"San" Benito no perdona a Cardenales

El receptor boricua 37 años de edad le está dando a los Gigantes los resultados que ellos esperaban

EL FOCO ESTA EN LOS PLAYOFFS: Benito Santiago está demostrando que a los 37 años de edad, todavía le queda suficiente combustible para llegar a la Serie Mundial.
SAN LUIS -- Existen muchas razones por las cuales Dusty Baker seleccionó a Benito Santiago para que batease detrás de Barry Bonds, y el receptor de 37 años ha demostrado con creces que el mánager no se equivocó.

El puertorriqueño remolcó cuatro carreras, incluyendo tres luego de transferencias a Bonds en la victoria 9-6 de los Gigantes sobre los Cardenales en el primer juego de la serie final de la Liga Nacional.

"La razón número uno es que es un bateador derecho", comentó Baker sobre Santiago. "Número dos, siempre hace contacto. No necesariamente tiene que conectar jonrones".

"A mi me tocó batear detrás de Hank Aaron por varios años y siempre me decía que no me lo tomara a pecho. Le he dicho que no se ofenda por las bases por bolas a Barry".

La victoria de los Gigantes es muy importante. El equipo que ganó el primer juego de las últimas series por el banderín de la Nacional ha avanzado a la Serie Mundial.

Luego que el abridor de San Luis Matt Morris le dio la transferencia a Bonds con dos outs en el primero, Santiago conectó una rola por la raya de tercera para un sencillo que impulsó a Kenny Lofton con la primera carrera.

En el sexto, con Bonds en circulación tras otro pasaporte, Santiago se llevó el muro entre los jardines izquierda y central, poniendo el marcador 9-3.

"Ya llevo dos meses y medio en esto (bateando detrás de Bonds). Esto no es cosa de ahora. Tuve la oportunidad para hacer daño en el momento propicio", comentó Santiago.

El jonrón de Santiago fue su primero en los playoffs del 2002 y el segundo de su carrera en la postemporada.

"Hay que cuidarse de él", indicó Morris. "Le dejamos servida la pelota sobre el plato y aprovechó".

Las cuatro remolcadas de Santiago se quedaron a una de la cantidad producida en la serie de primera ronda ante Atlanta, que se fue a cinco juegos.

"Yo solamente trato de tomarme las cosas con calma", señaló Santiago. "Procuro hacer buenos swings y hacer contacto".

En siete partidos previos de playoffs en los que Santiago jugó hasta temporada, solamente había podido impulsar tres carreras y dar un cuadrangular.

Según Santiago, nada de lo que ha hecho ahora lo sorprende.

Dice que espera tal producción, e igual piensan los Gigantes. La del 2002 ha sido una campaña especial para Santiago, en su 17mo año en las mayores.

Fue seleccionado para el juego de las estrellas por primera vez en diez años.

Da la impresión de que su condición física se asemeja a sus primeros años en las Grandes Ligas. Estuvo detrás del plato en los 44 innings de la serie frente a los Bravos.

Santiago hace de todo, desde impulsar carreras claves durante la recta final de la temporada hasta robarse bases. Es la voz de la experiencia para lidiar con un cuerpo de lanzadores donde hay varios novatos.

"Siento que tengo 26 años", indicó.

El boricua llegó a San Francisco tras ser invitado a los campos de entrenamiento en marzo de 2001, firmando un contrato de ligas menores.

"Su aporte ha sido esencial", dijo el antesalista David Bell. "Siempre juega con iniciativa, buscando anotar carreras".

Hace cuatro años el futuro de Santiago en el béisbol estaba en duda.

En 1998, Santiago sobrevivió a un grave accidente automovilístico cerca de su casa en la Florida, que lo alejó del deporte por casi un año. Tuvieron que pasar un par de años para recuperarse del todo.

Ahora, no hay indicios de que haya perdido sus habilidades.

"Está pasando por un momento excepcional. Está imparable", afirmó su compañero Reggie Sanders.

-AP

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