2017.

"Poder representar a México es lo muy importante. Para que México esté orgulloso, no solamente de mí, sino de todos los otros jugadores que estamos en Grandes Ligas. Haciendo esas cosas, los jóvenes mexicanos pueden copiar y tener esa misma actitud", dijo González, quien, por estadísticas y relevancia, ya superó a Vinicio Castilla como mejor mexicano de todos los tiempos en las ligas mayores.

Por años, la "Fundación Betsy y Adrián González" ha otorgado becas escolares y abierto nuevas oportunidades para miles de niños y jóvenes de escasos recursos del sur de California. Desde el 2008, medio centanar de jóvenes han recibido becas completas para estudiar una carrera universitaria de parte de la fundación del pelotero y su esposa. En los últimos tres años, la organización sin fines de lucro ha construido casas para familias desamparadas.

"Uno de mis empeños es representar bien a México, haciendo las cosas bien cuando estoy jugando, pero también en la calle", dijo González, un verdadero titán, dentro y fuera del terreno.