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Campeones por undécima vez

Después de lo ocurrido el jueves en el sexto juego, no había quien le ganara a los Cardenales de San Luis, flamantes campeones del mejor béisbol del mundo por undécima vez en su historia.

Llegaron como últimos invitados a la fiesta de la postemporada, pero fueron los que bailaron al final, gracias, principalmente a su permanente renuencia a rendirse cuando todo parecía que se acababa.

El golpe psicológico del jueves fue demasiado duro para unos Vigilantes que vieron cómo se les escapó la corona por segundo año seguido, lo cual crea la incertidumbre de si alguna vez volverán a tener la oportunidad.

De todos modos, intentaron un asalto temprano ante un Chris Carpenter todo coraje, que pidió la pelota y tomó la lomita con poco descanso, a sabiendas de que él era el hombre indicado para el juego decisivo.

Le marcaron dos en el inning de apertura, en que combinaron un boleto a Elvis Andrus y sendos dobletes de Josh Hamilton y Michael Young.

Pero la ventaja fue efímera, pues la respuesta de San Luis llegó tan pronto como en la parte baja del primero, cuando David Freese siguió su racha de oportunidad y con un doblete impulsó las dos carreras del empate.

En sus dos últimos turnos del juego anterior y el primero del séptimo partido, Freese bateó de 3-3, un doble, un triple y un jonrón, con cinco carreras remolcadas.

El antesalista, natural de San Luis, repitió en la Serie Mundial el premio de Jugador Más Valioso que ya había conseguido en la serie de campeonato de la Liga Nacional, al terminar con average de .348, con siete remolques, tres dobletes, un triple y un cuadrangulares ante Texas.

Y en el tercero tomaron los Cardenales ventaja para no perderla más, cuando Allen Craig despachó su tercer vuelacercas del clásico de octubre.

Craig fue modelo de productividad y oportunidad, al impulsar cuatro veces la ventaja para San Luis a lo largo de la Serie Mundial.

Era todo lo que necesitaba Carpenter, quien fue creciendo mientras avanzaban los innings, al punto de permitir luego sólo tres hits hasta que en el séptimo cedió paso al zurdo Arthur Rhodes.

Del resto se encargó el bullpen, que dejó sin imparables en tres episodios a la poderosa toletería de Texas, que a diferencia de San Luis la noche anterior, se vio derrotada mucho antes de que cayera el out 27.

El triunfo de los Cardenales fue quizás el colofón de la estancia de Albert Pujols en la franquicia.

Pujols tuvo una pobre Serie Mundial, pues con la excepción del tercer juego, en el que tuvo una faena de leyenda, con tres cuadrangulares y seis empujadas, estuvo anulado, al irse de 19-1, sin impulsadas.

"La Máquina" posiblemente tomará el camino de la agencia libre, tras rechazar una oferta de 240 millones por ocho campañas que le hizo la gerencia de San Luis en el 2010 y que le será muy difícil de conseguir de cualquier otro equipo, teniendo en cuenta que para el inicio de la temporada 2012 ya tendrá 32 años y un historial de lesiones recientes.

Lindo fue ver a tres jugadores de tan larga carrera como Rafael Furcal, Octavio Dotel y Lance Berkman ganar su primer anillo de campeón, cuando ya han visto pasar sus mejores años.