SANTO DOMINGO - El manager de los Venados de Mazatlán, Juan José Pacho, no pudo elegir mejor un pitcher para abrir ante los Tigres de Ciego de Avila en la segunda jornada de la Serie del Caribe 2016.
El experimentado Pacho, conocedor que los cubanos son bateadores de bolas rápidas, envió a la lomita al nudillista Eddie Gamboa, un experimentado serpentinero que cumplió su tarea a cabalidad.
"Habíamos tenido información de que en Cuba no hay lanzadores nudillistas y por eso nos decidimos por Gamboa, quien pudo mantener a los bateadores fuera de balance, mezclando muy bien su knuckleball con su recta cortada", explicó el dirigente azteca tras el partido en que los Venados vencieron por paliza de 9-3 a Ciego de Avila.
"Estamos muy satisfechos con la actuación hasta ahora en la serie, aunque todavía nos queda camino por recorrer. Este es un equipo muy compacto, todos jugando en función del conjunto, quizás sin tantas figuras de renombre, pero como siempre digo, el béisbol es un juego de hombres y no de nombres".
Clave en el triunfo resultó el cátcher Sebastián Valle, remolcador de cinco carreras con dos dobletes limpiabases, pero además, magistral detrás del plato recibiendo por primera vez a un lanzador tan complicado como Gamboa.
"Nunca había recibido a un nudillista, pero desde que empezamos a calentar nos acoplamos muy bien. Al principio él logró sacar muchos outs con la knickleball y cuando los cubanos comenzaron a ajustarse, entonces atacamos con la recta cortada, que le estaba trabajando muy bien", explicó Valle, quien calificó este como uno de los mejores juegos de su carrera.
Con este resultado, Mazatlán conservó su invicto en el torneo y con dos triunfos tiene prácticamente asegurado su boleto a semifinales.