BUENOS AIRES -- Estuve en el gimnasio como todas las mañanas, en el Vilas Club de Palermo, y me encontré con varios jugadores entrenando físico. Fueron varias las sorpresas que me llevé porque, si bien sabía que hace algunas semanas que Dinara Safina se está entrenando con el "Pulpo" Gastón Etlis, lo que menos me esperaba era encontrármela acá en Buenos Aires.
Dinara, con quien compartí circuito varios años y también tuvimos unos cuantos partidos en contra entre singles y dobles, y muy interesantes por cierto, con resultados muy ajustados, está en Buenos Aires. La rusa se quedará dos semanas y media para terminar de recuperarse de su lesión en la espalda y afrontar la gira norteamericana de canchas rápidas, que comenzará en Stanford.
Primero me encontré con su mamá, quien me dio un fuerte abrazo y nos alegramos mucho de vernos. Lo mismo pasó con Dinara, que está enorme y con muchas ganas de trabajar y recuperarse para intentar volver a lo más alto del ránking mundial.
Si bien en los últimos años no consiguió ganar ningún Grand Slam en singles, llegó a ser la N° 1 del mundo y conquistó varios Masters 1000 y alcanzó algunas finales de Grand Slam.
También me encontré en el gym con Hernán Gumy y su pupilo, Ernests Gulbis, una de las sensaciones de esta temporada en el circuito ATP y que, como les comentaba en el blog hace algunas semanas, apunta seriamente al top-10 si consigue mejorar su regularidad de resultados y sobre todo aguantar la presión de tener que jugar bien todas las semanas. Sin dudas, potencial no le falta a letón, que tiene una velocidad de pelota de las más altas del circuito.
Gulbis está en Buenos Aires durante algunas semanas porque su coach será papa de su tercer hijo durante los próximos días y, una vez terminada esta mini-pretemporada, viajarán a Canadá y Estados Unidos para comenzar la gira de los US Open Series, que termina en Flushing Meadows.
Por allí estaba también Juan Mónaco, quien sigue recuperándose de su muñeca y me comentó que todavía tiene que seguir con la rehabilitación durante un mes más, como mínimo, para poder volver al circuito.
También, y ahora que comienzan los cuartos de final de la Copa Davis, donde Argentina enfrentará a Rusia en Moscú, les adelanto que la serie puede llegar a ser mucho más ajustada de lo que los rusos se esperan.
Es que la semana pasada me encontré con David Nalbandian y me contó que se siente muy bien y jugando a muy buen nivel. Si por él hubiera sido, ya habría jugado en Wimbledon, pero su equipo lo "frenó" para tratar de tenerlo en óptimas condiciones para esta serie de Copa Davis. La eliminatoria es durísima, y la superficie puede llegar a ser de lo más difícil, pero seguro que el equipo dará lo máximo y, por ahí, nos vuelven a dar una alegría.