La voz del Tano

FECHA
15/11
2009
por Georgina González Ontiveros
MÉXICO -- Primero lo vi en twitter, alguien dijo que Antonio de Nigris había muerto. Acostumbrada a que cada semana matan a alguien en twitter no le hice mucho caso (Chabelo, el amigo de todos los niños, lleva tres semanas bajo tierra según los twitteros). Pero después dieron como fuente un noticiero en Monterrey, así que llamé a mi fuente confiable en tierras regias que empezó a investigar. Diez minutos después ya lo tenía confirmado por varias fuentes: Antonio de Nigris había muerto.

Adiós, Tano (Mexsport)

¿Cómo? Infarto. ¿Cuándo? Mientras dormía, según los primeros reportes. ¿Dónde? En Grecia, donde jugaba. De Nigris tenía 31 años y unas ganas enormes de volver a la selección nacional. Además escribía sus andanzas en el fútbol europeo para ESPN y sus sueños y frustraciones. Por su blog supimos, por ejemplo, que no se llevaba nada bien con el técnico del Ankaraspor, en Turquía, y que luego se fue al Ankaragucu pero en realidad siempre quiso volver al Monterrey. También contó sobre cómo vivía en las diferentes ciudades donde jugó, como tenía algunas dificultados por los idiomas y cómo se sintió bien finalmente en Larisa, su última ciudad y su último equipo. Hablaba sobre sus planes, sus vacaciones y levantaba la mano para que el técnico del Tri en turno volteara a verlo otra vez.

Siempre he sentido debilidad por los futbolistas que escriben. En ESPN lo hace Héctor Moreno y lo hacía Antonio de Nigris. El regiomontanto, sin embargo, causaba controversia con su blog, algunos le reconocían el esfuerzo de ser un jugador en el extranjero mientras que a otros no les convencía y lo "invitaban" a quedarse donde estaba y no volver a México. No sé si De Nigris leía los comentarios en su blog, pero por lo que escribía, las críticas parecían no hacer mella, De Nigris se dedicaba a jugar y tratar de ganarse la titularidad en sus tres últimos equipos, cosa que pocas veces consiguió. Sus blogs reflejan la frustración que todos los que hemos tenido malos jefes hemos sentido y dejaba ver que ser un jugador en Europa no es tan glamoroso como los aficionados podríamos pensar.

La noticia nos tomó por sorpresa. Los colegas no podíamos creerlo, yo personalmente todavía no lo creo y unos a otros nos preguntábamos para confirmar o desmentir la noticia antes de darla en nuestros respectivos medios. Fue algo muy rápido, la noticia no tardó más de diez minutos en ser oficial. ¿Cómo un jugador en excelente condición física sufre un infarto mientras duerme? ¿Estaba enfermo? ¿Hizo demasiado esfuerzo? ¿Tuvo mucha presión en su equipo? Son datos que saldrán con los días. En ESPN nos quedamos con el privilegio de haber sido el aparador donde De Nigris narró las buenas y las malas de su trabajo, las tristezas por no poder jugar lo que habría querido, sus alegrías por estar de visita con su familia y sus esperanzas de volver a la selección que tanto quiso. Descanse en paz.