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Manéjense con precaución

Todos los años, el draft de la NFL genera grandes esperanzas para todos los clubes y sus aficionados. Pero no todo puede ser de color de rosa, y cada año es inevitable una buena dosis de fiascos, donde evidentemente los más resonados son aquellos jugadores seleccionados en la primera ronda.

Este año no será la excepción, y aunque no se trata de desearle un mal inicio de carrera --o un fracaso de carrera-- a nadie, no podemos esperar que los 32 jugadores seleccionados en la primera ronda del draft terminen siendo estelares, o titulares sólidos siquiera.

Aquí presento un listado de seis posibles reclutas de primera ronda, ordenados alfabéticamente, que pueden terminar decepcionando en grande a los equipos que los seleccionan por diferentes circunstancias:

Dez Bryant, WR, Oklahoma State: No tengo la menor duda de que Bryant es el receptor abierto más talentos disponible este año, y si fuera tan sólo por esta consideración, habría que decir que pertenece al Top-10 o Top-15 del draft. Sin embargo, parece que cada día que pasa surge una nueva interrogante alrededor del ex estelar de Oklahoma State.

Todo empezó con una suspensión de la NCAA que le quitó prácticamente toda su temporada con los Cowboys. Dicho sea de paso, la suspensión fue un tanto injusta, pero las reglas fueron quebrantadas y contra eso no se puede alegar. Sin embargo, más tarde surgieron versiones de que Bryant frecuentemente llegaba tarde a las reuniones del equipo, a los entrenamientos, y hasta los juegos.

Después, en su adición personal para los talentos de la NFL, lució poco espectacular en la mejor oportunidad de que dispuso para demostrar que el año inactivo no había causado estragos en su juego. El talento lo tiene Bryant, pero en la NFL se necesita mucho más que eso para triunfar. Está por verse si tiene el nivel de compromiso y ética que se requieren para ser un estelar en el siguiente nivel.

Anthony Davis, LT, Rutgers: Davis es un liniero físicamente idóneo para jugar como tackle izquierdo al siguiente nivel, pero existen algunas interrogantes respecto a su nivel de madurez. Un año adicional en la Rutgers podría haberle ayudado a cimentarse como un talento del Top-10 del draft, pero tomó la decisión de declarase anticipadamente, y para su mala fortuna hay por lo menos otros tres o cuatro tackles que ofrecen menos dudas en este draft.

Como Bryant, Davis necesitará mostrar que estaría comprometido al 100 por ciento con su equipo profesional, y dispuesto a mejorar esas deficiencias técnicas que acarrea, y que hasta ahora había sido capaz de esconder tras unas grandes cualidades físico-atléticas. De otro modo, podría volver a la posición de guardia, donde alineó en su primer año colegial.

Everson Griffen, DE, Southern Cal: Griffen es un ala defensivo que, al mirarlo, destaca de inmediato por sus grandes condiciones físicas. Viene de uno de los programas más exitosos de la NCAA en cuanto a colocar jugadores de calidad al siguiente nivel, y en principio no habría por qué suponer que no tiene todas las herramientas para triunfar como cazamariscales de algún club de la NFL.

El problema que yo le veo a Griffen es que no siento que haya sido verdaderamente dominante para los Trojans. Un jugador con tanto talento, pero con tanta intermitencia debe generar dudas. Griffen no participó en dos de los últimos seis juegos de la campaña, y en los otros cuatro no sumó captura, pese a que inició la campaña encendido con siete en los siete primeros juegos. Eso no es una señal alentadora para un jugador que a menudo ha sido comparado con gente del calibre de Terrell Suggs y Jevon Kearse.

Un incidente de pelea a puñetazos en una práctica con un compañero en el 2007, y un incidente con la policía en el 2009 por perturbar la paz pública tampoco son ideales.

Gerald McCoy, DT, Oklahoma: McCoy es el clásico ejemplo de la encrucijada que presenta hacer una valoración entre potencial y producción. Para la mayoría de cazatalentos, McCoy tiene el mejor primer paso de todos los linieros defensivos interiores de este draft, y eso lo convierte potencialmente en el mejor a la hora de presionar mariscales de campo en la NFL desde la posición de tackle defensivo.

Entonces, ¿por qué registró la mitad de capturas que Ndamukong Suh en el 2009 (seis contra 12 de Suh)? Si supuestamente Suh no tiene esa facilidad para presionar, ¿cómo es que acabó con el 2009 con una captura menos de las que consiguió McCoy (13) en tres años en Oklahoma?

No digo que McCoy no tenga gran potencial, pero no existe la menor duda de que no fue dominante al nivel que lo fue Suh. ¿Cuánta certeza podemos tener de que las cosas serán diferentes al siguiente nivel? Creo que McCoy puede ser un gran jugador, y no digo que no merezca irse en la primera ronda del draft, pero no estoy listo para asegurar que será una fuerza dominante semana-a-semana en la NFL.

Jason Pierre-Paul, DE, South Florida: El ex ala defensiva de South Florida es uno de esos jugadores con muy poco video para evaluar al nivel máximo de competencia colegial. Pierre-Paul llegó a los Bulls en el 2009, y se esperaba que su compañero George Selvie fuera la gran estrella de la defensiva en Tampa.

Pierre-Paul es un gran espécimen físico, con los mensurables que los cazatalentos buscan en la posición. ¿Pero qué tanto estaría justificado tomarlo en el Top-10 después de solamente una campaña en el máximo nivel de la NCAA, siete partidos iniciados y 6.5 capturas?

Una vez más, la relación producción-potencial entra en juego.

Patrick Robinson, CB, Florida State: Posiblemente, no haya un esquinero con mejores herramientas físicas que Robinson en este draft. Durante su temporada de sophomore (2007) en FSU, Robinson impuso una nueva marca de la escuela al interceptar un pase en cinco encuentros consecutivos. Pero esa cifra disminuyó a un pase interceptado en el 2008, y quedó en cero durante el 2009.

Lo natural sería suponer que Robinson vio menos pases lanzados en su dirección, pero cualquier que haya visto lo partidos de los Seminoles sabe que fue quemado con una frecuencia alarmante, y a menudo quedó en el bando equivocado de las grandes jugadas.

Esquinero es una posición premium en la NFL, y los jugadores con su mezcla de velocidad y fluidez no crecen en los árboles. Robinson inició el año considerado en mejor o segundo mejor esquinero de la nación, pero fue cayendo y ahora se piensa que podría estar detrás de Joe Haden de Florida, Kyle Wilson de Boise State, Kareem Jackson de Alabama y Devin McCourty de Rutgers. Aún así, algún equipo podría pensar en sumarlo a su plantilla en la primera vuelta del draft. Sólo hay que esperar que sea capaz de traducir sus grandes cualidades físicas en jugadas grandes para su equipo, y no para los contrarios.

Robinson es ampliamente considerado para ser tomado en la segunda ronda, pero no nos sorprenda si encuentra manera de colarse en el final de la primera vuelta.