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Eric Núñez | AP 7y

Rodríguez y Guerrero, en expectativa para Salón de la Fama

NUEVA YORK - Hay dos jugadas singulares que marcan las carreras de Iván Rodríguez y Vladimir Guerrero, los dos nombres nuevos en la lista de candidatos al Salón de la Fama del béisbol con mejores posibilidades y credenciales para ser exaltados en una primera votación.

En el caso del puertorriqueño Rodríguez, la acción fue defendiendo detrás del plato. En cuanto al dominicano Guerrero, se trató de batear un lanzamiento imposible.

Lo que hizo Rodríguez fue retener la pelota para asegurar el último out y que los Marlins de Florida vencieran a los Gigantes de San Francisco en la serie de división de la Liga Nacional de 2003. J.T. Snow, de los Gigantes, le embistió con ferocidad, pero el receptor no dejó caer la pelota. Los Marlins se encaminaron a la conquista de su segundo campeonato de Serie Mundial, el único en la trayectoria de 21 campañas del boricua en las mayores.

Rodríguez también ganó un premio al Jugador Más Valioso (1999), fue seleccionado 14 veces al Juego de Estrellas y fijó un récord con sus 13 Guantes de Oro. Jugó con siete equipos, pero su principal vínculo se asocia con los Rangers de Texas, el conjunto en el que militó en sus primeras 12 campañas.

"El Mudo". Guerrero recibió ese apodo por su timidez, acentuada porque no hablaba inglés.

Pero habló muy fuerte con el bate a lo largo de una carrera de 16 años, principalmente con los Expos de Montreal y Angelinos de Los Ángeles. El jardinero le bateaba a todo y con una fuerza colosal.

Tanto así que en un juego ante los Orioles de Baltimore en 2009 consiguió un sencillo al extender el bate para conectarle a un lanzamiento que ya había rebotado en el suelo frente al plato, un swing más propio de un jugador de cricket.

Ambos sabrán el miércoles si son exaltados en su primer intento en la elección de la Asociación de Cronistas de Béisbol de Norteamérica. Ese es el día en que se anunciarán los resultados.

Este es el tercer año que, como periodista de The Associated Press, participo en la votación, y es el tercero en el que llené el máximo de 10 nombres que se pueden someter en la papeleta que incluye a 34 jugadores.

Jeff Bagwell, Barry Bonds, Roger Clemens, Edgar Martínez, Mike Mussina, Tim Raines y Curt Schilling repiten de la lista del año pasado. Guerrero y Rodríguez entran dentro del grupo de aspirantes en su primer año. Y Larry Walker es la novedad.

El año pasado, cuando Ken Griffey Jr. y Mike Piazza fueron elegidos, se contaron 440 votos.

¿Quiénes alcanzarán el mínimo del 75% del respaldo necesario para ingresar a Cooperstown?

De acuerdo con los votos que han trascendido hasta ahora, existe una buena posibilidad que hasta cinco nombres puedan ingresar este año. Esos votos se pueden consultar gracias a la iniciativa de Ryan Thibodaux, un fanático del béisbol en Oakland, al consignarlos en una base de datos: http://bit.ly/tracker17.

Al amanecer del domingo, había logrado compilar un poco más de 200, muy cerca de la mitad del estimado previsto este año. Bagwell -en su séptimo intento- y Raines -en su décimo y último- parecen bien encaminados al situarse por encima del 90%.

Rodríguez (80.1), Guerrero (74.1) y Trevor Hoffman (73.1) merodean el porcentaje mágico.

Hay un patrón establecido, pero no se puede determinar cuánto podrán cambiar los números con los votos que no se han dado a conocer.

Pero en el caso particular de Guerrero y Rodríguez, en caso que no consigan la adhesión suficiente en esta ocasión, quedarán bien perfilados para intentos posteriores.

Rodríguez debería ser un fijo, pero el mínimo rumor que implique a un jugador con el consumo de sustancias dopantes acaba costándole votos. Rodríguez nunca dio positivo y su nombre no aparece en el Informe Mitchell, pero José Canseco -su ex colega con los Rangers- aseveró en su libro que publicó en 2005 que le inyectó esteroides. Sería el cuarto puertorriqueño en ser elevado tras los pasos de Roberto Clemente, Orlando Cepeda y Roberto Alomar.

Quizás con Guerrero se percibe una falta de una impronta que fácilmente le señale como "Salón de la Fama", un jugador medio condenado al anonimato al jugar sus primeras ocho temporadas en Montreal y que no fue hasta los 35 años -con Texas- cuando alcanzó su única Serie Mundial. Pero acabó con un promedio al bate de .318 y 449 jonrones de por vida, algo que solo otros cinco han logrado en la historia y todos ellos están en Cooperstown: Babe Ruth, Ted Williams, Stan Musial, Lou Gehrig y Jimmie Foxx. Sería el primer jugador dominicano de posición en ser elevado, después de los pitchers Juan Marichal y Pedro Martínez.

Los resultados parciales también dan para destacar otros puntos:

BONDS Y CLEMENS: Este es el quinto año en la votación para los dos jugadores más identificados con la Era de los Esteroides y que parecían que estaban en un purgatorio, al no poder pasar sobre el 50%. Pero cuando un comité de veteranos eligió a Bud Selig para ingresar este año al Salón de la Fama se azuzó un debate sobre si era correcto homenajear al directivo que estuvo al frente del deporte en la peor etapa de los escándalos, mientras que se deja fuera a los jugadores. El efecto podría ser un incremento de los votos para el mejor bateador (Bonds) y el mejor lanzador (Clemens) de su generación. Ambos superan el 60% en lo que se ha revelado. Tienen cinco años más para llegar al 75% y la percepción que los futuros nuevos votantes son más adeptos a apoyarles.

MARTÍNEZ, EL DESIGNADO: ¿Será que el impacto de David Ortiz en el ocaso de su carrera sirva para romper el estigma para los bateadores designados? El boricua Martínez podría beneficiarse en su octavo intento. Apenas sumó 25% hace dos años y ahora mismo anda en 67.2%. Tendrá dos años más para llegar a la meta.

RELEVISTAS: Otro estigma. ¿Cuál es la verdadera valía de la estadística de salvamento? Abridores como Mussina y Schilling lanzaron más innings que relevistas como Hoffman, Lee Smith y Billy Wagner. Hoffman tiene 601 salvados, la segunda cantidad en la historia. Pero afronta resistencia, algo que no le pasará a Mariano Rivera cuando se elegible para 2019 debido su legado de postemporada. Mientras el WAR de Hoffman es de 28.4, el de Rivera es de 57.1

MANNY RAMÍREZ: ¿Cómo descartar a alguien con 555 jonrones, 1.831 impulsadas? Un Salón de la Fama sin duda, pero fue suspendido por dopaje tanto en 2009 como en 2011. Para entonces, las reglas eran meridianamente claras y sabía a lo que se exponía. Su respaldo parcial oscila en el 25%, más que suficiente para sobrevivir el primer año.

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