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Los Medias Rojas deben hacer una movida por Machado

La idea no es nueva. Seguro la habrán leído o escuchado anteriormente (pista: Buster Olney justo mencionó el asunto en SportCenter el miércoles), pero eso no significa que deje de ser buena.

Los Medias Rojas de Boston deberían, por lo menos intentar, resolver su grave problema de la tercera base con uno de los mejores antesalistas de la actualidad: Manny Machado.

Boston lidera la División Este de la Liga Americana, por 2.0 juegos sobre los Rays de Tampa Bay y 3.5 por encima de sus grandes enemigos Yankees de Nueva York, pese a tener la peor producción ofensiva del circuito de parte de los jugadores que han defendido la esquina caliente.

Los 3B de Boston se combinan para porcentajes de .282 en OBP y .607 en OPS, los más bajos de la liga. El venezolano Pablo Sandoval, cuyo contrato de $95 millones de dólares por cinco años no terminará hasta después del 2019, fue colocado en asignación la semana pasada y básicamente no vestirá jamás el uniforme de los Medias Rojas.

Sandoval bateó .200 con 4 jonrones y 11 impulsadas en 90 turnos cuando no estuvo en lista de lesionados. También han desfilado por la posición Deven Marrero (.221 en 122 turnos), Josh Rutledge (.263 en 57 turnos), el dominicano Marco Hernandez (.222 en 27 turnos antes de lesionarse por el resto de la temporada), el taiwanés Tzu-Wei Lin (de 20-8 en una breve estadía en MLB), Brock Holt (.133) y Steve Selsky (de 9-1).

El mejor prospecto de tercera base de los Medias Rojas es el dominicano Rafael Devers, un chico de 20 años que solamente tiene cinco juegos de experiencia en AAA y que ha mostrado en cada nivel que posee un extraordinario potencial ofensivo, pero que aparentemente necesita mejorar su defensa en la posición.

Agrega presión a Boston el hecho de que los Yankees mejoraron notablemente cuando adquirieron al 3B/1B Todd Frazier y los relevistas David Robertson y Tommy Kahnle desde los Medias Blancas de Chicago por tres prospectos y el relevista Tylerd Clippard.

Nueva York no solamente adquirió al 1B que necesitaba, sino que de paso le quitó a Boston el 3B que buscaba.

Ahora David Dombrowski, presidente de operaciones de béisbol de los Medias Rojas, está casi obligado a hacer una movida. Una grande.

Sabemos que Machado juega para los rivales divisionales Orioles de Baltimore, que no será agente libre hasta después de la temporada del 2018 y que costará entre $200 y $400 millones de dólares retenerlo a largo plazo.

Pero también sabemos que Machado y Baltimore tienen un matrimonio fallido desde el día que se casaron, que los Orioles están lejos de ser competidores y que Boston posee las piezas para forzarlos a por lo menos estudiar seriamente cualquier propuesta.

Machado, un tres veces Todos Estrellas, no ha bateado este año como en los anteriores, cuando peleó el Jugador Más Valioso de la Liga Americana, pero es uno de los peloteros más completos que tiene el béisbol actualmente.

Machado ha ganado dos Guantes de Oro y un Guante de Platino y promedia 29 jonrones, 37 dobles y 84 carreras impulsadas por cada 162 partidos en seis años con los Orioles.

Lo mejor: Cumplió 25 años hace una semana.

Con Machado, Boston agregaría a su alineación un gran bateador, mejoraría su defensa y aumentaría sus oportunidades de llegar a la Serie Mundial por primera vez.

Claro, para que Baltimore ceda su principal estrella a un rival divisional, los Medías Rojas tendrían que hacerle una oferta espectacular, una que incluya a Devers y todo el que sea necesario para tentar a los Orioles.

Una oferta que no puedan rechazar.

Es hora de que Dombrowski haga el papel de don Vito Corleone y se embarque en una negociación que mejoraría su equipo y restaría impacto al reciente cambio de los Yankees con los Medias Blancas.

Ese negocio sería adquirir a Machado.