MÉXICO -- Así como hace unos meses puso sobre la mesa su renuncia, el presidente de la Liga Mexicana de Beisbol, Plinio Escalante, reiteró que si así lo decide la asamblea de dueños, él dejará el cargo sin mayor problema, aunque antes, convocó al diálogo entre los dos bloques que hoy pugnan por el poder en el béisbol veraniego.
En entrevista con ESPN, Escalante se dijo sorprendido por el hecho de que Tigres de Quintana Roo pida su renuncia cuando hace algunos meses le solicitaron mantenerse en el cargo hasta 2018. Aseveró, además, que su imparcialidad entre los grupos quizá haya ocasionado este incidente con Tigres, Diablos y Sultanes, pues la asamblea que abandonaron esta semana, se mantuvo dentro de la legalidad.
“Definitivamente, una renuncia mía está puesta en la mesa desde hace tres cuatro meses, avisando con tiempo que deseaba yo retirarme al cumplir 10 años, que se cumplen el 16 de octubre”, dijo Escalante en la entrevista. “Lo que me parece extraño, es que Cuauhtémoc Rodríguez diga después de 10 años, que se haya dado cuenta que me quedó grande el puesto como leí en sus declaraciones, ¿tanto tiempo tardaron?”, añadió.
Según relata Plinio Escalante, en la última reunión de dueños anunció su renuncia, pero el consejo directivo conformado por Cuauhtémoc Rodríguez de Tigres y José Maiz de Sultanes, entre otros tantos, le pidieron renovar hasta diciembre de 2018. “Pero resulta que tres meses después es Plinio quien provoca el divisionismo y el que no sabe manejar la LMB, es sumamente extraño lo que está pasando”, destacó. Lo que pudo haber provocado el descontento, y que Diablos, Tigres, Sultanes o Guerreros se levantaran de la asamblea de dueños, pudo haber sido que Plinio no apoyó a los equipos ‘tradicionales’.
“Aparentemente ha incomodado mi absoluta imparcialidad, hay un reglamento claro en la liga que dice que un acuerdo ya tomado no se puede volver a abrir de nuevo si no tiene el 80 por ciento del voto de los asistentes a la asamblea, y en este caso no se contó con el 80 por ciento y el tema no se volvió a tratar, pero no es decisión del presidente de la Liga, sino que se decide por un reglamento hecho y aprobado por todos los presidentes de los equipos de la LMB”, explicó.
El contador público aseguró que si la asamblea decide que es hora de que se vaya, lo hará, pero por no por capricho de un grupo al no faltar al reglamento. “La contratación o recontratación fue negociada por el consejo directivo y aprobada por toda la asamblea y así será si se tiene que dar mi salida así será, en una asamblea y a petición de todos los equipos, yo no puedo asumir ninguna actitud cuando se me manda a decir por medio de la prensa que debo renunciar”, externó.
Sobre el tema por el que hay dos grupos en la LMB, dijo Plinio que le sorprendió, de arranque, que abandonaran la reunión. “En un principio se habló de que dejarían la LMB, en comunicados posteriores dijeron que de ninguna manera dejarían LMB, que lo que hicieron fue dejar la asamblea porque no estuvieron de acuerdo en la forma en que se estaba llevando. Nada más tendrán que asistir a la siguiente asamblea y aclarar delante de todos cuál es su postura como tiene que ser y asistir”, aseguró sobre a la asamblea de noviembre.
Luego, explicó las razones de ambos bandos para ir a favor o en contra de los mexicoamericanos, y les pidió dialogar. “Tenemos dos opiniones sobre las que se debe platicar, por un lado están lo que ellos piden, que se le de más oportunidad al jugador mexicano nacido en México, desarrollarlo y darle le trabajo que es una buena postura porque el pelotero mexicano es la base de todas las organizaciones en los años futuros.
“Por otro lado, el otro punto de vista de los otros empresarios es que está muy bien y se seguirá haciendo, pero por lo pronto, para dar competencia a los equipos ya con más tiempo de establecidos, los equipos para dar un mejor espectáculo en un ambiente profesional por el que se cobra una entrada, deben procurar tener el mejor espectáculo posible, y si a esos jugadores de doble nacionalidad nuestra constitución los acepta como mexicanos, nosotros los aceptamos como mexicanos”, explicó.
“Desde mi punto de vista lo que debe hacerse es sentarse a dialogar y tratar de llegar a un punto medio que provoque bienestar al béisbol mexicano, que de satisfacción a la afición que apoya a los equipos en los estadios y que propicie que se siga desarrollando el béisbol mexicano. Pero la falta de diálogo no beneficia esto al béisbol mexicano”, sentenció.