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Chaim Bloom trae cambios a los Red Sox pese a la falta de movimientos

SAN DIEGO - Los Boston Red Sox llegaron y se fueron de las Reuniones Invernales 2019 con la base de su roster intacta. Pese a las discusiones sin fin entre fanáticos sobre el futuro del jardinero Mookie Betts, el mejor jugador del equipo se mantuvo en la plantilla para patrullar el jardín derecho del Fenway Park. Pese a las averiguaciones hechas por otros equipos, tal como reportó Jeff Passan de ESPN, David Price y su enorme contrato (tres años, $96 millones) siguen en los libros. Pese a todas las conversaciones sobre el hecho de que tendría que hacer movimientos creativos en su plantilla en este invierno, Boston se ha mantenido quieto al momento.

Pero la falta de movimientos en sus jugadores no es indicativo del creciente cambio que se forja en la oficina central de los Red Sox. Basado en conversaciones con varios ejecutivos y empleados dentro del Fenway Park, el recién nombrado jefe de operaciones de béisbol Chaim Bloom está estableciendo su vision para el departamento de operaciones deportivas. Bloom entró a una organización que tiene figuras veteranas en la oficina central tales como el gerente Brian O'Halloran y el trío de vicepresidentes ejecutivos/asistentes del gerente Raquel Ferreira, Eddie Romero y Zack Scott, los cuales han pasado más de una década con el equipo y recientemente firmaron extensiones de contrato. El manager Alex Cora dijo que la transición ha sido suave.

"Ha sido Buena. Como dije hace algunas semanas, tuve el placer con Dave [Dombrowski, el predecesor de Bloom]. Sabes, Dave ha estado en este negocio por casi 40 años", dijo Cora. "Si estás en el negocio por 40 años, no es que tengas suerte, es que eres bueno. Chaim tiene, ¿cuánto, 36 años de edad? Parece que lleva más de 20 años en esto".

Muchos en los alrededores del Fenway Park comenzaron a notar un cambio cultural de inmediato en el departamento de operaciones deportivas con Bloom a cargo. Mientras Dombrowski dependía mayormente de las opiniones de los ejecutivos veteranos Tony La Russa y Frank Wren, dejando fuera de la toma de decisiones a casi todo el resto del departamento, Bloom ha buscado consejo de un grupo mucho más amplio en la búsqueda de soluciones a la meta del equipo de recortar su nómina y colocarse por debajo del límite del impuesto de lujo, establecido en $208 millones. Varios empleados de los Red Sox han notado un ambiente de trabajo más alegre, en el que la gente de operaciones de béisbol a lo largo de la organización sienten que sus opiniones son tomadas en cuenta, un sentimiento que se evaporó rápidamente durante la estancia de Dombrowski.

"[Bloom] es básicamente lo contrario de Dombrowski", de acuerdo a un ejecutivo rival.

Seguro, seguro, seguro, es fácil alabar a alguien al inicio de su carrera, cuando todavía está en vigor el efecto de la luna de miel, y en especial cuando Bloom no ha hecho todavía ningún cambio grande en el roster. Pero la alabanza hacia Bloom se extiende hasta Tampa Bay, donde construyó una reputación inusualmente positivo entre otros ejecutivos de oficina central. Aquellos que pasaron mucho tiempo alrededor de los Rays notaron sus fuertes habilidades con las personas, algo en lo que el mismo Bloom dice que siempre está trabajando, y su capacidad para conectarse con personas de la oficina central al camerino y a los medios de comunicación.

"Es algo súper importante para mí. La razón por la que pudimos tener ese éxito [en Tampa Bay] fue que lo que le hicimos a la gente y cómo trabajamos todos juntos", le dijo Bloom a ESPN. "Espero que una apreciación tenga algo que ver con la forma en que mis padres me criaron, y también como me criaron en este juego con la gente que me rodeó. El valor de eso fue algo que me mostraron muchos de los mentores que tuve en este juego.

"Solo se ve cuánto más se puede lograr cuando las personas trabajan juntas cuando se sienten valoradas, cuando todos reconocen que ninguna persona tiene el monopolio de la verdad y que nadie tiene todas las respuestas. Solo lograremos todo nuestro potencial si logramos estar dispuestos a trabajar juntos y dispuestos a ser vulnerables y reconocer que todos podemos aprender unos de los otros".

La influencia de Bloom se extenderá hasta el terreno, dado su rol fundamental en normalizar las formaciones especiales a la defensiva y el abridor ocasional entre las innovaciones utilizadas por los Rays en la pasada década. Cora afirmó en su conferencia de prensa en las reuniones invernales que Bloom y él ven el juego de una perspectiva parecida.

"Una cosa de la que vamos a hablar con Chaim, proveniente de una organización que es muy agresiva en cuanto a la defensa, es por qué lo hacen, cómo lo hacen, y si esa agresividad nos puede ayudar, él lo va a lograr", dijo Cora. "Y eso es algo que estoy deseando, el sentarme con Cjaim y ver dónde nos va a llevar".

Pero Bloom no tiene intenciones de convertir a los Red Sox en Tampa Bay 2.0, aunque Cora afirmó que utilizar un abridor ocasional en vez de un quinto abridor regular es una opción para el equipo de cara al 2020. Circunstancias diferentes requieren enfoques diferentes; y los vastos recursos financieros, la rabiosa base de fanáticos de los Red Sox y un exigente mercado de medios, desde la radio deportiva hasta los periódicos, -- separan a Boston de la situación en Tampa Bay y han llevado a Bloom a adaptar su enfoque para su nuevo entorno laboral.

"No hay nada que yo quiera traer como, 'Esta es la forma en que los Rays lo hicieron, etc, etc'. Pero eso es realmente algo de lo que Cora y yo hemos hablado mucho las veces que hemos estado juntos. Yo sé que le apasiona el poder utilizar la información para poner a los jugadores en la mejor posición para tener éxito. Lo que es significa específicamente, ahí es donde el caucho se encuentra con la carretera.

"Hay mucho espacio para ver eso de forma diferente, pero también debe basarse en las fortalezas de sus propios jugadores y las tendencias de los rivales, pero eso es algo de lo que ya hemos hablado, y no quiero predecir si será más o menos".

Según múltiples fuentes, el enfoque de Bloom se centra menos en crear un roster de alto nivel que en construir más profundidad tanto a nivel de Grandes Ligas como en las menores, valorando mucho la versatilidad. La firma del jueves, de José Peraza ilumina algunos de los aspectos que más valora Bloom en un jugador: alguien que puede jugar varias posiciones y que ha demostrado la habilidad de impactor con el bate. Peraza promedió .288/.326/.416 en 157 juegos en el 2018 antes de caer a .239/.285/.346 en 141 juegos en 2019. Según los reportes, Peraza firmó por cerca de $3 millones, menos que lo que probablemente Brock Holt se ganará en la agencia libre tras batear .297/.369/.402 en 87 juegos.

Bloom dijo que encontrar el balance correcto entre la analítica y el elemento humano es clave para lograr su meta al llegar a Boston: Construir una franquicia sostenible a largo plazo, con un sistema de fincas fuerte, y que pueda competir por la Serie Mundial cada año.

"Nunca he sentido que [los números y la gente] fueran opuestos categóricos. El mejor proceso te va a permitir tener en cuenta tantas fuentes de información como sea posible para intentar pintar una imagen completa", dijo Bloom. "La gente con diferentes antecedentes ven el mundo de maneras diferentes, y eso puede llevarnos a algunos debates, pero nunca lo he visto como una pelea en la que solo uno de los lados puede ganar.

"Realmente pienso que todos estamos intentando entender las preguntas que quieres hacer sobre un jugador. Qué estamos tratando de resolver aquí, y vamos a necesitar las mejores herramientas para resolverlo. E incluso en términos de cosas que no se prestan a sí mismas como fáciles de cuantificar y poner en números, aun se necesita aprender como poner algunas de ellas en contexto, por lo que aun tenemos que descubrir qué podríamos pensar sobre este jugador en particular que no podríamos ver en sus números".

Bloom tendrá que encarar muchas decisiones difíciles antes de la temporada 2020, y espera tener finalizado su roster al llegar a los entrenamientos primaverales. Eso va a requerir algunas decisiones complicadas, algo que Bloom enfrentó en Tampa Bay, involucrando jugadores tales como David Price y Evan Longoria, jugadores franquicia que fueron cambiados por los Rays. Si bien es poco probable que ocurra un intercambio que involucre a Betts, según lo informado por Passan, la mentalidad de Bloom al acercarse al cambio de Price cuando estaba con Tampa Bay es ilustrativa de su mentalidad hacia el valor de los jugadores estelares en un cambio.

"Especialmente cuando pasas tiempo con estos chicos, uno realmente termina conociéndolos y te apegas a ellos. También reconoces que tienes la responsabilidad de hacer lo mejor para tu organización. Ese es nuestro trabajo", dijo Bloom. "Hasta cierto punto, uno tiene que separar esas cosas. Pero creo que eso básicamente nos permitió hacer algunos de los acuerdos que hicimos con los Rays. Y creo que eso no es diferente aquí en términos de aclimatarse en un nuevo entorno y trabajar con nuevos compañeros de equipo; uno solo quiere asegurarse de priorizar lo que es mejor para la organización y lograr los objetivos propuestos.

"Si se decide que algo es más o podría ser algo más, uno tiene que examinarlo muy de cerca porque estas decisiones son difíciles. Pero al final del día, uno tiene que hacer lo que uno considere que es mejor".

Bloom pasó gran parte de las reuniones invernales uniéndose a sus empleados en un entorno ligeramente diferente a las oficinas en Jersey Street. Todavía se está acostumbrando a las particularidades de ser un bostoniano, y observa como sus calcetines empapados le sirven de recordatorio diario de que tiene que comprar un par de botas para combatir el crudo invierno de Nueva Inglaterra. En todo el béisbol, Bloom se ha ganado la reputación de ser el tipo de líder que hace muchas preguntas y que intenta obtener la mayor cantidad de perspectivas posibles. Bloom se encuentra a la cabeza del departamento de operaciones deportivas de un equipo de Grandes Ligas a la tierna edad de 36 años, y señala que todavía tiene mucho que aprender, tanto sobre la organización de los Medias Rojas como sobre el deporte en general.

"Ya sea que nos guste admitirlo o no, hay mucho sobre este juego que uno no conoce, y creo que siempre va a ser así", dijo Bloom. "Nuestro trabajo es seguir progresando y aprendiendo tanto como podamos y reconocer que hay muchas cosas que no sabemos y atacar nuestro trabajo con la humildad apropiadas que proviene de eso. Puede ser un poco inquietante, pero no creo que sea tan diferente a muchos de los desafíos que enfrentamos a diario".