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Adry Torres, ESPN Digital 8y

Lanzadores de Yankees dominaron al 'Big papi'

NUEVA YORK – Por supuesto que David Ortiz iba ser abucheado, ¿qué más pensaban?

En lo que fue la noche de apertura del último paseo de uno de los bateadores más peligrosos que han visitado al Bronx, el “Big Papi” fue abucheado e increpado por una gran parte de los 35 mil 161 aficionados en Yankee Stadium, mientras que otros expresaban sus elogios cada vez que el toletero dominicano caminaba hacia la caja de bateo la noche del martes.

Ha sido un tiempo desde que Ortiz, de 40 años, cimentó su legado cómo miembro de los Medias Rojas de Boston y uno de los jugadores más detestados por la fanaticada de los Yankees de Nueva York cuando levantó los ánimos de una escuadra decaída en la Serie del Campeonato de la Liga Americana de 2004.

Ortiz ganó el Juego 4 con un jonrón, conectó un sencillo para conseguir la victoria en el Juego 6 y pegó un vuelacercas para abrir el camino hacia el triunfo en el Juego 7, convirtiendo a los Medias Rojas como el único equipo de regresar de una desventaja de 0-3.

Ortiz, quien fue nombrado el Jugador Más Valioso de aquella épica serie, falló en cada uno de sus cinco turnos, ponchándose en la novena entrada con la carrera de empate en primera base en ruta a la derrota de 6-4 ante los Bombarderos del Bronx.

Luego del encuentro, Ortiz, que inició el juego con un promedio de .315 con seis jonrones y 13 carreras impulsadas en 16 juegos contra los Yankees esta temporada, no tuvo mucho que decir en respecto a una actuación que estuvo fuera de lugar.

“Bateé de 5-0 hoy, así que no tengo nada de qué hablar”, dijo Ortiz. “Eso no es divertido”.

El “Big Papi” entonces tomó su mochila y amablemente se despidió de una manada de camarógrafos y periodistas que rodeaban su casillero.

Ortiz, que se será homenajeado por los Yankees antes de tomar el terreno para último partido de su carrera como visitante en el Bronx la noche del jueves, concluyó la primera entrada con un elevado a jardín central.

El veterano de 20 temporadas hizo el primer out del cuarto inning con un elevado que fue atrapado por su compatriota, el dominicano Starlin Castro.

Con una desventaja de 3-2 y dos corredores en base, el novato mexicano Luis Cessa de nuevo retiraba al futuro miembro del Salón de la Fama, pochándolo con un slider que cayó fuera de la zona.

Boston había logrado igualar el partido 4-4 en la séptima entrada cuando se le presentaba otra oportunidad a Ortiz, que en su última temporada ha aportado unos numeritos indispensables con un average de .318, 37 jonrones y 124 careras remolcadas.

No obstante, el relevista Blake Parker continuaba el patrón establecido por Cessa, engañando y sacando de out a Ortiz con un rodado al torpedero Didi Gregorius que dos corredores en las bases para concluir la amenaza.

Con corredores en primera y segunda base y dos outs en la novena entrada, Ortiz tuvo la oportunidad de convertirse una vez más en el héroe y villano, y agregarle otro capítulo a su rivalidad con misma franquicia que en una ocasión deseaba sus servicios.

La estrella de 40 años no estuvo a gusto con la astuta maniobra de Austin Romine, que en varias ocasiones visitó la lomita para desarrollar el plan de ataque con Tyler Clippard, quien había sido encomendado el noveno episodio tras las recientes fallas y el exceso de trabajo realizado por Dellin Betances como cerrador.

Ortiz dejó pasar dos lanzamientos para poner la cuenta a su favor, 3-2, antes de poncharse de nuevo con otro pitcheo que quedada fuera de la zona de strike.

“Me engañaron esta noche”, sentenció. “Hubo un exceso de hablar entre ellos. Mañana los engañaré”.

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