MÉXICO -- Víctor Estrella tiene 31 años y está en el mejor momento de su carrera tenística. Este domingo, ganó el Future 2 de México disputado en el Club Berimbau, tras vencer al uruguayo Marcel Felder en 3 sets. Y se acercó un pasito más al objetivo con el que sueña: alcanzar el top-100 y poder jugar un cuadro principal de Grand Slam. Uno de tantos miles que lo desean en el ATP Tour. Y también uno de muy pocos en la Era Abierta que puede llegar a concretarlo tras haber comenzado su carrera a los 25 años, hace apenas 6 temporadas.
Dominicano, de apenas 1,73 de estatura, Estrella es un guerrero del tenis. Y es el ejemplo de que hay muchas maneras de tener éxito en el circuito profesional. La suya es una de las más atípicas que se conozcan.
"Yo jugaba en mi país. Formaba parte del equipo de Copa Davis y daba clases en Santo Domingo. Pero no era jugador profesional. No había dinero. Con los recursos que tenía ni me imaginaba poder viajar para competir. Para mí, era un imposible", cuenta Víctor. Sin embargo, Estrella tenía talento. Así lo sentía su actual entrenador, Sixto Camacho, quien en el verano de 2006 lo convenció para que, por primera vez, hiciera una pretemporada y se preparara para probar suerte en torneos Futures. Víctor se instaló dos meses en Florida. Camacho y el coach argentino Gustavo Granitto lo inscribieron en el primer evento, sin que Estrella lo supiera. Y luego debieron empujarlo para que se presentara.
"Yo tenía miedo. Temía no poder estar a la altura", cuenta el ahora 199 del ranking mundial, quien entre 2000 y 2005 jugó exactamente 9 torneos Futures en Centroamérica, siempre como preparación a series de Copa Davis. "El tema económico estaba en mi cabeza. Había puesto mis ahorros en prepararme, y no sabía si tendría éxito. Pero me arriesgué. Recibí ayuda de alguna gente. Y aquí estoy".
Estrella está donde pocos llegan. En su primer Future (en Vero Beach, Florida), alcanzó la final. En el tercero (en Nueva York), se quedó con el título. De allí en más, no paró. Ha ganado 18 Futuros, entre 2006 y 2012. No ha dejado pasar una temporada sin levantar un trofeo. En 2010 llegó a sus primeras semis en torneos Challenger, en León (México) y Cali (Colombia). Y en noviembre del año pasado conquistó el primer evento de esa categoría, en Medellín, venciendo al local Alejandro Falla en el match decisivo. Gracias a ese triunfo, escaló hasta el 163 del ranking, la mejor posición de su corta carrera profesional.
"Por mi edad, quizás la madurez me ayude a enfrentar ciertos momentos dentro de la cancha. Pero eso no significa que tenga experiencia. Hay jugadores de 24 o 25 años que llevan más tiempo jugando en el circuito. Yo sigo aprendiendo", dice Estrella, quien también desmiente aquello de que hay que ser alto para triunfar. "Si yo le gané a Kevin Anderson (sudafricano; 2,03 de estatura; ex 30 del mundo) y a Xavier Malisse (belga; 1,85; 6 títulos de ATP), eso significa que no hay que medir 1,90 para jugar".
Esas victorias ante Anderson y Malisse llegaron en partidos de qualy del US Open. Y las clasificaciones en torneos de Grand Slam son cuenta pendiente para Víctor: en 7 oportunidades que las jugó, nunca pudo lograr un lugar en el Main Draw. "El sueño de cada tenista es jugar los grandes torneos. Y yo sueño con ello. Mi meta es meterme entre los 100 o 105 mejores del ranking, y entrar a un cuadro principal de Grand Slam. Si lo logro, sería lo más grande de mi vida. Yo ya puedo decir: jugué un Masters Series (Cincinnati 2008, donde pasó la qualy perdió en 1ra ronda con Fernando Verdasco). Pero si lo hiciera en un Grand Slam, me retiraría satisfecho".
Por ahora, Estrella planea seguir jugando. "Hasta que mi mente me dé, porque de físico estoy muy bien". Su éxito ha plantado la semilla del tenis en la República Dominicana, y ahora él es el ejemplo a seguir. "He marcado el camino en mi país. Hay talento". Instalado en Weston, Florida, sigue defendiendo los colores de su bandera en cada serie de Copa Davis. "En 2009 le ganamos a Venezuela y lograrnos el ascenso al Grupo I de Zona Americana. Histórico". Y ahora mira hacia adelante en busca de más metas por cumplir.
¿Quién dijo que a los 31 ya no hay tiempo para seguir creciendo en el mundo del tenis? El que lo diga o lo piense, es porque no conoce la historia del dominicano Víctor Estrella.